El sonido de la bocina de un carro, la música estridente en una discoteca o una fiesta, una motocicleta o los ruidos emitidos en una construcción parecen normales al vivir en una ciudad, pero todo esto se considera contaminación acústica, con efectos perjudiciales para la calidad de vida y la salud en varios aspectos.
Las fuentes que provocan ruido pueden dividirse entre aquellas que por sus altos niveles pueden dañar el órgano auditivo y otras que con niveles más bajos pueden molestar o afectar la salud psicosomática del individuo. Para medir un sonido (ruido) se debe tener en cuenta tres magnitudes importantes relacionadas todas con su agresividad. En primer lugar, se encuentra la intensidad; es decir, su «nivel» que está asociado a la cantidad de energía empleada para generarlo, que se mide en decibelios (dB), la «frecuencia» de exposición del ruido y la «duración» de la exposición, para saber el nivel de contaminación del ruido se debe tener en cuenta estas tres magnitudes fundamentales.
Los niveles sonoros pueden ir de 0 hasta 150 dB, abarcando desde sonidos ligeros (el silencio relativo) hasta niveles de daño inmediato al oído humano. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como ruido cualquier sonido superior a 65 decibelios (dB). En concreto, dicho ruido se vuelve dañino si supera los 75 dB y doloroso a partir de los 120 dB. Por lo tanto, se recomienda no superar los 65 dB durante el día y para que el sueño sea reparador el ruido ambiente nocturno no debe exceder los 30 dB.
Causas de contaminación acústica
El oído humano normal puede detectar sonidos que oscilan entre 0 dB (umbral de audición) y alrededor de 150 dB, los sonidos entre 120 dB y 140 dB causan dolor (umbral de dolor). Para tener una idea de lo peligrosos que pueden ser, enumero a continuación algunas con las que usted se enfrenta probablemente todos los días:
Trafico de los automóviles en las ciudades. Esta es una de las fuentes principales de ruido molestoso en una ciudad, la bocina de un auto ronda alrededor de 90 dB y el de un autobús en 100 dB.
Ruidos de obras en construcción. Al pasar por edificios en construcción, usted puede escuchar golpes, taladros y aparatos eléctricos que cortan cerámica, esto puede llegar a producir como 110 dB.
Música a volumen elevado como el de discotecas o restaurantes. Pueden producir niveles de 100 dB, pero debe tomar en cuenta que en estos lugares usted se expone más tiempo, por lo cual pueden generar más daño.
Animales. El ruido que hacen los animales puede pasar desapercibido, pero un perro aullando o ladrando, puede producir alrededor de 60-80 dB.
Entre los sonidos más altos e intolerables se encuentran: Un cohete espacial a corta distancia (140 dB), un avión al despegar a 25 metros (130 dB), música amplificada de un concierto de rock (130 dB), este es el umbral de dolor, es decir que con este nivel de ruido puede comenzar a dolerle el oído), un taladro de pavimento (110 dB). Un nivel de 150 dB puede producir perforación de tímpano (el sonido del estallido de una bomba o dinamita).
¿Qué daños puede provocar sobre la salud?
Todos los días, no exponemos a sonidos en nuestro ambiente, como los que vienen del televisor, los audífonos, los aparatos electrodomésticos y el tráfico. Normalmente oímos estos sonidos a niveles que no afectan nuestra audición. Sin embargo, los ruidos muy altos pueden ser dañinos, aunque duren poco o bien los ruidos moderadamente intensos si son repetidos. Estos ruidos pueden dañar las estructuras delicadas del oído interno, causando pérdida de audición inducida por el ruido.
La pérdida de audición inducida por el ruido puede ser inmediata o puede tomar mucho tiempo hasta que uno la note. Puede ser temporal o permanente y puede afectar uno o ambos oídos. Aun cuando usted no pueda notar que está dañando su audición, podría tener problemas en el futuro. Por ejemplo, tal vez no pueda entender a otras personas cuando le hablan, sobre todo por teléfono o en un lugar ruidoso. Aunque no sabemos cómo le podría afectar el ruido en el futuro, sí sabemos que la pérdida de audición inducida por el ruido se puede prevenir.
La exposición a niveles dañinos de ruido puede ocurrir a cualquier edad. Las personas de todas las edades (incluyendo niños, adolescentes, adultos jóvenes y personas mayores) pueden desarrollar pérdida de audición inducida por el ruido. Según estudios del CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los EEUU) por lo menos el 6% de los adultos menores de 70 años y el 24% de los mayores de 70 años, tienen pérdida de la audición por exposición a ruidos fuertes. Fue sorprendente que un 17% de adolescentes sometidos a pruebas de audición, estas sugirieron pérdida de la audición en algún grado por exposición a ruidos fuertes.
La pérdida de audición inducida por el ruido puede ocurrir de una sola vez por un sonido intenso, como el de una explosión. También puede ocurrir poco a poco por la exposición continua a sonidos fuertes, como los ruidos generados en una carpintería u obras de construcción, exposición frecuente a audífonos a volumen alto, tocar en una banda o ir a conciertos con música a volúmenes altos.
¿Cuáles son las señales de que puede estar perdiendo la audición?
Cuando se expone a ruidos fuertes durante un período largo de tiempo, es posible que poco a poco comience a perder la audición. Como el daño causado por la exposición al ruido suele ser gradual, tal vez no lo note o tal vez ignore las señales de la pérdida de audición hasta que sean más notables. Con el tiempo, los sonidos pueden distorsionarse o escucharse débiles. Es posible que resulte difícil entender a otras personas cuando le hablan o que tenga que subir el volumen del televisor. El daño que ocurre en la audición por causa del ruido, combinado con el envejecimiento (que normalmente comienza a aparecer desde los 50 años), puede resultar en una pérdida de audición grave. Tal vez necesite audífonos que amplifiquen los sonidos a su alrededor para poder oír, comunicarse y participar más plenamente en las actividades diarias.
La pérdida de audición inducida por el ruido también puede ser causada por el ruido de estallidos extremadamente altos, tales como disparos o explosiones. Estos pueden romper el tímpano o dañar los huesecillos en el oído medio. Este tipo de pérdida de audición inducida por el ruido puede ser inmediata y permanente.
La exposición al ruido fuerte también puede causar tinnitus (ruidos como de un pitido o zumbido en su oído). El tinnitus puede desaparecer con el tiempo, pero a veces puede continuar —de manera constante u ocasional— a lo largo de la vida. La pérdida de audición y el tinnitus pueden ocurrir en uno o ambos oídos.
A veces la exposición a ruidos fuertes impulsivos o continuos provoca una pérdida de audición temporal que desaparece entre unas 16 a 48 horas más tarde. Las investigaciones recientes sugieren, sin embargo, que a pesar de que la pérdida de audición aparenta desaparecer, a largo plazo puede haber daño residual de la audición.
¿Cuáles son las soluciones para reducir la contaminación acústica y prevenir la pérdida de la audición?
Dos factores importantes para proteger la audición son mantener una distancia entre el punto de origen del sonido y usted, y limitar por cuánto tiempo se expone al sonido. Una regla práctica es evitar sonidos que sean “demasiado altos” y que estén “demasiado cercanos”, o que duren “demasiado tiempo”.
La pérdida de audición inducida por el ruido es el único tipo de pérdida de audición que es totalmente prevenible (la pérdida de audición por envejecimiento no se puede prevenir). Por lo tanto, la concientización de la ciudadanía es fundamental para vencer a este enemigo invisible, si usted comprende cuáles son los riesgos del ruido y cómo practicar una buena salud auditiva, podrá proteger su audición. A continuación, algunas recomendaciones para este propósito:
- Debe estar consciente de que la exposición a ruidos fuertes produce daño de la audición
- Baje el volumen, escuche a niveles seguros. Los niveles por debajo de 70dB son seguros. Actualmente existen apps gratuitas como NIOSH Sound Level para su celular que le permiten medir con precisión la intensidad de los ruidos a su alrededor, incluso modular el nivel de volumen de su televisor o sus auriculares para escuchar música.
- Limite el uso de auriculares para escuchar música y si lo hace hágalo a un volumen bajo
- Puede usar tapones cuando haga actividades con ruido excesivo o su trabajo implique exponerse a ruidos fuertes.
- Si no puede reducir el ruido, protéjase o aléjese de él.
- Esté alerta a ruidos peligrosos en el entorno.
- Proteja los oídos de los niños que sean demasiado jóvenes para protegerse ellos mismos.
- Hágase una prueba auditiva con un profesional otorrinolaringólogo si piensa que podría tener pérdida de audición
Aunque en Bolivia la Ley de Medio Ambiente establece que las obras urbanas deben contar con una evaluación de impacto ambiental y no deben pasar de los 65 dB. Un 80% de las construcciones de la ciudad de La Paz emiten sonidos fuera de la norma y generan contaminación acústica que sobrepasa los límites sonoros permisibles; es decir, como siempre las normas existen en nuestro país, pero son un saludo a la bandera porque nadie las cumple, por esta razón todas las personas debemos tomar los recaudos necesarios para protegernos y evitar el daño de nuestra capacidad auditiva por el ruido.
Lamentablemente casi todas las pérdidas auditivas relacionadas con el trabajo son permanentes y pueden tener un profundo impacto en la calidad de vida, la pérdida de audición puede conducir a la pérdida del disfrute, cuando todos los sonidos que queremos escuchar (música, la voz de un ser querido) se silencian y pierden calidad. Por todo esto espero que usted tome conciencia de lo dañino que puede ser exponerse a los ruidos fuertes en su cotidiano vivir; protéjase y proteja a los suyos.
Dr. Héctor Mejía Salas, M.Sc.
Pediatra Magister en Epidemiología Clínica
Profesor Titular de Pediatría UMSA
Jefe de Enseñanza e Investigación Hospital del Niño
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