A pesar de su impacto generalizado, investigar la contaminación del aire es complicado. Los gobiernos pueden no reportar datos, las empresas suelen ocultar las emisiones y los contaminadores explotan las lagunas regulatorias. Los periodistas de investigación desempeñan un papel clave en la exposición de esta mala conducta ambiental, una tarea en la que las herramientas de inteligencia de código abierto (OSINT) pueden ser de gran ayuda.