0

Por Guiomara Calle para Guardiana (Bolivia)

Miércoles 8 de septiembre de 2021.- Las balsas y las bolsas engomadas son dos formas de transporte que utilizaba el pueblo Leco hace muchos años y que con el tiempo quedaron en el olvido. Sin embargo, un grupo denominado “Lecos domadores de ríos” los revive una vez al año en Guanay, como concurso, para recordar las costumbres de esta población indígena.

Danilo Bacarreza, miembro de “Lecos domadores de ríos”, detalla que este era un pueblo nómada que siempre se instalaba en lugares cercanos a los ríos y que ocupó los territorios de Guanay, un municipio ubicado en el norte de La Paz, con clima cálido y rodeado por los ríos Tipuani, Mapiri y Coroico, además de una extensa naturaleza.

“Los lecos -dice Bacarreza- utilizaban principalmente dos medios de transporte, las balsas que ellos mismos construían y las bolsas de caucho para trasladar sus alimentos. Así nos lo contaron nuestros padres y a ellos nuestros abuelos, luego los bisabuelos y tatarabuelos, esas historias las conocemos muy bien acá y no vamos a dejar que los más jóvenes las olviden”.

“Estas bolsas eran muy útiles porque evitaban que se mojaran los alimentos. Se metía en ellas arroz y verduras. Sabemos que incluso metían a sus niños más pequeños y se daban modos para que respiren. Así bajaban el río”.

Danilo Bacarreza, miembro de “Lecos domadores de ríos”

Precisamente, para evitar que estas historias no lleguen a las nuevas generaciones, un grupo de pobladores de Guanay conformó hace 10 años “Lecos domadores de ríos”, con el apoyo de aquellos lecos que radican en el exterior, y decidió organizar las competencias de balsas y bolsas engomadas cada primera semana de septiembre, aprovechando las fiestas a la Virgen de la Natividad que se celebran en el municipio.

La comunidad de Alacarani, distante a unos 15 minutos en bote del centro de Guanay (norte de La Paz), fue elegida este año como punto de partida de la competencia. Los participantes recorren 400 metros a lo largo del río Coroico. En el primer grupo hay dos personas, quienes se dieron modos para trasladar sus balsas desde sus comunidades.

“Ellos cortan lo que llamamos madera para balsa y la hacen secar al sol, porque al principio es resbalosa y pesada, pero el sol se encarga de volverla liviana para la balsa. Así lo hacían también nuestros antepasados lecos. El traslado es un problema, a veces eso los desanima, pero la Alcaldía de Guanay nos presta una volqueta”.

Danilo Bacarreza, miembro de “Lecos domadores de ríos”

En el segundo grupo hay 13 participantes, todos llevan consigo las bolsas engomadas, que tienen forma rectangular y miden 1,30 metros de largo y 0,70 metros de ancho, y con una capacidad de hasta dos quintales. Los concursantes inflan con la boca la bolsa y para asegurarla la rodean con un cordón de goma que ajustan con bastante fuerza.

En este segundo grupo hay por primera vez una mujer, Patricia Gómez, quien asegura estar “un poco nerviosa” pero decidida a participar. “Mi papá me enseñó a hacerlo, a inflar la bolsa y cuidar el equilibrio, sé nadar y no creo que haya peligro, siempre he querido participar”.

En el segundo grupo de participantes está por primera vez una mujer, Patricia Gómez.

Efraín Quetty, otro participante de la bolsa engomada, cuenta que es la segunda vez que participa; en el primer concurso obtuvo el cuarto lugar. “Es cansador porque debemos nadar con fuerza, con brazos y piernas, y a la vez cuidar de no caernos de la bolsa. A veces la corriente del río es fuerte. Pero será una historia que contaré a mis hijos”.

Los primeros tres lugares de las competencias acceden a premios en efectivo, un refrigerador o un televisor. Bacarreza comenta que todos los integrantes de “Lecos domadores de ríos” aportan para comprar los premios y animar a los concursantes.

“Antes nos costaba traerlos, pero ahora la gente espera la convocatoria. Estas actividades muestran a los más jóvenes cómo eran los lecos, nuestras costumbres y saberes. Antes, los habitantes del lugar se avergonzaban al decir que eran lecos, ahora todos son lecos o quieren ser lecos, y creemos que estas actividades están ayudando a valorar nuestras raíces”, asegura Bacarreza. 

En el río Coroico se recorre con las bolsas el equivalente a cuatro cuadras. Es esencial saber nadar muy bien y mantener el equilibrio.

ONU: 600 mil niñas y niños mueren al año en el mundo por respirar aire contaminado

Noticia Anterior

No temas hablar de la muerte con un familiar para prevenir su suicidio

Siguiente Noticia

Comentarios

Deja un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *