0

Camilo Arratia* //

En la era digital, los influencers han adquirido un rol central en la información y el entretenimiento en plataformas como Instagram, TikTok, YouTube y Facebook. Un influencer es una persona con una gran audiencia en redes sociales que comparte contenido sobre diversos temas, desde moda y tecnología hasta política y activismo.

En Bolivia, estos actores no sólo promueven productos, sino que también generan opinión y debate sobre temas de interés público, lo que puede ser una gran herramienta de concientización o, en algunos casos, una fuente de desinformación y estereotipos perjudiciales.

¿Cómo influyen en niños/as, adolescentes y jóvenes?

Los influencers pueden convertirse en modelos a seguir para niños/as adolescentes y jóvenes, fomentando hábitos positivos como la inclusión y la autoestima. Sin embargo, también pueden promover conductas poco saludables, como el consumismo excesivo, los estándares de belleza irreales o incluso discursos de odio.

En Bolivia, se ha visto un crecimiento en la cantidad de jóvenes que aspiran a ser influencers, buscando obtener regalos, reconocimiento y fama. Según un estudio realizado por el IPDRS e InternetBolivia.org (2024), los adolescentes de 18 a 24 años son los que más consumen contenido en redes como TikTok, lo que puede influir en su percepción de la realidad y en sus aspiraciones personales. La investigación revela que los temas más populares entre los influencers bolivianos son entretenimiento, comedia, retos y estilo de vida, dejando en menor medida contenido educativo o cultural (IPDRS, 2024).

¿Comparten información falsa?

El contenido que los influencers publican suele basarse en sus opiniones y experiencias personales, lo que no garantiza su veracidad.

En nuestro país, la desinformación en redes sociales ha sido utilizada para manipular la opinión pública, especialmente en períodos electorales o crisis sociales (IPDRS, 2024).

Un ejemplo reciente es la polémica generada por un expresentador de televisión en Bolivia y actual influencer de streaming, quien cuestionó el voto universal al afirmar que "la gente que vota debería estar preparada" (Correo del Sur, 2025). Este comentario se viralizó en redes sociales generando un debate sobre discriminación y acceso a la democracia. Entre los comentarios en redes, hubo una notable cantidad de mensajes de aprobación hacia sus declaraciones, lo que resalta la necesidad de fomentar el pensamiento crítico en los jóvenes para que analicen estas expresiones de manera reflexiva.

También, a inicios de este año, se generó un gran revuelo por la llegada de "Speed" a Bolivia, una celebridad internacional de Internet que provocó aglomeraciones masivas y caos en su visita. Su evento terminó abruptamente por problemas de conexión, dejando a muchos seguidores frustrados. Incluso, en tono de broma, se mencionaron problemas en entornos familiares debido a la gran expectativa generada (Infobae, 2025). Estos eventos demuestran el impacto significativo que pueden tener los influencers en la vida cotidiana de los y las jóvenes bolivianas y cómo su presencia en redes puede generar reacciones desproporcionadas.

Los influencers, debido a su gran alcance, pueden hacer que este tipo de información se viralice rápidamente. Un ejemplo común en Bolivia son las fake news sobre temas políticos o de salud, como pasó con el Covid-19.

¿Existen riesgos de seguir a ciertos influencers?

Si bien muchos influencers comparten contenido positivo y educativo, algunos pueden difundir ideas perjudiciales como el machismo, la misoginia o el odio hacia ciertos grupos sociales. Por ello, es fundamental que, como sociedad, desarrollemos criterios claros para discernir la veracidad de la información que circula en redes, especialmente para proteger a la población más vulnerable.

En Bolivia, se ha observado que algunos jóvenes adoptan discursos violentos o discriminatorios inspirados en influencers que promueven ideas extremas. Además, el estilo de vida "perfecto" que muestran puede hacer que sus seguidores sientan que deben imitar estas conductas para ser aceptados (IPDRS, 2024).

Fomentando el pensamiento crítico en niños, adolescentes y jóvenes

En un mundo donde las redes sociales moldean opiniones y comportamientos, es crucial que niños, niñas, adolescentes y jóvenes desarrollen habilidades de pensamiento crítico. La educación digital debe promover la capacidad de cuestionar, analizar y verificar la información que consumen, evitando aceptar sin reflexión todo lo que ven en redes. Acompañar su proceso de aprendizaje, dialogar sobre sus referentes en Internet e incentivar la investigación personal son estrategias clave para fortalecer su criterio. De esta manera, se les dota de herramientas para navegar el entorno digital con responsabilidad, diferenciando entre contenido valioso y mensajes que pueden ser engañosos o dañinos.

Conclusión

Los influencers pueden tener un impacto positivo o negativo en la sociedad, dependiendo del contenido que compartan y de cómo los consumidores lo interpreten. En Bolivia, donde el acceso a Internet sigue en expansión, es fundamental educar a niños, niñas y jóvenes en el uso responsable de las redes sociales. Fomentar el pensamiento crítico y acompañar su navegación en internet es clave para prevenir riesgos y aprovechar las oportunidades que brinda el mundo digital.

Referencias

  • Correo del Sur. (2025, 10 de febrero). La gente que vota debería estar preparada: Presentador desata polémica por cuestionar el voto universal. Recuperado de https://correodelsur.com
  • Infobae. (2025, 29 de enero). Speed en Bolivia: Aglomeración, paseo en caballo y un cierre abrupto por mala conexión a internet. Recuperado de https://www.infobae.com
  • IPDRS & Internet Bolivia. (2024). Creadores de contenido en Bolivia: ¿A quién influencian las y los influencers?. Fundación McKnight.

*Camilo Arratia es analista de proyectos y metodologías de la Fundación InternetBolivia.org

_____________________

La opinión de cada columnista de Guardiana no representa la línea editorial del medio de información. Es de exclusiva responsabilidad de quien firma la columna de opinión.

La educación aplazada y un derecho pendiente

Noticia Anterior

Acreditaciones y libertad de prensa

Siguiente Noticia

Comentarios

Deja un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *