Por Miriam Telma Jemio (Bolivia)
Lunes 23 de septiembre de 2019.- Un armadillo, un oso bandera gigante, un ciervo de pantano y un chancho de monte fueron hallados quemados en una hectárea del área protegida Otuquis, ubicada en el departamento de Santa Cruz. Si se multiplica por todo lo que ha sido devorado por el fuego, es alta la cantidad de animales que han muerto, dice el biólogo e investigador Huáscar Bustillos.
“Dense cuenta -dice el biólogo- del impacto tan fuerte que ha tenido esta área protegida y solo estamos hablando de mamíferos grandes. No hemos tomado en cuenta a los micromamíferos, marsupiales, roedores, ni anfibios y reptiles. Es terrible”.
San Matías, ubicada también en la región cruceña, es otra de las áreas protegidas nacionales afectadas por los incendios en el Pantanal y la Chiquitanía, y que aún no se ha logrado sofocar en su totalidad. Allí llegó Bustillos para realizar también un levantamiento de datos sobre el impacto en la flora y fauna.
“Hace una semana atrás (la segunda semana de septiembre), hemos encontrado dos nidos de paraba azul. Justo esta época coincidió con el ciclo de reproducción y hay preocupación por su sobrevivencia”, explicó el biólogo. El fuego ya afectó más del 30 por ciento del área protegida, la mayor parte es en la zona de reproducción de la paraba azul.
Las áreas protegidas Otuquis y San Matías no solo tienen en común el fuego que mató a su flora y fauna en miles de hectáreas, sino que ambas han sido categorizadas como humedales de importancia internacional debido a las funciones ecosistémicas que desempeñan principalmente en la provisión de agua dulce.
Ambas áreas naturales son ricas en biodiversidad. San Matías, por ejemplo, es el único lugar donde se encuentra a la paraba azul y en Otuquis está el de ciervo de los pantanos que puede llegar a medir con sus astas más de 1,60. Pero también se puede encontrar al jaguar, a los osos banderas y osos hormigueros.
También le preocupa a la bióloga Gabriela Tavera que se hayan perdido especies que quizás no se conocían todavía y que es posible que no se las pueda recuperar.
Por eso la gran preocupación de activistas y académicos cuando llegó el fuego a esas áreas. La bióloga Tavera alertó, el 25 agosto en sus redes sociales, sobre cómo el fuego acababa con miles de hectáreas. Según sus datos, en el Distrito Charagua, donde existe un bosque chaqueño transicional, 50 mil hectáreas fueron consumidas por el fuego.
En el Distrito Puerto Busch y San Juan, donde hay sabanas con islas de palma blanca, paratodales (alcornoque), se quemaron 45 mil hectáreas. Justo ocurrió en el Pantanal, el sitio Ramsar, el mayor sitio de agua dulce del mundo.
“En un solo día, 50.000 hectáreas se quemaron en Otuquis. (…) Seis guardaparques estaban combatiendo un muro de fuego de 40 kilómetros”, dijo a un medio local.
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¿Cuál es la importancia de los humedales?
Los humedales son áreas naturales que proveen agua potable y suelos fértiles a la agricultura; regulan los regímenes hidrológicos; estabilizan el clima local; ayudan a recargar los acuíferos y a purificar el agua. Son sumideros de carbono (mitigación del cambio climático) y albergan a especies migratorias.
Bolivia es el país con más grande extensión de humedales en el mundo. Estos ecosistemas enfrentan una serie de amenazas, principalmente por la contaminación, la agricultura extensiva, el sobrepastoreo, la minería, la deforestación, la sobreexplotación de recursos hídricos, la introducción de especies exóticas e invasoras, el turismo no regulado y el cambio climático.
Humedales bolivianos de interés internacional
Bolivia cuenta con 11 humedales de interés internacional que han sido declarados sitio Ramsar. La Convención sobre los Humedales, llamada la Convención de Ramsar, es el tratado intergubernamental que ofrece el marco para la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.
En el departamento de Santa Cruz se encuentran cuatro de ellos: El Pantanal (dentro del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Pantanal Otuquis), el Palmar de las Islas Salinas de San José y los Bañados del Izozog y el río Parapetí (PN y ANMI Kaa Iya del Gran Chaco) y laguna Concepción (en el área protegida y UCPN Departamental Laguna Concepción), de esta última no se conoce aún si fue afectada por los incendios que persisten en ese municipio, por más de un mes.
Los otros sitios Ramsar son: Los Lípez, lago Titicaca (sector boliviano), Cuenca de Tajzara, las Salinas de San José, lagos Poopó y Uru Uru, río Blanco, río Matos y río Yata.
“Los humedales son esenciales para ofrecer servicios ecosistémicos relacionados con el agua, como son el suministro de agua potable para el consumo, agua para la agricultura, agua de refrigeración para el sector energético y regulación del caudal de agua (por ejemplo, regulación de crecidas)".
Convención de Ramsar
Junto con el papel que desempeñan en el control de la erosión y el transporte de sedimentos, los humedales también contribuyen a la formación de tierras y, por lo tanto, a la resiliencia ante tormentas. Dan, además, una amplia variedad de servicios que dependen del agua, como la producción agrícola, la pesca y el turismo”.
Ecoregiones el panatala de Otuquis y San Matías, forman parte de un solo ecosistema de una región del pantanal que se comparte con Brasil. Ambas áreas protegidas son sitios Ramsar, eso quiere decir que tiene una alto valor y tienen una legislación internacional, deben seguir un protocolo para su conservación porque son áreas estratégicas del mundo sobre todo por el recurso hídrico, explica Bustillos.
A futuro
“La única forma de conocer el grado del impacto en esas áreas es hacer una evaluación en campo para contar con un informe científico-técnico que diga cuáles han sido los daños, cuál es la mejor forma de recuperar o regenerar, o si se debe esperar a ver si puede reponerse”, señala Bustillos.
En tanto los
incendios continúen, es incierto el futuro de estos humedales y otras áreas protegidas
afectadas y también de los animales que sobrevivieron como la osa hormiguera Valentina,
nombre que le pusieron en el refugio de Aguas Calientes, que logró sobrevivir
tras estar en un coma por las severas quemaduras que sufrió en sus patas.
La osa hormiguera llegó desde el Parque Nacional Otuquis, ubicado en el municipio de San Matías, en estado crítico al refugio temporal de animales habilitado en Aguas Calientes, Roboré. Tenía quemaduras de tercer grado en sus extremidades, un cuadro de desnutrición y deshidratación. Los biólogos y veterinarios que la atendieron veían poco probable que sobreviviera.
Su cuadro clínico era muy grave, según Raúl Rojas, responsable del Programa de Biodiversidad de la Gobernación de Santa Cruz. Tras pasar un tiempo en coma profundo logró estabilizarse y con un tratamiento intravenoso se recuperó. Ahora está en la ciudad de Santa Cruz, en un centro de animales donde recibirá tratamiento especializado hasta su recuperación total. Rojas manifestó que es posible que Valentina vuelva a Aguas Calientes para su readaptación y posterior reinserción a su hábitat natural, el área protegida Otuquis.
En los últimos 25 días, el equipo de biólogos y veterinarios del refugio de Aguas Calientes habilitado temporalmente en Roboré, ha atendido a más de 40 animales de diferentes especies afectados por los incendios en la Chiquitanía, que aún no han sido apagados.
Foto de portada: Un ciervo de monte en medio de los pastizales quemados. Foto: Juan Carlos Urgel Suárez
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