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El año 2015, los líderes de todo el mundo se reunieron para establecer un plan de trabajo en conjunto que tenía como objetivo erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte una “agenda de desarrollo sostenible”. Sin embargo, la pandemia ha profundizado las brechas para su cumplimiento y difícilmente esta situación podrá ser revertida en los próximos nueve años que restan para el cumplimiento de tales objetivos.

Buena parte de las causas de este problema tiene que ver con la crisis económica ahondada por la pandemia en el mundo, lo que ha dado lugar a que los niveles de pobreza aumenten y también el hambre en los grupos poblaciones más vulnerables. Esto a consecuencia de los confinamientos; pero sobre todo por el cierre de empresas, situación que indirectamente ha reducido considerablemente la posibilidad de consolidar un trabajo decente y el crecimiento económico de casi todos los países.

La pandemia también ha generado cambios estructurales en las planillas de las empresas y sin duda al no haber escuelas y guarderías  abiertas para los niños, muchas mujeres han tenido que dejar de trabajar para poder cumplir con la labor de compañía de sus hijos en casa, debilitando así el objetivo de la igualdad de género.

Por otro lado, la educación de calidad se ha visto comprometida al haber migrado a la digitalización de la misma. Esto no quiere decir que la educación virtual sea mala; sin embargo, no todas ni todos tienen acceso a la misma, sobre todo en los países en los que una niña, un adolescente o un joven no tienen acceso a internet y una computadora a bajo costo.

Cuando hablamos de desarrollo sostenible, por definición es que se pretende conseguir el “desarrollo”; pero garantizando que las futuras generaciones cuenten con los recursos con los que hoy nosotros disfrutamos.

En ese sentido, hace seis años establecieron esta importante agenda para que en 15 años de trabajo, se pudiera re-encaminar lo que se estaba haciendo mal en ese entonces para poder mitigar todos los impactos negativos en el medio ambiente y en la sociedad, pero ¿por qué si esta agenda era tan importante no todos la conocían?

La agenda 2030 que contiene 17 objetivos, hoy va perdiendo fuerza en algunos de ellos por la pandemia como se puede observar en la siguiente lista en la que estos están en rojo:

  1. Fin de la pobreza
  2. Hambre cero
  3. Salud y bienestar
  4. Educación de calidad
  5. Igualdad de género
  6. Agua limpia y saneamiento
  7. Energía asequible y no contaminable
  8. Trabajo decente y crecimiento económico
  9. Agua, industria, innovación e infraestructura
  10. Reducción de las desigualdades
  11. Ciudades y comunidades sostenibles
  12. Producción y consumo responsables
  13. Acción por el clima
  14. Vida submarina
  15. Vida de ecosistemas terrestres
  16. Paz, justicia e instituciones sólidas
  17. Alianzas para lograr los objetivos

Sin embargo, a pesar de que la pandemia definitivamente ha pegado muy fuerte en el plan de trabajo que concierne a todas y todos (gobernantes, empresas públicas y privadas, y sociedad en general), todos deberíamos aportar desde nuestro rol en la aplicación de estos objetivos y sus respectivas metas, porque solo cumpliendo esta agenda podremos garantizar que el mundo que vemos tal cual lo conocemos sea sostenible en el tiempo, sobre todo por amenazas tan fuertes como las que representan el cambio climático y el calentamiento global. Y aún hay mucho por hacer.

Pero no todo son malas noticias... Esta importante agenda  tiene aproximadamente una década de acción para impulsar y difundir todos los objetivos y metas, a fin de poder cambiar el rumbo de los resultados alcanzados hasta ahora.

Si bien los objetivos desfavorecidos por la pandemia están en una situación compleja de revertirse, tanto usted como yo podemos contribuir con nuestro granito de arena en los objetivos faltantes, haciendo cosas sencillas como:

  • Trabajar por impulsar las políticas y prácticas de salud y bienestar.
  • Concientizar a todo nivel para cuidar el medio ambiente en todos sus campos de acción.

Para esos objetivos dejaremos las columnas futuras para abordarlos a detalle y por separado.

La idea es que, si bien los objetivos desfavorecidos tienen un camino complejo hasta el 2030, eso no significa que no hagamos nada desde ahora…

La pregunta es: ¿Y qué podemos hacer?

Si usted trabaja en el sector privado

Usted es la fuerza laboral para mover la economía. Recuerde que el sector privado es el motor del crecimiento económico, yendo un poco más al detalle cuídese (contexto de la Covid-19) porque está en una situación beneficiada comparada con muchos que han perdido su trabajo en la pandemia y sobre todo que hoy están en condiciones desfavorables de vida.

Hay que trabajar, pero sobre todo hay que cuidarse.

Y si usted es empresario o empresaria, lo ideal sería que ayude a promover oportunidades económicas para los segmentos pobres, centrándose en los segmentos de la economía donde trabaja la mayoría de estas personas, a saber, las microempresas y las pequeñas empresas, y las que operan en la economía informal, sólo así se pueden disminuir las brechas de pobreza, otorgando trabajo digno y aportando al crecimiento económico; pero sobre todo siendo sostenible como organización.

Ahora tiene un desafío más y eso significa que debe proveer condiciones a sus trabajadores para que al menos bajo su control no se contagien con Covid-19 y le pongan el hombro a la empresa para reactivar la economía juntos.

Solo recuerde que si un trabajador se enferma y usted no ha cumplido su deber como empresario, por más que intente darle continuidad a su negocio, este se verá severamente afectado.

Si usted forma parte de la comunidad científica y académica

Este es un rol importante a la hora de concientizar sobre los efectos de la pobreza, la desigualdad y, sobre todo, a la hora de educar, pero la educación no entendida como mera transmisión de conocimientos, sino aquella que ayude a construir poco a poco a los futuros seres humanos que sean pensantes, creativos y, sobre todo, buenas personas que se preocupan por el cuidado de los demás, incluido, naturalmente, el medio ambiente, todo lo que le rodea.

La ciencia y la comunidad científica tienen que apoyar con su conocimiento, generando proyectos que ayuden a abordar cada uno de los objetivos.

¿Y, entonces, cuál sería estimado lector, lectora, su contribución en todo esto?

¿Es importante la opinión de la CIDH?

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