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Guardiana (Bolivia), foto de Los Tiempos

Jueves 28 de marzo de 2024.- El Juzgado de Instrucción contra la Violencia hacia la Mujer Nº 1 de Coña Coña, en Cochabamba, ordenó la detención domiciliaria y arraigo para los religiosos jesuitas exprovinciales Marcos Recolons (81 años) y Ramón Alaix (83), a quienes la Fiscalía acusa de encubrimiento delitos de pederastia cometidos por el fallecido sacerdote español Alfonso “Pica” Pedrajas en Bolivia.

La audiencia se desarrolló este jueves en oficinas de la Fiscalía de Coña Coña, a la que asistieron representantes del Ministerio Público, de la Procuraduría y víctimas acompañadas de sus abogados.

El caso estalló en el 30 de abril de 2023, cuando el periódico El País de España publicó una investigación titulada “Diario de un cura pederasta”. En el texto había revelaciones en 383 páginas del diario personal escrito por Pedrajas con descripciones de su vida entre 1960 y 2008.

El cura, fallecido en 2009, haber abusado sexualmente a 85 niños y adolescentes, particularmente alumnos del Colegio Juan XXII de Cochabamba, entre los años 70 y 80 del siglo pasado.

Las denuncias no fueron escuchadas por los jerarcas de la Compañía de Jesús. Pedro Lima, uno de los denunciantes que estuvo en la audiencia, afirmó que no sólo habría 85 víctimas, sino que sumarían dos centenares.

Antes de que se conociera la decisión judicial de detención domiciliaria y arraigo, Lima indicaba que existían riesgos de que los dos sacerdotes podrán darse al a fuga u obstaculizar las investigaciones.

Horas después, la Compañía de Jesús difundió un comunicado en el que indica que no se pronunciará sobre el alcance de esas medidas sustitutivas, pero hace notar que no existe ningún riesgo ni posibilidad de fuga y/o de obstrucción de la justicia por parte Alaix y Recolons, "ya que se trata de dos adultos mayores, ambos de más de 80 años, con salud frágil y un largo historial de servicio al país y a la Iglesia Católica".

Además, afirmó que ambos han estado en todo momento a disposición de la justicia y han colaborado decididamente en las investigaciones del Ministerio Público, y tienen residencia fija, junto a otros sacerdotes ancianos, en la casa “La Esperanza” de Cochabamba, de propiedad de esa orden religiosa.

"La Compañía de Jesús reafirma la importancia de priorizar el apoyo a las víctimas de abusos sexuales, sean clericales o de otros ámbitos, ya que ellas y la protección de los niños, niñas y personas vulnerables deberían ser el centro de la atención del Estado, de la sociedad y de las distintas confesiones religiosas", finaliza el documento.

La Fiscalía acusa a dos sacerdotes jesuitas de haber encubierto delitos de Pedrajas

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