Guardiana (Bolivia)
Lunes, 20 de abril de 2020.- La pandemia del coronavirus no solo mató a más de 167 mil personas en el mundo, también provocó el descalabro del precio del petróleo. El WTI (de referencia para Bolivia) cerró en menos de cero dólares por barril, -37,63 dólares, por primera vez en su historia, como efecto de la caída de la demanda mundial.
Hoy, al cierre de la sesión en la Bolsa de Nueva York, cerca de las 14.30 hora de Bolivia, el precio del barril crudo West Texas Intermediate (WTI) cayó en 305,97%, en un solo día.
José Luis Parada, ministro de Economía y Finanzas Públicas, expresó la esperanza de que esta reducción en los precios del crudo sea coyuntural; sin embargo, dijo que el gabinete ministerial iniciará una evaluación sobre el impacto que se dará sobre la economía boliviana.
Recordó que los gastos establecidos en el Presupuesto General del Estado (PGE) estaban sobre un precio del petróleo de 51 dólares y la pasada semana ya cayó a 20 dólares, motivo por el que ya se estaba haciendo una proyección; pero con el desplome de este lunes “estamos viendo mecanismos para financiar y cubrir estos desfases mediante normas, créditos y medidas que permitan equilibrar el presupuesto”.
“La noticia de hoy es un problema que a nivel mundial va a afectar a todos los países”, remarcó el ministro.
El WTI es el precio de petróleo de referencia de Bolivia y bajo este parámetro se tienen fijados los precios de exportación de gas natural a Brasil y Argentina. El gas natural es la materia prima que genera los mayores ingresos al país por exportaciones, junto a los minerales.
Mauricio Medinacelli, exministro de Hidrocarburos, sostiene que la caída que viene sufriendo el petróleo en los últimos meses tendrá sus efectos en una reducción de ingresos por exportaciones y por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH).
“¿Todos sufrirán por igual? La respuesta es no. El Tesoro General de la Nación (TGN) sufrirá menos, porque si bien los ingresos por IDH caerán, ello será compensado con un menor subsidio por la importación de diésel oíl y gasolinas”.
Quienes verdaderamente sufrirán son las gobernaciones, municipios, universidades – agregó Medinacelli—es decir, todos los que reciben dinero de las regalías e IDH, pues recibirán menos ingresos por coparticipación.
Sin embargo, debido a que los contratos de compra-venta de gas establecen periodos de pago trimestrales, el país sentirá los efectos en tres meses.
El coronavirus
Según el periódico El Mundo, de España, la pandemia de Covid-19 ha provocado una reducción drástica de las perspectivas de demanda para los próximos meses ante la caída de la actividad económica y las restricciones de los viajes.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pronostica que la reducción alcanzará un 6,8% este año con respecto a 2019, hasta situarse en una media de 92,82 millones de barriles al día; aunque casi peor son las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que aseguró la semana pasada que este será el peor año de la historia para el oro negro.
Hay una sobreproducción de oferta y la reducción de la demanda no solo ha desplomado los precios, sino que también ha llevado al límite la capacidad de almacenamiento de las empresas y centros logísticos en países como Estados Unidos. Y esta es ahora una de las principales preocupaciones.
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