0

La resolución de controversias mediante Inteligencia Artificial (IA) pasó de ser una escena en una película de ciencia ficción a una realidad que promete introducirse paulatinamente en la vida cotidiana, reemplazando en algunas tareas al ser humano por el software.

Sin ir muy lejos, en la actualidad, las famosas plataformas digitales: PayPal y eBay resuelven simples disputas de sus clientes a través de la IA.

Sin lugar a dudas, la IA puede realizar muchas tareas que lleva a cabo el ser humano (no todas), de manera más eficaz, concisa, veraz y completa.

Siguiendo el curso del presente análisis surge la siguiente interrogación: ¿Cuáles son aquellas tareas en las que un software puede reemplazar al humano en un arbitraje internacional?

La predicción legal: A futuro, se prevé introducir herramientas de predicción legal que logren determinar, con base en la revisión y análisis de cuantiosas resoluciones judiciales, la probabilidad de éxito de una demanda arbitral presentada ante una corte internacional de arbitraje.

Para las partes mismas del arbitraje, la herramienta de predicción les permitirá tomar mejores decisiones al momento de decidir por un arbitraje. Asimismo, permitirá que los inversionistas que cubren los gastos de un arbitraje mediante fondos de financiamiento, como ser LexFinance, tomen un riesgo adecuado.

La definición del acuerdo arbitral: La IA puede revisar contratos extensos y a detalle con mucha precisión, coadyuvando en la elaboración de un óptimo acuerdo arbitral, libre de errores, delimitando el mejor foro y las reglas de arbitraje, aplicables al caso en concreto.

Muchas veces, durante la elaboración de los contratos, suele postergarse la redacción de la cláusula arbitral para el final. Cuando existen plazos apretados, el aplazamiento de la cláusula arbitral puede provocar que no se escojan las mejores alternativas para la misma.

Por lo tanto, la IA también puede ser de gran ayuda cuando existen cortos plazos, garantizando que los intereses del cliente estén protegidos.

La elección de los árbitros: La IA tiene la habilidad de tomar decisiones con base en el procesamiento de cantidades importantes de información, con mayor celeridad que un cerebro humano. En este sentido, la IA puede escoger al mejor arbitro internacional de acuerdo con las características del caso en específico y según la disponibilidad del propio árbitro.

La etapa probatoria: En la fase comúnmente denominada como “Discovery Arbitral”, la IA podrá revisar la información producida durante esta etapa a fin de examinar la relevancia y legalidad de su contenido y de su alcance

Asesoramiento para realizar el cálculo de daños: Si bien aún es difícil sustituir al humano en su capacidad de establecer los daños, en la actualidad existen aplicaciones que proporcionan un mapa que asegura que los árbitros no pierdan de vista algunos inconvenientes o que no tengan los datos que necesitan para realizar el cálculo de daños.

Reconocimiento y ejecución del laudo arbitral: Permite examinar los laudos arbitrales para determinar sus posibilidades de reconocimiento y ejecución. La aplicabilidad de la IA durante esta fase consiste en identificar si el tribunal arbitral ha cumplido con el formato procesal requerido para el laudo y si se ha atendido a todas las cuestiones planteadas por las partes en sus escritos.

Asimismo, la AI puede ayudar a los árbitros a evaluar la conformidad del laudo con las normas del orden público de la sede del arbitraje o de los posibles lugares de ejecución del laudo, con la finalidad de cumplir con su deber de dictar un laudo ejecutable.

La resolución de disputas por parte de robots: El uso de árbitros robots es uno de los temas que más inquieta. En la actualidad, esta práctica no ha sido insertada en la institución del arbitraje, considerando que hasta el momento no se logra reemplazar el análisis de las circunstancias individuales y específicas que hacen a cada caso.

De hecho, existen condiciones muy particulares y una comprensión muy profunda del negocio, que llevan a los tribunales arbitrales a tomar sus decisiones. El uso de árbitros robots implicaría “estandarizar aspectos del arbitraje”, que, según el reconocido economista Dellepiane, es algo incompatible considerando la particularidad de los hechos que hacen a una disputa.

Finalmente, más allá de los desafíos que aún presenta el uso de la IA en el arbitraje internacional, definitivamente esta tecnología tiene el poder de reforzar la legitimidad de dicha institución como una mejor plataforma para adjudicarse las disputas de la comunidad empresarial global. Por lo tanto, el uso de la IA debe ser considerado como una herramienta y no como una amenaza, una especie de arma, al servicio del humano, que le permite integrar sus habilidades y perfeccionar su trabajo.

El Estado Plurinacional, en la bruma

Noticia Anterior

La ciudad triste

Siguiente Noticia

Comentarios

Deja un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *