El domingo 11 de diciembre, el Rectorado de la Universidad Mayor de San Simón, a través del periódico Los Tiempos, sección Clasificados, se dirigió a la comunidad universitaria y a la opinión pública en general para hacer conocer “la delicada situación económica y financiera” por la que actualmente atraviesa. Después de varias consideraciones, al final de la publicación se “declara en estado de emergencia y movilización general hasta conseguir la asignación financiera suficiente que permita la culminación de la gestión 2022”.
Lo que el Rectorado no dice con claridad es que a la fecha —15 de diciembre de 2022— no se canceló el salario del mes de noviembre ni a docentes ni administrativos, y no se dice nada de lo que pasará con el salario de diciembre y el aguinaldo. Recién el 11 de diciembre se rompió el silencio y se dio a conocer la difícil situación económica y financiera de la UMSS, obviando a la Federación Universitaria Docente (FUD) y al Sindicato de Trabajadores de la Universidad Mayor de San Simón (SITUMSS), a quienes seguramente luego insistirán en plegarse al estado de emergencia y movilización general, de manera vertical y autoritaria.
Las autoridades universitarias, a partir del 17 noviembre y durante dos semanas, dedicaron atención al III Congreso Universitario, con observaciones y descontento de la FUD que cuestionó la decisión de crear dos vicerrectorados, el de investigación y de posgrado, crear diez direcciones universitarias, además de aprobar la reelección de las autoridades, sabiendo que hay una crisis económica y financiera que fue observada por el Ministerio de Economía en gestiones anteriores, el que recomendó que no se incrementen más cargos ni en la docencia ni en el sector administrativo, lo que no fue tomado en cuenta por la administración rectoral.
Aunque no hay una información oficial sobre el Nuevo Estatuto Orgánico de la UMSS, en el sector administrativo se observa que si bien se decidió reponer al Tribunal de primera, segunda instancia y de apelación, que no tuvo vigencia en el anterior Estatuto, hay total descontento porque en esos tribunales no participa una representación del sector administrativo, a pesar de que juzgarán faltas de este sin tener presencia en los mismos.
En general, los resultados del Congreso han generado dudas e incertidumbre porque no se han tomado decisiones que contribuyan a mejorar la formación académica. La discusión ha estado centrada en el interés de crear dos vicerrectorados y direcciones universitarias donde el rector nombra a dedo a las futuras autoridades —personas de su entera confianza— que luego permitirán la reelección del Rector, Vicerrector, Decano y directores académicos cada cuatro años. Hubieran querido que sea cada cinco años.
Está claro que la participación de los docentes extraordinarios en el Congreso, fruto del referéndum convocado por las autoridades, fue también una medida política. En el nuevo Estatuto ya no existirán docentes titulares ni extraordinarios. Al respecto, “se reconocen los derechos políticos de todos los docentes con derechos laborales consolidados en la UMSS” y para tal efecto, se crea un nuevo escalafón, en el que los docentes en ejercicio y con derechos laborales ya consolidados, ingresarán de acuerdo a los siguientes requisitos: a) los docentes titulares serán recategorizados, b) los docentes extraordinarios que habiendo ingresado a través de un proceso de admisión y selección docente anterior al de la titularización, ingresarán en el segundo nivel del escalafón, c) Los docentes no contemplados en los anteriores incisos, ingresarán al nivel inicial del escalafón docente, pudiendo ascender progresivamente en el siguiente nivel inmediato”, todo sujeto a posterior reglamentación. Ya no se incluyen procesos de titularización. En el anterior Estatuto se requería de un proceso exigente para optar por la titularidad.
Los docentes que siguieron el desarrollo del Congreso, a través de la Unidad de Comunicación de la FUD, pudieron conocer de primera mano los aportes de los congresales que plantearon diferentes propuestas sometidas a votación, con la primacía de los estudiantes para aprobar o rechazar los artículos del Estatuto. Ahora el sector docente propone que el nuevo Estatuto se someta a referéndum para validar la nueva propuesta, puesto que existe la percepción de que hay un manejo interesado por parte de las autoridades, quienes tienen el propósito de armar una estructura que asegure la continuidad de las autoridades en puestos estratégicos, medida política irracional en el ámbito universitario.
La falta de cancelación de salarios de noviembre, después de diciembre y el aguinaldo, más la socialización de la modificación del Estatuto Orgánico de la UMSS serán los temas de conflicto entre el Rectorado, la FUD y el SITUMSS, que puede empañar un trabajo en conjunto para superar los problemas económicos y financieros que hoy tiene la universidad. No ocurre lo mismo en la Universidad San Francisco Xavier y la Universidad Autónoma Tomás Frías que tienen garantizado su presupuesto para el pago de salarios de la gestión 2022 y no requieren de una subvención extraordinaria que San Simón necesita para concluir el año. Será necesario un análisis crítico y comparativo entre el Estatuto Orgánico aprobado hace 33 años y el que se pondrá en vigencia en la próxima gestión académica.
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