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Este jueves 8 de agosto, 21 medios de información firmaron con el Gobierno un pacto contra la violencia hacia las mujeres, las niñas y los niños, que involucra un decálogo de 10 puntos que tienen que ver con el tratamiento de la información vinculada a los casos de violencia, la prevención y con la difusión de iniciativas orientadas hacia el desmontaje del patriarcado en Bolivia.

Aunque Guardiana no sabe de qué medios se trata porque 21 no son muchos, la ausencia de dicha información en algunos considerados importantes da a suponer que, en realidad, no estaban todos los que seguramente creían que debían estar.

Estos son los 10 puntos que incluye el decálogo del pacto mediático:

1. Incorporar el lema "Hagamos un Pacto - Vivamos Sin Violencia", en su programación para ser difundido constantemente en cada espacio informativo; de entretenimiento y comercial, tanto para TV, radios, prensa escrita y redes sociales. 

2. Difundir los materiales comunicacionales y mensajes de lucha contra la violencia proporcionados por el Ministerio de Comunicación, organizaciones sociales y sociedad civil, en los espacios de mayor audiencia y por lo menos cinco veces al día.

3. Cubrir las actividades sociales, culturales, institucionales y de otra índole, impulsadas en el marco de los pactos del "Plan de Acción Contra los Feminicidios y Violencia Machista".

4. Implementar acciones al interior de medios de comunicación para erradicar prácticas machistas y prevención de violencias en su institución. 

5. De acuerdo a las posibilidades del medio de comunicación, crear y difundir mensajes de prevención de violencia, al margen de los otorgados por el Ministerio de Comunicación o/y organizaciones sociales, e impulsar otras acciones con el objetivo de prevenir y concientizar a la sociedad en contra de la violencia física y sexual hacia las mujeres y niñez.

6. Proponer mecanismos e ideas de contenido para desnaturalizar expresiones y prácticas machistas, para su socialización con el resto de los medios de comunicación.

7. Mejorar el tratamiento de las noticias como hechos que afectan a la sociedad en su conjunto, no como hechos aislados.

8. Informar sin revictimizar a la mujer en situación de violencia con imágenes sensacionalistas, además responsabilizar al agresor del hecho una vez emitida la sentencia para una sanción moral.

9. Los mensajes y contenidos a desarrollarse deben convocar a la sociedad a unirse en torno a la lucha contra la violencia, desnaturalizando actitudes, acciones, hechos, maneras de relacionarse, que se presentan en la vida cotidiana y que son parte de la sociedad de manera inconsciente.

10. Promover contenidos para deconstruir roles y estereotipos patriarcales que afectan a mujeres y hombres. 

Se trata, sin duda, de un avance así solo se cumpliera la mitad de esos 10 puntos pactados, así solo se mejorara el tratamiento de la información en los casos de violencia no revictimizando a la víctima ni violando el derecho a la presunción de violencia del acusado, porque el mismo día en que se anunciaba este pacto, algunos medios de información considerados importantes mostraban el rostro de individuos supuestamente involucrados en la muerte de dos mujeres en Potosí asegurando, en el título, que se había detenido a los feminicidas. En ambos casos, se violaba el derecho de esas personas a la presunción de inocencia.

Al leer los 10 puntos del decálogo, la primera pregunta que una o uno puede hacerse es: ¿Y dónde está la contraparte? El artículo 22 de la Ley 348 menciona como acciones obligadas del Ministerio de Comunicación puntos contemplados en el decálogo; pero en este no se indica cuáles serán las obligaciones de dicho ministerio.

Y es que hubiese sido interesante que el Ministerio de Comunicación añadiera al decálogo de ayer como "contraparte" la obligatoriedad de ejecutar una gran estrategia con el anuncio de por medio de cuánto de dinero sería destinado a ella porque así lo dice y obliga la Ley 348 cuando señala en el artículo 22: "El Ministerio de Comunicación, en el ámbito de sus competencias, adoptará la siguiente medida: Diseño e implementación de una estrategia nacional de comunicación, que incluya campañas en medios masivos, dirigida a informar y sensibilizar sobre las causas, formas y consecuencias de la violencia contra las mujeres, así como a desestructurar estereotipos patriarcales de subordinación y desvalorización de las mujeres, considerando la diversidad cultural y destinando para este fin los mismos recursos que asigna a la publicidad sobre temas estratégicos para el desarrollo nacional".

Sin embargo, en este y otros temas importantes y sensibles a la lucha contra la violencia hacia la mujer, niñas, niños y adolescentes, se sigue esperando los anuncios del Gobierno. No se ha pronunciado sobre cuánto de dinero dará para una estrategia de comunicación de largo plazo. No se ha pronunciado sobre cuánto de dinero dará para aumentar los recursos humanos, la infraestructura, el equipamiento y hasta el papel y afiches para la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia en Bolivia. No se ha pronunciado sobre con cuántos fiscales más se contará. No se ha pronunciado sobre cuántos jueces más serán destinados a tratar los casos de violencia de manera exclusiva sin tener que atender también los de corrupción. No se ha pronunciado sobre cómo y desde cuándo se transversalizará esta problemática en la currícula del sistema educativo. No se ha pronunciado sobre cómo se mejorará todo esto en el área rural donde falta de todo, incluyendo la presencia del Estado. Y se podría seguir enumerando la lista de la espera.

En esos temas esenciales que hacen a la estructura del patriarcado aún hay mucho por hacer y se sigue esperando que el Gobierno se pronuncie. Mientras tanto, bienvenido el pacto mediático sin "contraparte" porque avanzar un paso, aunque falte el otro pie con su zapato, siempre es bueno a nada.

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