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Por Guardiana (Bolivia)

Jueves 19 de agosto de 2021.- Guardiana conversó sobre el trabajo infantil y adolescente en Bolivia con el jefe de Unidad de Derechos Fundamentales del Ministerio de Trabajo y Previsión Social, Gabriel Carranza. En la entrevista, él ratificó la intención del Gobierno actual de cumplir la palabra empeñada ante la Organización Internacional del Trabajo en 2018 de erradicar el trabajo infantil en Bolivia hasta el año 2025. Además, en el documento que maneja el Ministerio de Trabajo para la formulación de una política pública al respecto en el país, se puede leer como intención: "Ningún niño, niña o adolescente menor de 14 años en Bolivia se encuentra en situación de trabajo al 2025".

¿Cuántos menores de edad y comprendidos entre qué edades trabajan actualmente en Bolivia y qué es lo que se sabe sobre su situación y la de sus familias?

Generalmente los censos sobre trabajo infantil y adolescente toman en cuenta las edades de 5 a 17 años y de estos se subdividen: de cinco a 13 años, quienes están prohibidos de trabajar; y el otro, después de cumplir los 13 años hasta los 17. Debemos empezar con la ETI (Encuesta de Trabajo Infantil) de 2008, dos años después de comenzar el proceso de cambio.

En esa gestión se encontraron 800.000 niños que estaban involucrados en alguna actividad laboral y de éstos, 491.000 estaban en la edad prohibida, de 5 a 13 años, y el resto estaba comprendido entre los 13 (después de cumplirlos) y 17 años. De los 800.000 niños y adolescentes, 741.000 realizaban trabajos peligrosos, aquellos que estaban prohibidos.

Frente a esto, el Gobierno nacional ha visto las formas de cómo se podría erradicar este tipo de trabajos y una de esas era la visibilización. Había que ver por qué estaban ahí y una vez visibilizados se iba a eliminar las determinantes del trabajo infantil, porque no era conveniente ir y sacarlos de ese lugar para que al día siguiente o a la semana regresen.

Entonces, una vez que se ha visibilizado se han visto las causas y una de ellas era la pobreza en la que se encontraba el Estado, producto de la herencia de los gobiernos neoliberales. En 2005, el salario básico era 445 bolivianos y es imposible que una familia pueda subsistir con ese dinero en ese tiempo. A raíz de eso, una de las políticas del Gobierno ha sido incrementar paulatinamente el salario básico de las y los trabajadores hasta llegar al 2018 y ahora, al 2021, con esa interrupción de un año que hemos tenido, y establecer el salario de 2.164 bolivianos, nadie puede ganar por debajo.

Esto ha ido dando resultados, porque muchos niños que se encontraban en actividad laboral o trabajo, dos conceptos diferentes, han regresado a sus hogares; han retomado los centros educativos y han dejado de trabajar. El 2005, 2006 y hasta parte de 2007 era común encontrarse en las calles con los voceadores, que estaban en los minibuses; los lustrabotas, que estaban casi a media cuadra, incluso lado a lado trabajando. Teníamos otra categoría, los chalequeros, quienes alquilaban celulares, todo eso ha ido desapareciendo. Con el incremento de los salarios, casi todos los habitantes de Bolivia han ido adquiriendo un celular y eso ha significado que los niños no podían alquilar, por otro lado estaban en actividad escolar.

Al mismo tiempo se han otorgado ciertos bonos, por ejemplo el Bono a la Excelencia de 1.000 bolivianos, que es entregado a los dos mejores estudiantes de cada unidad educativa, a un varón y a una mujer. Esto ha hecho que exista cierta competencia entre los estudiantes para lograr ser el primero. Otro incentivo es la dotación de computadoras en los últimos años.

En el 2016 se ha realizado una nueva encuesta, la ENNA (la Encuesta Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes que realizan una Actividad Laboral), que nos reveló resultados interesantes. De 3.000.000 de niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años, solo 739.000 realizan alguna actividad laboral; y de estos 739.000, 296.000 trabajan y 443.000 desarrollan actividades en el marco familiar y social comunitario. Ese es uno de los grandes logros que ha tenido el Gobierno del Estado Plurinacional hasta el 2016.

La actividad laboral es todo lo que viene realizando en torno a la familia, son trabajos de aprendizaje y trabajo entre comillas, por una o más de dos horas. En el caso de los Yungas, a la cosecha de la coca van solo un momento. En cambio, el trabajo propiamente dicho es la dependencia de un tercero, donde percibe un salario.

Se ha ido avanzando el 2017 y el 2018, pero se tuvo un estancamiento o un retroceso que seguramente va a ser medido en la nueva encuesta que se va a llevar adelante, podría ser a partir del 2022, trabajando con el INE y los ministerios comprendidos: Justicia y Planificación del Desarrollo. Vamos a ir trabajando en esto para tener nuevamente un resultado. No podemos dar un dato a priori porque no tenemos un respaldo, solo los datos de 2016.

Gabriel Carranza, jefe de Unidad de Derechos Fundamentales del Ministerio de Trabajo y Previsión Pública.

¿Tienen algún diagnóstico o tal vez proyecciones que nos puedan dar alguna idea de la situación actual?

Todo eso lo maneja el INE para saber si hay incremento, estancamiento o retroceso en el trabajo que se ha venido desarrollando. Nosotros podemos decir que vamos cumpliendo con la erradicación progresiva del trabajo infantil, vamos cumpliendo como Ministerio de Trabajo, como Unidad de Derechos Fundamentales, las metas del Pilar 1 del Plan de Desarrollo Económico Social, que están enfocadas en la Agenda 2025 para erradicar la extrema pobreza.

Podríamos decir que en algunas regiones del país todavía hemos encontrado algunos niños por debajo de la edad límite de los 14 años, bajo dependencia en algún trabajo. Cuando encontramos esto trabajamos en hacer cumplir la restitución de derechos, que es el pago de un salario justo e inmediatamente se hace la denuncia ante las defensorías de la niñez, que son las encargadas de procesar esto, de llevar adelante un proceso y de sacarlos del lugar porque no estarían en la edad límite o porque están en trabajos peligrosos.

¿En qué regiones sería esto y en qué rubros?

La última vez, personalmente encontré esto en Sucre, menores de edad trabajando en talleres mecánicos, en cambios de aceite, fumigado y lavado de vehículos. Son actividades que están prohibidas en realidad, porque un niño no puede manejar pesos o trabajar en estos lugares.

Pero antes, entre 2014 y 2016 se encontró a menores en trabajos familiares en el área rural, en estancias ganaderas, donde el salario es familiar, contra eso también estamos trabajando porque recibe el salario el padre de familia y la esposa y los hijos menores trabajan gratuitamente. Hemos ido logrando erradicar esto, aunque no en su totalidad porque Bolivia es grande y nos falta llegar a muchos otros sectores. Pero en lugares donde hemos incursionado ya no se encuentra esto del salario familiar.

La zafra y las ladrilleras eran lugares recurrentes de trabajo infantil, ¿qué pasa con estos rubros?

Sobre la zafra de la caña y de la castaña se ha ido erradicando este trabajo, hay menores de 14 años, pero no están en actividad laboral, acompañan a su familia porque en este rubro se van familias íntegras al trabajo porque el trabajo es estacionario. En este momento realizan inspecciones en Bermejo, por ejemplo, y según los informes no se ha encontrado menores de edad. La zafra se paga por tonelada cortada, de ahí es que toda la familia va: esposa e hijos mayores, para cortar más caña y cobrar por tonelada, y en algunos casos acompañan los menores. Las inspecciones del Ministerio de Trabajo están acompañadas por la dirigencia de los zafreros y las defensorías para no permitir este tipo de trabajo, que es peligroso porque un niño distraído hasta puede ser mordido por una serpiente.

Con base en una encuesta realizada por el INE en 2016 se afirmó que el número de menores de edad que trabajaban entonces en Bolivia disminuyó a la mitad y se indicó una cifra menor a 400 mil. En relación a la misma, ¿se está mejor o peor actualmente?

Necesitamos realizar una nueva encuesta que pueda medir ese parámetro (el Gobierno ya ha anunciado para el 2022 un nuevo Censo en Bolivia). Nosotros podemos decir que ha habido un cierto retroceso durante la interrupción del proceso, estamos hablando del 2019 y 2020, ha habido cierto retroceso que es atribuido por los gobernantes de ese tiempo a la pandemia, que podría ser en parte, pero hay que ver que se ha congelado el salario, los ingresos que tenían las personas, ha habido despidos y no solo en institución públicas sino en mayor número en las privadas, con el argumento de que la pandemia no les permitía trabajar. Todo esto ha dado como resultado cierto incremento del trabajo infantil y del trabajo adolescente, que esperamos que sea medido en una nueva encuesta.

¿Qué rubros concentran actualmente la mayor cantidad de menores de edad que trabajan, entre qué edades y por qué?

Según la última encuesta podríamos decir que de un total de 739.000, los varones eran 395.000 y las mujeres, 344.000 los que trabajaban. Entre 5 y 9 años la encuesta encontró a 129.000. Hay que disgregar también en el marco social comunitario, de los 739.000 se encontró que 271.000 está en el marco familia: como ayudante familiar estaban 172.000, como aprendiz eran 124.000, como cuenta ajena sumaban 139.000 y por cuenta propia, 33.000.

Entre los 10 a 13 años, por ejemplo, 253.000 estarían trabajando en su totalidad; entre 14 y 17 años son 357.000. En el área urbana, 215.000, y en el área rural, 524.000. Hay que entender en esto que en el área rural estamos hablando de actividad laboral y trabajo. En el área rural, el menor o adolescente acompaña a los padres y hace un trabajo más de aprendizaje, no está recibiendo un salario, lo hace en sus momentos libres y sin descuidar la educación, apoya el trabajo de su familia. En algunos lugares se encargan de llevar agua para sus padres.

En la encuesta de 2016 había una pregunta que decía: ¿En la última semana has trabajado por lo menos dos horas ayudando a tus padres, cuidando a tus hermanos menores o ayudando en la cocina? En esa dirección planteaban la pregunta y obviamente que eso ha dado este tipo de resultados porque el niño siempre se ocupa del hermanito menor. Ha sido cuestionada esta pregunta y discutida por el Ministerio de Trabajo, pero las otras instituciones, con una visión de ONG querían que aparezca todo esto como si fuese una actividad laboral dentro del marco familiar y comunitario.

¿Cómo están trabajando las preguntas de la nueva encuesta que proyectan?

 El INE, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Planificación del Desarrollo y el Ministerio de Trabajo vamos a conformar un equipo para revisar las preguntas que van a ser utilizadas en la encuesta. Aún no tenemos ningún avance, estoy tomando en cuenta que podría ser a partir de 2022. El Ministerio de Economía tiene que ver de dónde se puede sacar el financiamiento porque es costoso; sin embargo, quiero señalar que ya es necesario llevar adelante una nueva encuesta para ver en qué situación nos encontramos.

A fines de 2018, el Código Niña, Niño y Adolescente fue ajustado mediante la Ley 1139. Sin embargo, entre los ajustes, el artículo 129 no fue tocado. ¿Cómo maneja actualmente el Ministerio de Trabajo, desde la parte legal y desde las autorizaciones de trabajo a menores de edad, este asunto?

En realidad se ajustó precisamente ese artículo porque el Código Niño, Niña y Adolescente establecía algunas excepciones, aparte de tomar la edad de 14 años, que es la recomendación internacional y que está en la Ley General de Trabajo además, hacía las excepciones para que por cuenta propia y por cuenta ajena se podría ver el trabajo de 10 a 13 años y de 12 a 14 años, esto precisamente era con el enfoque de visibilizar el trabajo que existía, una vez que se visibilizó estos artículos ya no tenían sentido, por eso es que a raíz de una sentencia constitucional y una ley nacional se ha vuelto a la recomendación internacional de trabajo, donde se acepta el trabajo de 14 años para arriba, prohibiendo las actividades y el trabajo peligroso, que son 21 formas señalados en el mismo Código.

En 2019, el Ministerio de Trabajo aprobó una resolución ministerial para que las defensorías de la Niñez y Adolescencia sean las responsables de dar autorización a los adolescentes a partir de los 14 años para que puedan trabajar mediante el llenado de un formulario y luego este debía ser enviado a este ministerio. ¿Cuántas autorizaciones se han dado desde ese año en Bolivia?

No tengo conocimiento de esto, tenemos una especialista en erradicación de trabajo infantil que en este momento está haciendo inspecciones con otros inspectores en Bermejo, por el tema de la zafra; pero podríamos señalar que el encargado de dar esa información es la Defensoría de la Niñez y Adolescencia.

La cifra no es mucha, no podríamos precisar la cifra exacta, en muchos casos las defensorías omiten este detalle de informar al Ministerio de Trabajo, se olvidan de informar, o en otros casos son los padres de familia o los menores que van a trabajar tampoco recurren a las defensorías.

"Durante la pandemia no hemos encontrado autorizaciones (de trabajo para adolescentes por parte de las defensorías). Después de la pandemia tenemos que ver si hay alguna autorización que llega, pero son las defensorías las que tienen que dar y, en muchos casos, no hacen llegar al ministerio y hay el descuido de los padres que no van a solicitar estos formularios".

Gabriel Carranza, jefe de Unidad de Derechos Fundamentales del Ministerio de Trabajo y Previsión Pública.

¿Esto muestra entonces una falta de control?

Ese control es el que nosotros vamos realizando a través de las inspecciones. Cuando encontramos algo, hacemos que esto tenga que regularse.

Mencionaba que en la pandemia hubo un retroceso, ¿cuáles serían las causas principales?

Podríamos señalar el tema del empleo, la disminución del empleo durante ese periodo, el hecho de que los padres no cuenten con un ingreso seguro hace que los niños y adolescentes tengan que salir a apoyar el trabajo de los padres, esas son algunas de las cuestiones que podríamos encontrar.

¿Y cuántas autorizaciones se han dado durante la pandemia?

Creo que durante la pandemia no hubo autorizaciones por el cierre de oficinas.

¿Con cuántos inspectores se cuenta a nivel nacional para hacer el control y seguimiento del trabajo de menores de edad para que su derecho a la educación y en general sus derechos humanos no sean vulnerados?

Antes contábamos con inspectores especializados, teníamos 6 para el trabajo infantil y 8 para el trabajo forzoso, esto ha sido en una visión bastante interesante del exministro de convertirlos a todos los inspectores en inspectores integrales, que no sean especializados, sino que cualquier haga inspecciones de trabajo infantil y forzoso, entonces estaríamos contando con 103 o 97 inspectores en todo el territorio nacional y cualquiera puede realizar ese tipo de inspecciones.

¿Esa cantidad para qué tipo de controles, seguimiento y otros alcanza o cuánto queda al margen por hacer?

Estas inspecciones son laborales, especializadas técnicas, control de bioseguridad en este caso, pero además de trabajo forzoso o explotación laboral y trabajo infantil.

Estos inspectores también tenían la tarea de realizar seguimiento a los menores que llenan el formulario, ¿se hicieron estos seguimientos, sobre todo durante la pandemia?

Durante la pandemia no hemos encontrado autorizaciones. Después de la pandemia tenemos que ver si hay alguna autorización que llega, pero son las defensorías las que tienen que dar y, en muchos casos, no hacen llegar al ministerio y hay el descuido de los padres que no van a solicitar estos formularios.

¿Estos 103 inspectores son suficientes o se necesitan más?

Nunca es suficiente porque somos un país que estamos en constante crecimiento. Ha habido bastante crecimiento de empresas y de emprendedores, entonces tendría que incrementarse, pero es una cuestión que hay que dejarlo al mismo proceso, porque nos han dejado en un estado de austeridad la dictadura transitoria y hasta que se recupere un poco el país económicamente no podríamos soñar con incrementar más inspectores. Sin embargo, en una reunión que tuvimos con la Ministra de Trabajo, nos ha indicado que paulatinamente se incrementará unos 35 inspectores más, cinco los tendremos hasta fines de mes y se dedicarán exclusivamente a inspeccionar el trabajo forzoso y trabajo infantil. Los otros 30, 10 el próximo año y 10 el siguiente año.

Desde que los inspectores retomaron sus tareas luego de la cuarentena, ¿se han identificado algunos casos de incumplimiento de pagos, de estudio?

Lo de Sucre, ahí hubo cuatro casos, no estaban yendo, incluso uno de los menores de 13 años me dijo que estaba trabajando porque quería comprarse un celular para poder estudiar, porque las clases virtuales han hecho que algunos estudiantes no cuenten con este dispositivo para las clases.

En 2018, un representante del Ministerio de Trabajo informó a la Organización Internacional del Trabajo que la situación de los menores de edad que trabajan en Bolivia había mejorado y que incluso el número se había visto reducido a la mitad y aseguró que para 2025 se erradicaría el trabajo infantil en el país. ¿Esto se mantiene o ha habido algún cambio al respecto?

Se mantiene. Hemos bajado bastante, a menos del 50 por ciento de haber encontrado en 2005, esa interrupción nos ha perjudicado un poco, pero la meta que tenemos nosotros, de acuerdo con la Agenda 2025, es llegar a ese año erradicando todo el trabajo infantil y le estamos poniendo el hombro para hacer todo esto, obviamente hay que ver las determinantes: crear mejores fuentes de empleo, mejores ingresos para los padres de familia, estamos con algunos programas para llevarlos adelante.

Hemos concluido la política niño, niña y adolescente, que espero sea aprobado posteriormente, porque no depende solo del Ministerio de Trabajo, sino de todo el gabinete ministerial para ver cómo aportaríamos desde los gobiernos municipales, gobiernos departamentales hasta el Gobierno central para la eliminación del trabajo infantil.

¿Cuáles son los principales problemas con los que se está enfrentando el Gobierno para mejorar la situación de los menores de edad en Bolivia y de qué manera la Covid-19 ha influido en estos problemas?

La Covid-19 ha dejado a muchos padres de familia sin trabajo. También tenemos el tema de las clases virtuales y todo esto hace que el estudiante, el niño, la niña y adolescente quiera utilizar esos momentos libres para poder vender caramelos, lustrar calzados o dedicarse a alguna actividad laboral por cuenta propia, en el sentido de que trata de mejorar su apariencia con una buena indumentaria o comprar un celular. Confiamos en nuestro Presidente que ha sido uno de los que ha implementado un modelo económico con bastantes buenos resultados hasta 2025.

Si no logramos llegar con una erradicación total, por lo menos con una disminución bastante importante en trabajo infantil, por lo menos en el trabajo dependiente de un tercero queremos erradicarlo en su totalidad.

De cara a la comunidad nacional e internacional, ¿cuáles son los compromisos que el Gobierno actual está en condiciones de asumir frente al trabajo de niños, niñas y adolescentes en Bolivia?

No puedo dar una respuesta porque esto le correspondería más al Ministerio de Economía o al Ministerio de la Presidencia, pero nosotros tenemos la tarea, como Ministerio de Trabajo, de trabajar en el Pilar 1, la meta 1, que es la erradicación de la pobreza extrema y la reducción significativa de la pobreza moderada. Tenemos la bolsa de empleo, estamos haciendo las inspecciones laborales técnicas y especializadas para eliminar la explotación laboral que todavía se encuentra en Bolivia, y producto de eso se erradicará e trabajo infantil.

Este artículo forma parte de una investigación que incluye los siguientes materiales:

  1. Historia del manejo político del trabajo infantil en Bolivia desde el 2014
  2. Trabajo infantil: Gobierno admite que no logró objetivos y alista política pública
  3. Ministerio de Trabajo mantiene su palabra  de erradicar el trabajo infantil hasta 2025
  4. Muy pocos adolescentes piden y tienen permiso de las defensorías para trabajar
  5. En La Paz, "trabajo para que mi mamá ya no se endeude"..."lo hago por un celular"
  6. Hay pequeños en la Llajta que trabajan más horas de lo permitido y esquivando carros
  7. En Santa Cruz son vendedores, estibadores, ambulantes, cuidadores y malabaristas

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