Guardiana (Bolivia)
Lunes 25 de mayo de 2020.- La pandemia del coronavirus obliga a los docentes de las universidades públicas a realizar una reingeniería del contenido de las materias que dictan para traducirlas a la modalidad virtual. Es más, expertos consideran que una materia debe ser modular, de alrededor de mes y medio, ya no semestral o anual, como hasta ahora.
El Centro Psicopedagógico y de Investigación en Educación Superior (Cepies) cuenta con un laboratorio virtual de producción multimedia en el cual apoyan a los docentes a elaborar sus clases virtuales que, a la vez, deben ser dinámicas para no cansar a los estudiantes.
Servicio gratuito
Este laboratorio tiene la posibilidad de grabar tanto en audio, tipo podcast, y también videos. Se graba a los docentes dictando sus clases en un set que tiene una pared blanca, color estándar en la educación, a la vez que digitalmente se van insertando gráficos y videos, según los requerimientos.
El Cepies, que es parte de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), implementó este laboratorio en 2019 y, hasta la fecha, apoyó a los docentes de postgrado; sin embargo, ahora también está abierto para los docentes de pregrado. “Voluntariamente los docentes se pueden acercar”, informó su director Xavier Salazar Paredes, quien aclaró que este servicio no tiene costo.
Una clase dinámica
A diferencia de las clases virtuales con soporte estático como el Moodle o Classroom, donde se colocan textos en Word, PDF o Excel, algunos con letra pequeña lo que hace que el estudiante se canse y no llegue a captar el contenido de la materia, el Cepies prepara a los docentes para que ese texto plano se vuelva dinámico, explicó Salazar, quien tiene un doctorado en Economía Social y experiencia en Educación Superior y Posgrado.
“El docente no está obligado a conocer todos los avances tecnológicos que hay. Por eso en este laboratorio virtual tenemos expertos en movimiento, expertos en sonido, expertos en utilizar todos los software que hay para hacer una presentación dinámica. El docente que conoce su materia va al laboratorio y le ayudamos a traducir su clase tradicional a virtual”.
Xavier Salazar, director del Cepies
¿Cuánto debe durar una clase virtual?
Al tener la modalidad a distancia, por internet, se considera que las clases deben durar entre 20 minutos y no más allá de 45 minutos para evitar el cansancio de las personas que están asistiendo a las mismas.
“No son tiempos exactos, hay docentes que cuando hacen una exposición interesante y atractiva pueden llegar a dar hasta una hora de clase. Lo que se recomienda es no pasar de la hora, en ese caso es preferible dividir ese contenido”, acota Juan Ramón Aguilar, técnico de Cepies que diseñó el laboratorio.
Asesoría
No solo es la parte técnica la que brinda esta entidad académica, también asesora a los docentes.
“Cuando le decimos al docente que su clase la vamos a traducir a virtual y darle dinamismo, el docente trabajará del doble del tiempo que usa para una clase presencial, porque vamos a exprimir todo su conocimiento, a traducir a esa clase y vamos a grabar todo su módulo”.
Xavier Salazar, director del Cepies
La ventaja de las clases virtuales es que trascienden fronteras, ya no llegan únicamente a estudiantes de La Paz, sino de cualquier punto de Bolivia e incluso en otros países.
Gracias a un convenio
Salazar informó que el laboratorio virtual de producción multimedia se implementó a partir de un convenio con la Universidad de Bremen, de Alemania, entidad que compartió sus experiencias con Cepies.
El laboratorio ha generado interés de docentes de diversos países, por ejemplo, vinieron a conocerlo profesores de Brasil, Alemania, México; y localmente, los docentes de la Universidad de Caranavi, que también es parte de la UMSA.
Este espacio también tiene la capacidad de transmitir las clases por streaming, es decir por un canal privado que tiene el Cepies, pero por internet, lo que permite interactuar con los estudiantes y también realizar el repris de las clases, en diversos horarios.
Apoyo a pregrado
Desde el mes de abril, el Cepies brinda apoyo a los docentes y auxiliares de pregrado de la UMSA, junto a la Dirección de Tecnologías y Información y Comunicación (DTIC), para capacitarlos por la vía virtual en cuanto a educación a distancia, metodologías didácticas y pedagógicas, además del manejo de la plataforma virtual.
“Se hizo un plan piloto, hemos entrado un poco tibios, pensábamos que se iban a inscribir 300 docentes, pero nos han rebasado y han entrado más de 1.500 personas”, dijo Salazar, quien anunció un nuevo curso a partir de esta semana e incluso una tercera versión considerando que la UMSA supera los 3.000 docentes y tiene unos 1.500 auxiliares.
El Cepies cuenta con ocho docentes especializados en educación a distancia. “Ellos –comenta Salazar– transmiten todo su conocimiento a través de estos cursos, se toma la pedagogía, metodología, son expertos en educación a distancia que implica conocer los instrumentos del Moodle, cómo usar la plataforma, cómo bajar del internet aplicaciones, la dinámica de las clases depende de qué tipo de especialidad están queriendo dar”.
Técnicas reflexivas y de profundidad
Ahora que los docentes deben dar sus clases a distancia es importante que cuenten con un documento base de trabajo, además de impulsar técnicas reflexivas y de profundidad, sugiere Patricia Brieguer, quien es docente del Cepies, con posdoctorado en Arquitectura, Ambiente y Patrimonio Cultural por la Universidad de Basilicata, Italia.
El desafío es dejar de lado la formación plana de los cursos de Moodle, sino lograr que el docente esté en el aula y tenga los recursos tecnológicos para desarrollar en el estudiante capacidades y competencias que no conoce.
“No puede el docente ingresar al aula virtual, sea zoom u otro soporte, y hablar y hablar. Tiene que trabajar con un documento básico de información que el estudiante pueda verlo antes y pueda traer preguntas y análisis, y a partir de ese libro básico puedan salir nuevas interrogantes y nuevos análisis sobre la problemática que se está hablando”.
Patricia Brieguer, posdoctora docente del Cepies
Como los estudiantes son nativos digitales, añade Brieguer, no tienen problema en sumergirse en las nuevas tecnologías de la información y comunicación, por lo cual el docente tiene que hacer un gran esfuerzo para ir un paso adelante, con clases preparadas con creatividad.
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“El docente debe tener la valentía de hacer ese cambio en su formación, debe dar un paso adelante. Ahora está en su zona de confort. Tiene que salir de ahí porque las condiciones están obligando al docente a hacer cambios fundamentales”.
Curso para formadores
En opinión de Brieguer, hace falta un curso de formación de formadores y en el camino surgirán las necesidades de tiempo y de intensidad, por el momento en el que se vive las respuestas deben ser rápidas.
“No se trata de dar el curso para que sepa operar el zoom, sino para que el docente con todos sus recursos técnicos de formación y de profundidad de la disciplina pueda vaciar a un modelo on line su clase, la idea es que vacíen su formación académica en programas mucho más ágiles y que estén de acuerdo con los requerimientos on line”.
Equipo de más de 200 docentes
- El equipo multidisciplinario del Cepies tiene más de 200 docentes, de los cuales 60 tienen doctorado, con especialidad en diferentes disciplinas como Educación Superior, Psicopedagogía, Proyectos y Evaluación, Investigación Cuantitativa, Investigación Cualitativa, entre otros, según el subdirector Gabriel Balta.
- Esta entidad ya tiene 32 años, nació a iniciativa de la UMSA para capacitar a los docentes. Luego fue diversificando sus programas ya no solo en Humanidades y Ciencias Sociales, sino también en Economía, Ingeniería y Medicina. Desde hace 12 años que incursionó con las clases virtuales.
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