Texto y fotos Carlos Tellería (Bolivia)
Miércoles 2 de octubre de 2019.- Quienes viven en Bolivia se han acostumbrado a darse cuenta de que si ven luces de colores y escuchan ruido de fuegos artificiales es porque en algún lado hay fiesta o celebración. Existen normas vinculadas a San Juan y otra que ordena su decomiso en escenarios deportivos; pero no hay una que impida su uso el resto del año, pese al daño que pueden ocasionar a quienes tienen problemas en el corazón y en los pulmones. ¿Qué pasa con el resto de la gente? Los químicos se van acumulando en su cuerpo.
Un ejemplo del uso prohibido y peligroso de ese tipo de artefactos se vio la noche del lunes 30 de septiembre. Hinchas de Wilstermann encendieron juegos pirotécnicos en las tribunas del estadio Félix Capriles, en el encuentro que su equipo jugaba con Guabirá. El partido de fútbol tuvo que ser paralizado durante cuatro minutos. En el siguiente video están las imágenes.
PULMONES Y CORAZÓN
Esos artefactos despiden sustancias dañinas, sobre todo para quien tiene alguna enfermedad en el sistema respiratorio o el corazón, según el toxicólogo Ramiro Cadima Flores. La Oficina Federal de Medio Ambiente de Suiza aconseja a esas personas no asistir a eventos con juegos pirotécnicos. En cambio, las personas sanas pueden tolerar los gases o partículas y mucho dependerá, también, de los vientos que pueden limpiar el entorno.
“Quizá con estos elementos –dice el médico– no se tenga intoxicaciones agudas, pero permanecer en el ambiente (contaminado) durante días, meses, años, va a traer consecuencias porque se acumulan en el cuerpo”.
Los fuegos artificiales son utilizados en Año Nuevo o Carnaval, pero también en fiestas patronales, entrega de obras y reuniones sociales, incluso en citas deportivas. Otro evento que suele ser celebrado con estos artefactos es la serenata a Cochabamba. Y las marchas de protesta van acompañadas de ruidosos petardos.
En Cochabamba se los puede comprar en lugares donde, incluso, ofrecen “combos” desde 400 bolivianos. Si el comprador desea llevar una carga más grande, se la pueden armar a su gusto.
ANÁLISIS QUÍMICO
En junio de 2019, días antes de San Juan, el Ministerio de Salud explicaba que los juegos pirotécnicos despiden metales como el perclorato de sodio y partículas de plomo, cromo y antimonio. Estos pueden irritar las vías respiratorias, inflamar la garganta y causar dermatitis, dolores de cabeza, conjuntivitis y mareos.
Cadima describe cómo el sodio, aluminio, potasio, cloro y otras sustancias trabajan en esos artefactos. Por ejemplo, el nitrato de sodio ayuda en la explosión. El nitrato de potasio los convierte en objetos voladores. El aluminio aporta el color blanco que se ve en la oscuridad y el cloro hace que se vea una tonalidad verde.
En la red de Internet es posible hallar información variada acerca del uso de químicos para dar color a los fuegos. No siempre hay coincidencia en los componentes y combinaciones que utilizan los fabricantes.
HACE FALTA UNA NORMA
El concejal Edwin Jiménez del municipio de Cercado dice que no existe conciencia cívica ciudadana para cuidar el medio ambiente. Reconoce que los fuegos artificiales son utilizados en reuniones de cualquier tipo en el año y no solo degradan el aire, también causan contaminación acústica.
Considera que se debería trabajar una norma para fijar restricciones durante el año, más aún en Cochabamba que tiene problemas de contaminación.
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OTROS RIESGOS
Cadima insiste en que los problemas de salud pueden presentarse en personas enfermas y en situaciones de alta concentración de químicos. Explica que el potasio es un electrolito importante, pero puede provocar arritmias y, en casos extremos, un paro cardiorrespiratorio.
En cuanto al plomo, se une con preferencia o afinidad al calcio en el cuerpo. Se dirige hacia los huesos y uno de los problemas es que interfiere en la absorción de calcio que fortalece al sistema óseo. Quienes trabajan durante dos o tres años con plomo presentan coloraciones negras en uñas y dientes.
El aluminio llega al sistema nervioso de la persona. Las altas concentraciones y prolongadas exposiciones –explica Cadima– podrían provocar alteraciones psiquiátricas, como la demencia.
El cloro, en elevadas concentraciones localizadas en el tubo digestivo puede causar malestares, incluso diarreas. En las vías respiratorias provocaría broncoespasmos o dificultades para respirar. El toxicólogo recuerda que el cloro es utilizado en la fabricación de gas lacrimógeno.
CUIDADO CON EL CARBONO
El monóxido de carbono se deposita en los pulmones. Los efectos serían de preocupación para las personas que padecen de asma –enfatiza el galeno– porque tendrían dificultades para respirar. En ambientes cerrados y con altas concentraciones, una persona puede, incluso, perder el conocimiento.
Cuando este gas ingresa al cuerpo se adhiere a la hemoglobina, que es la proteína de los glóbulos rojos que lleva oxígeno a tejidos y órganos; entonces, la hemoglobina traslada monóxido de carbono.
“Si llega al corazón ocasionaría un infarto –dice Cadima– y en el cerebro causaría un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico por exposición al monóxido de carbono. Es decir, no hay hemorragia, pero la falta de oxígeno haría que una parte del cerebro muera”. El paciente sería incapaz de mover parte de su cuerpo.
Los ACV suelen presentarse por la interrupción en el flujo de sangre a través de las arterias. Pero también influye la baja cantidad de oxígeno en el torrente sanguíneo debido a la “deficiencia de glóbulos rojos (anemia), la asfixia e intoxicación con monóxido de carbono. En esos casos, el daño cerebral suele ser generalizado (difuso) y se produce un estado de coma”, se lee en el portal de noticias médicas MSDmanuals.
También se presenta otro tipo de daños. El Ministerio de Salud aconseja no manipular fuegos artificiales y advierte que las lesiones más comunes se presentan en los dedos (40%), en la cabeza, cara y oídos (19%), en el tronco (15%), en las piernas (13%), en los ojos (12%) y en brazos (1%).
ENCENDIDA SERENATA
En el siguiente video se muestra el uso de fuegos artificiales en la serenata a Cochabamba en el estadio Capriles, en 2016. De esas imágenes fue tomada una captura para la foto principal de este material periodístico.
SANCIONES A POCOS
El concejal Jiménez dice que existen normas que prohíben la quema de fogatas y el uso de fuegos pirotécnicos los días 22, 23 y 24 de junio (por San Juan). El Ministerio de Medio Ambiente y Agua, la Gobernación de Cochabamba y la Alcaldía de Cercado emitieron recordatorios en ese sentido.
El Gobierno departamental reiteró que hay una sanción de dos a tres años de prisión por el encendido de fogatas y recordó que está prohibido el uso de juegos artificiales.
La Alcaldía, que este año lanzó una aplicación para recibir denuncias, le dijo a la población que la persona que queme madera y basura, y use fuegos pirotécnicos será multada con 2.000 bolivianos. Este 2019, cinco personas fueron sancionadas y se decomisaron 100 kilos de pirotecnia.
LUTO DEBIDO A UNA BENGALA
Kevin, un muchacho de 14 años había viajado de Cochabamba hacia Oruro para alentar a San José, que enfrentaba al brasileño Corinthians. No hubo festejo esa noche del 20 de febrero de 2013 porque una bengala llegó a su rostro, impactó en su ojo derecho y le quitó la vida.
Ese episodio obligó al Gobierno a tomar medidas para precautelar la seguridad de los aficionados al fútbol. El 5 de marzo de ese año promulgó el Decreto Supremo 1515 que prohíbe el ingreso de personas con objetos contundentes, armas blancas o de fuego, explosivos y/o fuegos artificiales a escenarios deportivos .
La Policía quedó a cargo de los operativos para detener a quienes incumplan la norma y decomisar bebidas alcohólicas y los objetos mencionados.
A los medios de información se les había encomendado que, en sus programas deportivos, difundan mensajes que ayuden a prevenir actos de violencia.
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