Texto Guardiana y foto de portada de David Flores (Bolivia)
Miércoles 30 de octubre de 2019.- Cochabamba vivió este martes el día más fuerte de enfrentamientos después de que una gran cantidad de gente afín al MAS ingresara a la ciudad desde la carretera a Sacaba, distante a 16 kilómetros de la urbe cochabambina. Ingresó sin que la Policía se lo impidiera como hizo en otras ciudades para evitar enfrentamientos. Luego, los policías no impidieron los choques entre estas personas y los bloqueadores.
La Policía no lo evitó. Les dejó pasar. Incluso cuando las personas que apoyan a Evo Morales estaban a la altura del puente de la Muyurina, esperó como 40 minutos que se produjeran los enfrentamientos antes de intervenir con gases. Esto fue denunciado por la noche por el jefe de Prensa de Red Uno, Diego Viamont, quien le reclamó al comandante Departamental de la Policía, coronel Raúl Grandy, por no hacer su trabajo.
La Policía tenía órdenes de no usar ni gases
Este martes, la periodista Darynka Sánchez, quien ha trabajado más de 10 años con fuentes policiales, hizo una relación de los hechos al interior de la Policía sobre lo ocurrido este martes y existen audios al respecto:
"Esta mañana, en Cochabamba, a través de todas las radios policiales, se oyó una inusual instrucción que llamó la atención de los policías de base.
"Atención 314 de R-30: Negativo uso de clave Q, negativo uso de Clave Q y 308. Deben persuadir y dialogar con el RP 25".
Este código policial significa lo siguiente:
'Atención a instrucción (314) del Comandante (R-30). Negativo uso de agentes químicos o gases lacrimógenos (Clave Q) y manténganse atentos. Deben persuadir y dialogar en manifestación o disturbio (RP 25)'.
Para la gente común, esta orden no tiene nada de extraño. Pero, para los policías, sí. Se sabía que violentos grupos saldrían a desbloquear y que se enfrentarían con los bloqueadores de la ciudad.
Los policías saben que la única forma de evitar que un enfrentamiento deje heridos y muertos es disparando gases lacrimógenos para dispersar a ambos bandos.
Pero, el comandante de la Policía de Cochabamba, coronel Raúl Grandy, hizo todo lo contrario. Ordenó que no se dispare ni un solo gas. Y que se dialogue en el disturbio.
Exactamente, la misma instrucción que las fuerzas policiales recibieron en 2007, antes de la quema de la Prefectura.
Cuando hay grupos tan antagónicos, los policías saben que el diálogo no servirá de nada y que serán rebasados. Por eso se deben usar gases. Para evitar heridos y muertos.
Pero hoy, 29 de octubre de 2019, la orden fue que los policías que estaban en los puntos de desbloqueo 'no disparen gases'. Y la violencia se desbordó.
Cuando policías de otras unidades acudieron al llamado desesperado de los vecinos de El Pueblito y de la Muyurina, y cumplieron su deber de gasificar a los atacantes, fueron reprendidos y humillados por el R-30, el comandante Raúl Grandy, de acuerdo a la denuncia de policías que fueron testigos del abuso".
Cuando luego los medios hablaron con Grandy, él deslindó responsabilidades. Incluso en el caso de los enfrentamientos en Quillacollo, dijo que para ese lugar existe un jefe policial. Sin embargo, él es el Comandante Departamental de la Policía en Cochabamba.
¿El MAS armó a desbloqueadores?
Horas antes de que empezaran los disturbios en Cochabamba, Los Tiempos denunció la distribución de palos a un grupo de personas afines al MAS para desbloquear la ciudad. La diputada saliente del MAS, Sandra Cartagena, formaba parte de la movilización.
Arrazan con todo a su paso
Una vez que la gente afín al MAS llegó por la carretera desde Sacaba, ingresó a esta urbe y recorrió avenidas y calles, causó la primera alarma al incendiarse un pino gigante tradicional de la Plaza de las Banderas que está al final de El Prado. Según las personas en el lugar, fue una bengala; pero no se sabe con exactitud quién la arrojó. El árbol no pudo ser salvado por los bomberos. Se quemó totalmente.
Nueve heridos en el puente de la Muyurina
Después de que la gente que tenía como fin desbloquear en Cochabamba dejó El Prado, se dirigió hasta la zona del puente de la Muyurina, donde hubo los más fuertes enfrentamientos del día.
ATB denunció que dichos manifestantes rodearon a un joven motociclista y le dieron una brutal golpiza, y luego incendiaron su motocicleta.
El agredido se llama Pablo Walker Villarroel, que ahora se encuentra en terapia intermedia de la Clínica Copacabana, con derrame cerebral intermedio. La víctima tiene seis fracturas en los brazos y hombros, y varias contusiones, además de haber recibido golpes contundentes en la cabeza.
No fue el único herido en ese lugar. En total, nueve personas fueron trasladadas hasta el hospital Viedma con diferentes tipos de contusiones. Son hombres entre los 18 y 38 años.
Después, la turba se dirigió hacia El Pueblito, un barrio turístico cercano a la Universidad Católica Boliviana San Pablo. Allá, vidrios de carros estacionados en las puertas de las casas fueron destrozados y algunas casas apedreadas. Después la turba tomó la avenida América y allá incendió motos.
Por la noche, dirigentes de la OTB Tupuraya-Pueblito se reunieron para pronunciarse sobre los ataques de los que habían sido objeto. Decidieron convocar a otras OTB más para continuar con las medidas desde hoy.
Incendian cerro San Pedro
Alrededor de las 14.00, el cerro San Pedro en el que se encuentra el Cristo de Cochabamba empezó a arder. Una de las versiones es que gente afín al MAS lo hizo después de escapar de la zona del puente la Muyurina. Pero después no le fue fácil bajar y tuvo que bordear el lugar, porque vecinos enfurecidos trataban de agarrarlos.
Los voluntarios bomberos que se encontraban atendiendo un incendio que se reactivó en el Parque Tunari tuvieron que ir a apagar las llamas en el cerro de San Pedro, pero no lo pudieron hacer muy rápido porque gente hostil seguía en dicho lugar. Al final, con ayuda de los vecinos de la urbanización Irlandés que se encuentra cerca, fue apagado el incendio.
Horas después, la periodista Darynka Sánchez denunció que "la Policía logró aprehender a los pirómanos que le prendieron fuego al cerro San Pedro. Sin embargo, fuentes cercanas a la FELCC aseguran que hay presiones para que se los libere en unos minutos. No han hecho ni su informe de acción directa. Quieren pasarlos como arrestados y liberarlos de inmediato, pero son aprehendidos". Finalmente, decidieron no imputarlos.
Denuncian secuestro de bus por parte de mineros
Transportes Copacabana presentó denuncia este lunes sobre el uso obligado de uno de sus buses: "Denunciamos que uno de nuestros buses, con placa de control 4810 YCE, perteneciente a Trans Copacabana 1MEM, fue secuestrado y obligado a transportar mineros desde el lugar del bloqueo (Parotani) hasta la localidad de Vinto… caso contrario era apedreado por completo por los mineros… situación que ponemos en conocimiento del público en general".
En realidad, los mineros ya empezaron a movilizarse hacia Quillacollo hace dos días. Luego dieron 48 horas a los bloqueadores citadinos para desbloquear. Ayer se enfrentaron con gente que vive en Quillacollo, distante a 14 kilómetros de la urbe cochabambina, y alrededores.
Empresarios molestos con la falta de seguridad
La noche de este martes, la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC) se pronunció. Su líder Javier Bellott repudió los hechos suscitados durante el día en Cochabamba y exigió al Estado hacer cumplir las leyes para que se proteja la vida de las y los ciudadanos y también la propiedad de la gente. Si no hay garantías efectivas en 24 horas, los empresarios pararán la producción en Cochabamba.
Los empresarios también se pronunciaron sobre las elecciones. Indicaron que están de acuerdo con la realización de una auditoría por parte de la OEA y consideran que debe existir un Tribunal Supremo Electoral transparente para tal efecto. En caso de que se hallaran indicios de nulidad en la auditoría, señalan que las elecciones debieran ser anuladas.
La ONU pide rechazar la violencia
Las Naciones Unidas hizo ayer mediante un comunicado "un llamado clamoroso y urgente a los actores políticos, a los sectores sociales, y a todas y todos los bolivianos a reducir tensiones y rechazar todo acto de violencia en estos difíciles momentos que enfrenta el país".
La ONU también pide a "las autoridades competentes para que garanticen el ejercicio de los derechos fundamentales de todas las personas, incluyendo la libertad de expresión, opinión y el derecho de manifestarse pacíficamente".
Además, considera que las autoridades deben cumplir con su obligación de proteger a toda persona de cualquier acto de violencia. Y llama a los diferentes sectores de la población para que su derecho a la protesta se desarrolle sin "incitar a la confrontación y bajo ninguna forma de discriminación".
"El Sistema de las Naciones Unidas en Bolivia recuerda que la violencia en todas sus formas es incompatible con los valores de un sistema democrático e insta a que todos los sectores contribuyan a la preservación de un clima de tolerancia, de paz y de respeto a los derechos humanos. Naciones Unidas ratifica su convicción de que se debe promover el diálogo para encontrar vías de solución a los desafíos actuales del país y para resguardar la integridad de todas las personas".
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