Por Proyecto Gestión Integrada de los Recursos Hídricos en el sistema Titicaca-Desaguadero-Poopó-Salar de Coipasa
Jueves 21 de octubre de 2021.- El retorno a las prácticas de nuestros ancestros es imprescindible. Retomarlas contribuirá a una gestión adecuada de los recursos hídricos para preservarlos y hacer frente a los riesgos ante eventos climáticos incontrolables, como sucede en los municipios paceños de San Andrés de Machaca y Santiago de Machaca.
En esos municipios, próximos a la frontera con Perú, las inundaciones son tan descontroladas que acaban erosionando los suelos. Esa erosión, según el consultor Daniel Rodríguez, es originada por las lluvias fuertes concentradas en tiempos cortos, y constituye una de las principales causas para la remoción de partículas finas y el transporte de sedimentos hacia los principales cursos de agua y finalmente su deposición en los lechos de los ríos y lagos de la cuenca baja.
La cuenca del río Jacha Mauri, en la región Altiplano sur, donde se encuentran ambos municipios, sufre la constante agresión de riadas e inundaciones que acaban con la actividad productiva y ponen en riesgo la vida de estas poblaciones, debido a la acumulación de sedimentos en los lechos del río, que se agrava con la llegada de lluvias o en tiempo de heladas.
Con la identificación e implementación de medidas ancestrales de manejo y conservación de suelos, la iniciativa piloto del proyecto GIRH-TDPS del PNUD “Aplicación de tecnologías ancestrales para el control de la sedimentación en fuente” pretende ofrecer alternativas para frenar los procesos de erosión y contribuir a mejorar las condiciones socioeconómicas a nivel de las comunidades de ambos municipios.
“Estos ríos nos cortan el camino, nos cortan las posibilidades de acceso a la comunidad y de la comunidad al pueblo, a veces nos quedamos con nuestros productos. Cuando sube mucho el agua inclusive arrastra piedras, hay riadas, desbordes y cuando está secando se forma una lama donde los animalitos entran y se mueren. Hemos perdido mucho ganado camélido”.
Blanca Tapia, Jach´a Mallku del ayni Chocorosi, del municipio de Santiago de Machaca
La especialista en suelos del proyecto piloto, Elva Vargas, advirtió que “el estado del suelo de ambos municipios y sus comunidades tiene una gran necesidad de atención: geológicamente, la zona muestra un suelo volcánico sedimentario el cual, por efectos de las lluvias, genera un proceso de erosión pluvial. Otro factor identificado es la sequía, la cual, unida a las lluvias, genera el descenso y arrastre de sedimento a las comunidades de ambos municipios”.
Medidas ancestrales que conservan los suelos
Defensivos con camellones y revegetación con plantas nativas: son montículos de tierra trasladados y acomodados desde los costados del terreno hacia las orillas del río, donde con el paso del tiempo crecen plantas nativas, lo que permite reforzar y dar estabilidad al camellón. Brindan protección a las áreas de pastura, corrales de ganado y a las casas de los comunarios y comunarias en contra de los desbordes del agua.
Defensivos con muros de piedra reforzados con material reciclado: los defensivos con muros de piedra reforzados con material reciclado (llantas) evitan la erosión de las orillas de los ríos y los desbordes que son consecuencia de dicha erosión.
Diques de piedra para control de sedimentos: son muros de piedra construidos en forma de media luna, siguiendo las curvas a nivel, para retener el agua de lluvia que forman las cárcavas (fosas), con la finalidad de reducir la velocidad de la escorrentía, detener la tierra y otros sedimentos que son arrastrados por la lluvia.
Encauzamiento de ríos, que permite la circulación normal del agua y previene las inundaciones y erosión de las orillas de los ríos.
Limpieza, rehabilitación y apertura de qotañas: son un espacio de retención de sedimentos en lugares donde tienen conexión con los cursos de agua.
Revegetación natural para control de sedimentos: la revegetación con especies nativas, con trasplante de plantas madre, da lugar a una regeneración de la cobertura vegetal en diferentes áreas que presentan problemas de arrastre de sedimentos, lo que ayuda a la mejora de la capacidad de infiltración.
Organización social: el lugar de las decisiones
Para lograr sus objetivos, el proyecto piloto que es ejecutado a través del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA), apoyó a las comunidades en la conformación del Organismo de Gestión de Cuenca (OGC) y, junto a miembros de las poblaciones más afectadas por los desbordes del río, brindó un proceso de formación para promover la gestión concertada y sostenible de la microcuenca del río Jacha Mauri.
Se formaron promotores como peritos locales en gestión de agua y cuenca de ambos municipios, proceso que estuvo a cargo de la Unidad Académica Campesina (UAC) de Batallas que es parte de la Universidad Católica Boliviana.
También se entregó un lote de herramientas entre palas, picotas y carretillas, y una retroexcavadora para apoyar los trabajos de remoción de sedimentos.
De esa manera se rescató conocimientos ancestrales y se logró que los participantes ampliaran su perspectiva sobre lo que significa cuidar, proteger, organizar y gestionar de manera integral la cuenca del río Jacha Mauri.
El OGC es la instancia que, con apoyo y en coordinación con el municipio, liderará el proceso de gestión integral de recursos hídricos en la microcuenca del río Jacha Mauri, siendo los responsables de promover la sostenibilidad de su microcuenca y las actividades de manejo integrales, mediante la coordinación y diálogo con actores locales para establecer acuerdos y elaborar el plan de gestión local.
Identificando fuentes de agua en la micro cuenca
Para poner en práctica el conocimiento adquirido, una de las primeras actividades que realizaron los miembros de la OGC fue el monitoreo conjunto de algunos puntos en la microcuenca del río Jacha Mauri, a través del uso de diferentes equipos de medición, para determinar la clasificación de la calidad de agua superficial de la cuenca.
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