El año 2020, nos ha obligado a reinventarnos, por lo tanto, podemos vivir unas fiestas diferentes sin tanto estrés.
La Navidad de 2020 también será distinta. Normalmente, durante las fiestas suelen aparecer emociones encontradas, como la alegría, la tristeza por las ausencias y el estrés de los distintos compromisos.
Imaginamos que el nivel de estrés en un año atípico como el que vivimos aumentará más aún con los riesgos del Covid-19 a flor de piel. Por lo tanto, queda en nuestras manos transitar la Navidad del mejor modo posible.
Basta con encontrar soluciones que nos hagan recibir el Año Nuevo de una manera más saludable como ser:
- Poner el foco en cuidarnos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos tanto física como emocionalmente. Si algo nos ha enseñado el Covid-19 es la importancia de la salud en todas sus dimensiones. Debemos más que nunca seguir las normas para evitar un posible contagio, en especial en momentos de exaltación de la alegría y sobre todo si hay alcohol de por medio. Por qué podríamos relajar nuestras precauciones. Necesitamos estar atentos en todo momento.
- Otro elemento importante es el cuidado del componente emocional. Después de estos duros meses nadie está dispuesta a cerrar el año con conflictos innecesarios.
- Evitemos ciertos intercambios de mensajes; aunque sean por WhatsApp y no atendamos aquellos canales de información de noticias que nos desorientan, es decir tengamos la fiesta en paz.
Necesitamos aprender a poner límites. Eso afecta a las decisiones de organizar o ir a fiestas en casas de nuestros seres queridos. Tenemos que saber decir "no" sin remordimientos. Para eso es recomendable aludir al riesgo y ponerlo en primera persona:
“Prefiero no ir para no contagiar a los demás porque tengo el virus”.
Es una excusa mejor que declinar la invitación para no contagiarse porque el otro pueda estar contagiado, que puede resultar en un mensaje más agresivo.
Si no pasamos las fiestas con nuestros seres queridos, existen maneras innovadoras de pasar unas buenas fiestas viendo películas, comiendo nuestra comida favorita, haciendo una celebración virtual a través de una plataforma como Teams o Zoom, en la que podemos comer y brindar juntos.
El año que nos deja nos ha enseñado a adaptarnos a las circunstancias, ¿porqué no podemos hacerlo durante estas celebraciones? Démonos a nosotros mismos este regalo de Navidad.
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