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Universitarios Alejandro Alcócer, Carolina Mendoza y Natalia Patiño para Guardiana (Bolivia), foto portada de Marcelo Guardia

Martes 1° de junio de 2021.- La Universidad Católica Boliviana está avanzando de la investigación individual a la grupal en los últimos años mediante docentes y estudiantes que han asumido el papel de investigadores y trabajan juntos a partir de unidades académicas que forman determinados grupos, denominados centros de investigación. Estas unidades aportan con conocimiento científico en proyectos que atienden las necesidades prioritarias del país, con el fin de generar conocimiento y no solo reproducirlo. La Coordinación Regional de Investigación está a la cabeza y se encarga de articular actividades para realizar el seguimiento de cada proyecto de investigación, apoyada en el Plan Estratégico Regional de Investigación.

El 2015 se creó la oficina de la Coordinación Regional de Investigación a la cabeza de Marcelo Guardia en cumplimiento del Plan Estratégico Institucional de la Universidad Católica en el que se propone “incorporar en las carreras de la Unidad Regional el componente de investigación en la perspectiva de generar cultura y redes estudiantiles dedicadas a investigación aplicada en estrecho vínculo con la enseñanza” y “desarrollar proyectos de investigación interdisciplinaria que se ejecuten en interacción con organismos públicos y privados, nacionales e internacionales”.

En la Católica de Cochabamba existen tres centros de investigación: Centro de Investigación de Ciencias Exactas e Ingenierías, Centro de Investigación de Ciencias Sociales y Centro de Investigación del Departamento de Ciencias Económicas y Finanzas.

El modelo “comunidad transdisciplinaria de aprendizaje tiene por objetivo disminuir la vulnerabilidad de todas las comunidades, sobre todo las comunidades rurales. Los ejes temáticos son cinco: vulnerabilidad social, manejo integral del agua, seguridad alimentaria, derechos indígenas y emprendimientos productivos” (Marcelo Guardia).

Es así que la universidad participa en programas y proyectos como el “Programa de desarrollo inclusivo y comunitario para mejorar la calidad de vida de poblaciones pobres de niños, adolescentes y familias en áreas urbanas y rurales, a través de la creación de comunidades transdisciplinarias de aprendizaje” (VLIR UOS).

Marcelo Guardia Crespo, coordinador Regional de Investigación, menciona que este programa está financiado por universidades belgas, quienes “ponen una convocatoria mundial y las universidades de todo el mundo se presentan. Nosotros nos hemos presentado y nos han financiado”.

Para poder llevar a cabo este proyecto se ha construido un modelo de trabajo que se llama “comunidad transdisciplinaria de aprendizaje”. Al respecto, Guardia comenta: “Tiene por objetivo disminuir la vulnerabilidad de todas las comunidades, comunidades rurales especialmente, y para que funcione están los ejes temáticos que son cinco: vulnerabilidad social, manejo integral del agua, seguridad alimentaria, derechos indígenas y emprendimientos productivos; y se ha creado un sexto que es el metodológico, que tiene relación con la comunidad transdisciplinaria de aprendizaje”.

Sobre algunos aportes concretos de los estudios e investigaciones realizadas a partir de este programa se tiene: “Varias tesis de pregrado y postgrado y resultados de investigación que han sido devueltos a las comunidades, sobre todo al municipio de Tiraque, donde se está generando capacidades que permitan a los actores sociales locales enfrentar la vulnerabilidad y los riesgos”, puntualiza Camilo Kunstek, coordinador del Centro de Investigación de Ciencias Sociales. El también Director de la Carrera de Comunicación Social de la Católica de Cochabamba añade que se realiza otro tipo de actividades derivadas de la investigación y como parte de los proyectos. “Es así que se han realizado talleres, se han recogido problemáticas, preocupaciones de la gente y a través de la producción de conocimiento en los procesos de investigación se ha colaborado con posibles soluciones o lineamientos de trabajo”.

Evento de cierre de la gestión 2020 con jóvenes del Consejo Municipal de Juventudes de Tiraque (foto: Marcelo Guardia).
Producción de conocimiento, no solo reproducción

Guardia también explica que “la universidad ha decidido transformarse en una institución que produce conocimiento y no solo lo reproduce”. Es justamente desde esta perspectiva de generar conocimiento a partir de la investigación que la Católica pretende, a través de sus centros de investigación, poner temas de relevancia social como tópicos de debate y transformación.

Osvaldo Gutiérrez, coordinador del Centro de Investigación de Ciencias Económicas y Financieras, menciona que uno de los pilares de la economía del conocimiento es la investigación. “Salvo en países desarrollados donde las grandes empresas hacen mucha investigación, en América Latina son únicamente las universidades las que hacen investigación social, tecnológica, investigación a todos los niveles. Ese es nuestro norte, nuestra orientación, que como universidad aportemos con un granito de arena para que poco a poco Bolivia vaya entrando en una sociedad del conocimiento”.

Gutiérrez está convencido de que esta sociedad enfocada hacia el conocimiento es la mejor opción para mejorar como país. “Ese es el próximo estadio de desarrollo sostenible en un país. Si no tenemos ese paradigma con nosotros y lo implementamos y operativizamos a cada momento, creo que realmente estamos muy equivocados”.

Y producir conocimiento en constante contacto con la realidad implica procesos de reflexión, discusión y el abordaje de problemáticas sociales desde una perspectiva más crítica. “Se tienen los procesos de divulgación de conocimiento en ciencias sociales que nos van a permitir abrir espacios para la reflexión de distintos problemas sociales de manera metodológica y sistemática”, indica Kunstek.

Recursos al investigar

Los investigadores para elaborar, ejecutar y difundir una investigación necesitan recursos económicos, humanos, materiales y tiempo. Humberto Calderón Rocabado, coordinador nacional de investigación de la Católica, puntualiza: “Una de las cosas que más necesita un investigador es tiempo. Se necesita ver qué hizo el mundo para solucionar ese problema detectado, si se dará una solución y el mundo ya lo hizo no amplias el conocimiento. La gente no te va a publicar”.

Marcelo Guardia señala que el recurso económico es de relevancia al investigar: “Entre los desafíos de los centros de investigación está crecer y buscar financiamiento con parámetros internacionales con financiamiento internacional”. Y menciona que el financiamiento debe estar acompañado de sostenibilidad. “Algún día se va a acabar el proyecto VLIR y vamos a quedar sin recursos, entonces, estos centros creados no solo deben crecer y tener financiamiento en proyectos, sino lograr la sostenibilidad”.

Paul D’Abzac, coordinador del Centro de Investigación en Ciencias Exactas e Ingenierías, evalúa los avances (ver video) y menciona que se busca tener varios proyectos para que estos puedan financiar investigaciones. “Queremos ser sustentables, no queremos depender de un proyecto, sino que queremos tener varios proyectos que aportan y financian”.

Camilo Kunstek coincide en que un desafío para investigar es conseguir financiamiento. Él indica que “la principal dificultad es apalancar y consolidar nuestras capacidades para financiar proyectos de investigación cada vez más amplios y en convenio o alianza con otros centros de investigación en nuestro país y proyectos de investigación internacional”.

Y para la difusión de las investigaciones, la universidad requiere formar parte de una plataforma que permita almacenar datos bibliográficos de resúmenes y citas de artículos de revistas científicas y esto implica una inversión económica. Kunstek señala al respecto que se hacen esfuerzos para promover la publicación de los resultados de investigaciones en revistas nivel Scopus. “Estamos trabajando en mirar las capacidades instaladas en la universidad y en sus grupos de investigadores para consolidar capacidades de presentación y gestión de nuestros resultados de investigación”.

El recurso humano es otro factor que necesita un investigador. Calderón indica que los investigadores deben actualizarse constantemente. “Al hacer un post doctorado te dicen que no debe pasar más de cinco años (depende de la universidad) después de que finalizas el doctorado, porque si no continuaste investigando después de ese lapso, eres obsoleto”. 

El estudiante Santiago Pallares Villarroel, expresidente de la Sociedad Científica de la Carrera de Derecho, enfatiza en que se debe tener varios investigadores de distintas áreas para investigar y difundir las investigaciones. “Así existe una necesidad de tener varias áreas de conocimiento. Hay estudiantes que están en comunidades científicas que permiten realizar investigaciones interdisciplinarias”. La Católica llevó adelante en 2019 acciones para que se constituya la asociación de sociedades científicas de ciencias exactas, económicas y sociales para poder generar esta transversalización.

Y los laboratorios son un recurso material que permite a los investigadores producir información. Como menciona D’Abzac: “Las investigaciones de ciencias exactas e ingenierías no son de escritorio, son de laboratorio, tomas de muestras, análisis de muestra y talleres. Actualmente, con la pandemia, se complicó el acceso a los laboratorios”. Como señala Humberto Calderón, un investigador requiere de estos espacios como laboratorios para tomar muestras y ello está vinculado a lo económico ya que se necesita dinero para tener laboratorios.

Entre desafíos y logros en pandemia

El trabajo dentro de los centros de investigación ha brindado distintas experiencias a las personas que han formado parte de los mismos, ya sea como coordinadores, docentes o estudiantes investigadores. En la regional Cochabamba se cuenta con tres centros de investigación: Centro de Investigación de Ciencias Exactas e Ingenierías (CICEI), Centro de Investigación de Ciencias Sociales (CICS) y el Centro de Investigación del Departamento de Administración, Economía y Finanzas (CICEF).

Considerando que los centros de investigación existentes tienen relativamente poco tiempo de vida, a la fecha existen notables diferencias en cuanto a producción entre uno y otro centro. Así lo explica Camilo Kunstek: “Como centro de investigación somos relativamente jóvenes, por lo tanto, el impacto de investigación no se lo tiene del todo medido o evidenciado. Sin embargo, hay evidencias importantes. La primera tiene que ver con el posicionamiento del centro en el debate de temas actuales sobre ciencias sociales, comunicación y difusión de la ciencia”.

Sin embargo, estas organizaciones cuentan con metas y retos establecidos. Uno de los principales retos en común es crecer como centros, tanto a nivel interno como externo, es decir, por un lado, lograr la tripulación de cada uno de los centros por parte de personas interesadas en realizar investigación y, por el otro, conseguir mayor alcance en la difusión de los trabajos a nivel externo.

Paul d’Abzac expresa: “Por ahora el centro es el coordinador. Quitas la cabeza, y se cae el centro. A pesar de que hay una sistematización y organización, aún estamos en pañales. Los investigadores mismos se tienen que reconocer dentro del centro, entender cuál es su rol. Todavía no hay un reconocimiento interno que se tendría que tener para funcionar por sí mismo”.

Asimismo, otro de los desafíos más fuertes de los centros es conseguir financiamiento para las investigaciones. En un punto, estos retos se interrelacionan, puesto que para crecer necesitan mayor reconocimiento por las investigaciones que realizan, para realizar dichos trabajos se necesita financiamiento y, para conseguir financiamiento, necesitan crecer. En síntesis, lograr la sostenibilidad.

En cuanto a los logros obtenidos por los centros de investigación, varían de uno a otro. En el caso del centro de Investigación de Ciencias Sociales, hasta el momento tienen publicados 23 cuadernos de investigación y trabajan en distintas áreas como vulnerabilidad, familia, derechos de las mujeres, derechos indígenas, soberanía alimentaria, Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (NTIC). “Estamos trabajando con una infinidad de temas enmarcados en las líneas de investigación de la Universidad Católica Boliviana”, indica Camilo Kunstek, a quien se lo puede ver en el siguiente video.

Por otro lado, el coordinador del CICEI considera que uno de los principales logros de la organización consiste en la sistematización y creación de grupos de investigación, en los cuales las personas trabajan en proyectos complementarios de temas específicos. “Ahora, gracias a la sistematización del CICEI se puede ver lo que estamos haciendo. Tenemos más de 50 proyectos en curso, y hay como 15 que están con financiamientos internacionales. Entonces, realmente hay una visibilidad de la investigación mucho mejor en el departamento. Eso nos permite también tener nuevos fondos, ya nos están buscando cooperaciones, gobiernos, OTB, porque ya se está visibilizando lo que se está haciendo en el centro”, indica Paul d’Abzac.

La situación del Centro de Investigación de Ciencias Económicas y Finanzas es bastante distinta a la de los centros ya mencionados, debido a que la creación del mismo fue relativamente reciente. Osvaldo Gutiérrez indica que el centro se creó tres semanas antes del inicio del confinamiento por la crisis sanitaria de la Covid-19, por lo tanto, no hubo la posibilidad de organizar reuniones para coordinar el funcionamiento del mismo. “No pudimos rearticular un centro de investigación de ciencias económicas porque el inicio de la pandemia no nos permitió organizarnos. Si bien hemos ido trabajando en este tiempo con los centros de estudiantes y sociedades científicas, pero aún no como tal. Aún no ha habido actividades concretas que tengan el nombre del centro de investigación de ciencias económicas”, asegura Gutiérrez.

Entre los desafíos que afrontan los centros de investigación, es inevitable mencionar el de la emergencia sanitaria Covid-19, el cual significó una serie de interrupciones en los proyectos y cambios en la modalidad de trabajo. Así lo explica Marcelo Guardia: “Ha habido cambios en la metodología, de manera que no podíamos entrar a campo. Hemos inventado nuevas metodologías de entrada al campo de investigación. Hemos innovado en el trabajo de investigación a través de grupos de discusión, grupos focales, investigación virtual, netnografía y hemos producido varias cosas. Estamos implementando varios programas y proyectos, de modo que podamos dar continuidad a la investigación”.

De igual manera que en el Centro de Investigación de Ciencias Sociales, el coordinador del Centro de Investigación de Ingenierías y Ciencias Exactas explicó que al verse interrumpidos sus proyectos debido a la imposibilidad de acudir al campo de trabajo e investigación, les tocó innovar y pensar en nuevas maneras de reanudar los trabajos. “Durante el confinamiento, hemos logrado hacer algunas actividades. Primero, hemos empezado con los cafés científicos, desde junio del año pasado. Hemos hecho uno por mes donde hemos presentado diferentes tipos de proyectos. Cada centro realiza sus cafés científicos cada mes. Hemos tratado de mostrar que seguíamos presentes. Hemos encontrado aliados, y hemos logrado hacer la red interinstitucional de restauración ecológica en Bolivia. Entonces, hay diferentes formas de poder superar esta pandemia”, explicó Paul d’Abzac.

Por una cultura para gestionar la investigación

Aunque varios proyectos de investigación se han visto interrumpidos por la sorpresiva aparición del coronavirus que ha dado lugar a la enfermedad Covid-19 que paralizó al mundo, las personas han sabido adaptarse a una nueva normalidad. De la misma manera, los investigadores y coordinadores de los distintos centros de investigación de la Católica han desarrollado distintas maneras de dar continuidad a estos trabajos.

Siendo que el conocimiento es la principal contribución de la investigación a la sociedad, los investigadores están en una constante búsqueda de respuestas a las principales cuestionantes que continúan existiendo en los distintos campos. La Universidad Católica Boliviana “San Pablo” sigue una línea de trabajo en la que se enfoca en áreas vulnerables de la sociedad, con el fin de generar mayor visibilidad, difusión y apoyo para el desarrollo de la sociedad.

Debido a que los centros de investigación están en una etapa de consolidación, los retos que tienen a futuro son muy diversos. “La principal dificultad es consolidar la red de investigación, articular a los investigadores en cuanto a esta nueva propuesta y generar una cultura a la gestión de la investigación desde el modelo de grupos de investigación”, enumera Kunstek. Es por ello que se necesita promover una cultura que incentive a la producción de conocimiento a través de la ciencia y la investigación; para que a partir de ella se puedan plantear diferentes soluciones a las problemáticas que tiene nuestra sociedad actual.

Artículo elaborado por estudiantes de la materia de Laboratorio de Producción de la Carrera de Comunicación Social de la U.C.B., Cochabamba.

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