Por Guiomara Calle, infografía Ramiro Moncada para Guardiana (Bolivia) y fotos de Legal Today
Miércoles 9 de noviembre de 2021.- Los divorcios tienden a subir cada año en los reportes nacionales del Servicio de Registro Cívico (Serecí). Sin embargo, en los últimos dos años hubo una significativa disminución, casi a la mitad, que es atribuida a la pandemia de la Covid-19 y sus efectos con la cuarentena y la reintegración familiar, como también a los cierres temporales de oficinas y la crisis económica que impide encaminar los trámites o separar los ingresos.
En el Derecho Boliviano, el divorcio es la disolución del matrimonio en vida de los esposos, pronunciada judicial o administrativamente a pedido de uno de ellos o de ambos porque ya no existe un proyecto de vida en común, recuerda Israel Hugo Centellas, presidente del Colegio Nacional de Abogados de Bolivia.
En el país rigen dos vías para el divorcio: la judicial, cuya única causal es la ruptura del proyecto de vida en común, por acuerdo de partes o voluntad de una de ellas; y la administrativa o notarial, que es habilitada para aquellas parejas que no tienen hijos ni bienes materiales. En el primer caso, solo si hay un acuerdo entre partes, el trámite demora hasta dos meses; en el segundo, es cuestión de hasta tres días.
Pero existe una tercera figura, la anulación del matrimonio. El director nacional del Serecí, Juan Diego Tejerina, aclara que esta acción aplica a uniones que no fueron celebradas por un Oficial del Registro Cívico, cuando no se realiza entre un hombre y una mujer, cuando se incurre en bigamia o múltiples uniones libres, o ausencia de consentimiento.
Ya sea por el crecimiento poblacional u otras causas, el Serecí reporta todos los años un paulatino incremento de divorcios por ambas vías y anulaciones. Sin embargo, los registros muestran una disminución poco usual a partir de 2019, cuando se reportaron 12.728 desvinculaciones, una cifra menor a los 18.520 casos de 2017 y a los 20.443 del 2018. En adelante, los números cayeron aún más, pues en 2020 se registraron 7.940 divorcios y en los primeros 10 meses de 2021 (de enero a octubre), 7.211.
Tanto Tejerina como Centellas coincidieron al apuntar a la pandemia de la Covid-19 como la principal causante de esta caída drástica en la cifra de divorcios. Sin embargo, hay que hacer notar que ya entre el año 2018 y el 2019 en que aún no se había presentado la pandemia, ya se tuvo una reducción importante de divorcios por cuanto en 2018 se produjeron 20.443 y esta cifra bajó a 12.728 el año 2019.
Los primeros dos casos del virus aparecieron en el país el 10 de marzo de 2020, con la llegada de dos mujeres a Santa Cruz y Oruro, procedentes de Italia. El nuevo coronavirus infectó hasta el lunes a más de medio millón de habitantes, de los cuales 19.913 aún lo padecen.
“Hay una reducción notable en los divorcios y se puede establecer como causa la Covid-19. Por un lado, los juzgados y las notarías no han tenido una atención normal, incluso en los juzgados se optó por la vía virtual, eso pudo reducir los casos; y por el otro, pueden existir más causas de índole familiar, de reestructuración familiar por la crisis que estamos atravesando”.
Juan Diego Tejerina, director nacional del Servicio de Registro Cívico (Serecí).
Precisamente, Centellas afirma que la cuestión del divorcio mostró facetas diferentes por la Covid-19, relacionadas a la reintegración familiar durante el encierro para prevenir el contagio y los impedimentos económicos, derivados de los efectos de la pandemia, para seguir los trámites de la desvinculación o para separar sus formas de sustento, según trasciende entre los juristas que ven de cerca estos casos.
“Considero que esta disminución de divorcios está ligada al periodo de la pandemia, específicamente a la cuarentena que tuvo encerradas a las familias, porque algunas o varias han vuelto a reintegrarse, a valorar su núcleo familiar, han reestablecido lazos que tal vez veían como perdidos. Otro aspecto es la crisis económica porque no es prioridad hoy en día realizar procesos como el divorcio, cuando está por encima la alimentación, la vivienda y el sustento familiar”.
Israel Hugo Centellas, presidente del Colegio Nacional de Abogados de Bolivia.
El Director Nacional del Serecí indica que generalmente hay más divorcios entre personas jóvenes (de 18 a 29 años) que en adultos (de 30 a 59 años). Sin embargo, las causas que arguyen las parejas para la desvinculación no figuran en los registros de esta institución, pues este tema es de competencia del Juzgado de Familia.
HAY MÁS DIVORCIOS EN LA PAZ
Las cifras del Serecí muestran que en el último quinquenio hubo más divorcios en el departamento de La Paz, con 20.829, mientras que Santa Cruz está en segundo lugar; aunque con una distancia significativa, con 14.295. Cochabamba ocupa el tercer lugar con 13.487. En los cuadros estadísticos también hay una marcada diferencia en cuanto a divorcios notariales, pues La Paz reporta 611 y Santa Cruz, 303. Cochabamba tiene 238 desvinculaciones de este tipo.
Centellas menciona que existe una falta de concientización sobre el significado del matrimonio. “Hay mucho formalismo dentro de la cultura paceña. Se casan, no resulta y se divorcian. Tal vez en el oriente tienden a convivir antes de casarse y esa convivencia ayuda a que la pareja se conozca y evite divorcios más adelante”.
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