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Por Nidya Pesántez, jefa de la oficina de ONU MUJERES en Bolivia

El Día de las Mujeres Indígenas en Bolivia se conmemora en homenaje a Bartolina Sisa, gestora de la libertad. En su nombre se reconocen a las 924.194 mujeres que declararon ante el Censo del 2001 pertenecer a una nación o pueblo indígena originario campesino en Bolivia y a las más de 23 millones de mujeres indígenas que pertenecen a más de 670 pueblos en América Latina.

Las mujeres indígenas son poseedoras y transmisoras de las cosmovisiones, saberes y conocimientos ancestrales, son defensoras de los derechos a la libre determinación, son protectoras de los territorios invadidos y colonizados, y buscan frenar la piratería de recursos biológicos, culturales, intelectuales y consuetudinarios por parte de las empresas transnacionales que día a día pretenden apropiarse de sus espacios de vida.

A 38 años de reconocido este día, las mujeres indígenas de los 36 pueblos existentes en el país lograron conquistar espacios de liderazgo y poder político. Lograron consolidar, a través de un esfuerzo colectivo, un marco normativo de protección de sus derechos, que es resultado de las múltiples acciones de incidencia y participación, lo que refleja el legado de Bartolina Sisa.

Después de 30 años del reconocimiento de los  derechos de los pueblos indígenas en el país, el marco normativo electoral sumó un eslabón: por primera vez, las naciones y los pueblos indígenas postularon a las mujeres a candidaturas para las diputaciones especiales de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Como resultado, cuatro mujeres indígenas llevan la voz, los saberes y los objetivos de sus pueblos a una de las funciones del Estado Plurinacional.

Los retos continúan, el Covid-19 ha ahondado mucho más la situación de precariedad de los pueblos, en particular de las mujeres indígenas, que han visto afectados sus derechos ante la falta de respuesta diferenciada y oportuna de acceso a servicios de salud y de justicia, por ejemplo. Las medidas de aislamiento a más de afectar su salud y haber incrementado los niveles de violencia, también afectaron sus ingresos económicos profundizando su situación de vulnerabilidad.

Celebrar el día de las mujeres indígenas pasa por el reconocimiento de su aporte en el sostenimiento de la vida: el cuidado de las semillas, el cuidado del agua, el cuidado de la tierra, el cultivo de los alimentos, la generación de conocimiento para adaptarse y adaptar el entorno a los efectos que generan el cambio climático. Y ese reconocimiento será efectivo cuando las mujeres indígenas accedan sin condiciones a la salud, a la justicia, a la educación, cuando tengan la tierra, cuando sean parte de la toma de decisiones, cuando sus saberes sean incorporados en las normas, políticas y reglamentos de convivencia, cuando vivan libres de violencia por el hecho de ser mujeres.

En este día reconocemos a las mujeres indígenas y nos comprometemos a contribuir, desde nuestro mandato, en la superación de los grandes retos que aún quedan para alcanzar el pleno ejercicio de sus derechos.

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