Carlos Tellería (Bolivia), foto pxhere.com
Jueves 14 de mayo de 2020.- El éxito de las clases virtuales en colegio se apoya al menos en cuatro pilares: aplicación de un modelo basado en las habilidades más que en los conocimientos, autorregulación y disciplina de parte del estudiante, y apoyo de padres y madres de familia a sus hijos para que encuentren una meta personal con valores de buena conducta.
La psicóloga Yolanda Ferreira Arza, coordinadora de la Unidad de Desarrollo Curricular de la Universidad Católica Boliviana de La Paz y reconocida en más de una ocasión como una de las mejores docentes de esa casa de estudios superiores, ofrece consejos a los profesores que deben trabajar en aulas virtuales, debido a la suspensión de actividades educativas por efecto de la cuarentena declarada por la Covid-19. También las sugerencias van dirigidas a estudiantes y padres de familia para aprovechar este salto hacia lo virtual.
¿Para qué enseñamos?
Ferreira recuerda que la educación virtual, en la que no existe contacto físico entre profesores y estudiantes, exige un diseño instruccional que obligue al profesor a pensar en el por qué y para qué se comparte cierto contenido, y cómo este va a beneficiar a los estudiantes.
Además, un docente debe ser bien organizado en tiempo y contenido, cumplir lo que ofrece, retroalimentar al estudiante para hacerle conocer aciertos y errores en su desempeño, y utilizar estrategias dinámicas variadas y creativas.
Por ejemplo, Ferreira sugiere que en las videoconferencias no haya solo explicaciones largas al estilo presencial. Sugiere habilitar reuniones grupales en salas separadas, cuestionarios para trabajos en grupo, lecturas de textos o exposición de videos para debatirlos en foros…
Más habilidades y producción propia
Según Ferreira, el problema es que lo presencial todavía pisa fuerte y lo virtual aún debe ser bien entendido y aplicado. Pero destacó que hay experiencias saludables en colegios que ya trabajan con medios digitales.
“El diseño instruccional –dice la psicóloga– está más basado en habilidades que en conocimientos, o en conocimientos, pero desde el punto de vista de la narración".
Yolanda Ferreira, psicóloga especialista en diseño curricular
Sugiere dar mayor impulso a la producción escrita, más que a las respuestas de cuestionarios de opciones múltiples. En otros casos, el estudiante demuestra su capacidad y destrezas para hacer las cosas.
La creatividad de los profesores al máximo
Una vez que se declaró la cuarentena en Bolivia, los colegios, sobre todo privados, iniciaron clases virtuales; aunque en un principio solo durante unas horas. Hoy, las sesiones son similares en cantidad de horas a las presenciales, solo que con una duración menor por materia.
Sin embargo, con respecto a cómo debían dar las clases, unos colegios tuvieron más suerte que otros. Por ejemplo, en el caso del Federico Froebel de Cochabamba, las y los profesores fueron capacitados por la empresa de tecnología Jalasoft para el uso de plataformas virtuales, entre otras destrezas.
Y llegado el momento de preparar las clases, las y los profesores tuvieron que echar mano a su creatividad, necesaria al extremo para las clases a niños y niñas muy pequeños de primero, segundo o tercero básico.
Ese es el caso de la profesora de Música Marlene Canedo, quien trabaja con niños del ciclo inicial. En este video, muestra cómo incentiva la creatividad para crear instrumentos musicales y que traten de hacerlos ellos mismos en casa.
Nuevo diseño oficial
El martes, tras la firma de un convenio entre el Ministerio de Educación y la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), el ministro Víctor Hugo Cárdenas anunció que en las próximas semanas serán formados equipos de expertos en diseño curricular. Ellos se encargarán de la elaboración de materiales educativos que estarán disponibles en internet.
El acuerdo permite el acceso gratuito de estudiantes y profesores a contenidos en una página web para los niveles inicial, primario, secundario y superior. El convenio está vigente hasta el 31 de diciembre.
Innovación y creatividad
Cárdenas dice que este cambio hacia lo virtual necesita de un nuevo perfil del docente, innovación y creatividad para la organización escolar. Pero también “un nuevo ánimo de padres y estudiantes”.
Esta iniciativa se suma a la capacitación de profesores encargada a las compañías Google, Microsoft, Cisco y Tigo en el manejo de herramientas digitales. Esta fue una de las primeras medidas asumidas después de haber declarado la suspensión de clases debido a la pandemia por el coronavirus.
Autorregulación del estudiante
Para trabajar en educación virtual se requiere de una autorregulación de parte del estudiante, que asuma sus responsabilidades y comprenda que su conducta está relacionada con su propia formación y la de sus compañeros.
Ferreira dice que esa autorregulación requiere poner en práctica habilidades autodidactas, de autonomía y disciplina. El estudiante tiene que organizar su tiempo, su agenda, sus metas, pero estas cualidades no han sido desarrolladas en los colegios en su totalidad.
Puso como ejemplo que el desorden y la falta de autorregulación llevan al fracaso, incluso en el caso de cursos virtuales de adultos: la deserción llega al 50 por ciento.
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Para la psicóloga, en los colegios se debería trabajar más en la autorregulación y autonomía, y en el apoyo a la búsqueda de metas personales. Dice que una herramienta útil es el aprendizaje por proyectos: el profesor delega responsabilidades y los estudiantes fijan las metas de sus avances y administran su tiempo.
Si no hay castigo…
Ferreira dice que la sola presencia de un profesor en el aula es señal de autoridad. Esto hace que el estudiante ejerza autocontrol, actúe con disciplina. Si se sale de esos márgenes, sabe que vendrá una sanción.
Un estudiante de secundaria de un colegio privado de Cochabamba comenta que en las clases virtuales él no aprende tanto como en las presenciales. Dice que se aburre y que la mayoría de sus compañeros no atienden al profesor y solo están atentos cuando llama lista. Además, el docente pide que se apaguen cámaras y micrófonos, así que no hay control. Y en cuestión de tareas, hay grupos en los que un estudiante hace el trabajo y lo comparte para que otros lo copien.
Menos puntaje
En la clase presencial, el maestro puede llamar la atención al estudiante de mal comportamiento, que habla demasiado en el aula o falta el respeto. Llegado el caso, el profesor toma nota de su nombre para restarle puntaje en conducta y en la materia.
Este adolescente empezó a pasar clases virtuales hace cuatro semanas. Al principio, eran dos clases por semana. Ahora, lo hace de 08:00 a 11:30 y lleva todas las materias, incluso educación física. Para tal clase, cuenta que el profesor les hace rayar con tiza en el piso de sus casas un metro cuadrado para que dentro de él hagan los ejercicios que él les va dando.
Padres y madres de familia
Ferreira comenta que padres y madres de estudiantes tampoco estaban preparados para la educación virtual, aunque en muchos casos sus hijos ya viven esa experiencia. Dice que han descargado la responsabilidad en los colegios, por eso es que adolescentes y jóvenes tienen problemas para interactuar, para hacer tareas.
Sin embargo, esto depende del tipo de colegio. En algunos casos cuando existen familias con varios hijos que tienen la dificultad de contar con más de una computadora para que estos pasen clases, los profesores tienen que hacerles llegar las tareas para luego recibirlas, incluso sin perder de vista la posibilidad de que en la casa de los estudiantes no exista una impresora.
Las quejas son frecuentes, pero no se preguntan cómo les pueden ayudar a encontrar su meta personal o qué aprendizajes ya debería haber logrado. Ferreira agrega que tampoco les hablan de las normas de comportamiento en las redes sociales o en cursos virtuales. “No les damos esas reglas porque no las tenemos”.
En mi caso, en un colegio privado de scz, mi niño de kinder está 25 minutos conectado, al principio fue difícil para ellos, los padres y la profesora, pasados los días ya nos fuimos acomodando y aprendiendo. Como todo lleva tiempo pero es cuestión de voluntad de todos que esto funcione y actualizar el método de enseñanza en los profesores.