Países que cosechan agua de lluvia en los techos de ciudades

Curaduría de Guardiana (Bolivia)

Lunes 13 de noviembre de 2023.- Cuando entres al baño y descargues el inodoro, esa operación representa entre un 35 y 40 por ciento del consumo promedio de agua potable en un hogar al mes, líquido que podría muy bien ser sustituido por agua de lluvia que también te serviría para las actividades de aseo de tu hogar o empresa, para el riego de las plantas y el lavado de los carros. Un 50 por ciento de agua potable podría ahorrar cada familia si la reemplazara por agua de lluvia. Esto en otros países porque en Bolivia se desperdicia más agua potable en actividades en las que se podría usar el líquido reciclado. Por ejemplo, en Cochabamba el 63,06% del agua potable es usada en lavado de ropa y la descarga en el inodoro.

“El estudio de caso que hemos realizado durante 12 años, muestra que de cada 100 litros de agua, el 17,11% se emplea en la cocina (para beber, cocinar y lavar platos), el 29,80% se usa para lavar ropa en lavadoras convencionales que, en este caso, es una lavadora de carga superior; el 33,26% del agua se utiliza en el inodoro con tanque convencional de 14 litros de descarga, mientras que el 10,52% en el lavamanos y el 9,31% en la ducha”.

Explicó Javier Bellott, quien dirigió el estudio de caso realizado en Cochabamba durante 12 años por la Plataforma Aguas Puras.

Frente a tal problema, el equipo investigador asegura que con un cambio tecnológico de los equipos usados para los sanitarios y el lavado de ropa se podría ahorrar mucha agua como se puede ver en el siguiente cuadro.

El equipo investigador también realizó las siguientes sugerencias:

• El Estado debe diseñar políticas públicas para promover cambios tecnológicos inmediatos; medidas paraarancelarias para importar equipos de bajo consumo de agua y energía; aplicar tasas de cobro diferenciado por uso de tecnologías de alta eficiencia de uso de agua.
• Se debe evaluar la relación entre el costo y el beneficio de aumentar los volúmenes de agua para oferta y costo para tratar aguas residuales.
• Se debe mejorar la infraestructura para la captación, almacenamiento y distribución del agua, esto puede contribuir a resolver los problemas de acceso y suministro.
• Promover el cambio de tanques de agua bajo a tanques elevados para adaptar a los inodoros actuales, para reducir el consumo de agua.
• Promover la participación del Estado para que la población tenga acceso a compra de lavadoras de bajo consumo de agua.
• Promover medidas de adaptación al cambio climático, que afecta la disponibilidad y la distribución del agua en la región, con variaciones en las precipitaciones y cambios en los patrones climáticos.

Cosecha de lluvia para sustituir parte del agua potable

La solución al derroche de agua potable no pasa por una sola acción. Además de disminuir la cantidad de agua utilizada en las actividades diarias mediante el cambio de equipos o tecnología y de optimizar los tiempos empleados para cada actividad cotidiana como, por ejemplo, ducharse, también se han habilitado en otros países medidas e incentivos para la cosecha de agua de lluvia y el reciclado de aguas grises.

Para captar agua de lluvia se requieren algunos elementos básicos:

• Área de captación: Generalmente son techos o superficies impermeabilizadas que reciben los escurrimientos de agua de lluvia.
• Estructura de captación: Se ocupa de la recolección del agua, tales como sumideros o bocas de tormenta.
• Sistema de conducción: Canaletas o tuberías de diferentes materiales y formas que conducen el agua de lluvia del área de captación al sistema de almacenamiento.
• Sistema de tratamiento: Dispositivo que se encarga de retirar y filtrar los contaminantes que puede arrastrar el agua, incluyendo sedimentos, metales, grasas y basuras.
• Tanques de almacenamiento: Deben ser de material resistente, impermeable e inerte, tales como hormigón armado, de fibra de vidrio, polietileno y acero inoxidable.
• Vertedor: Estructura a través de la cual se descargan los volúmenes excedentes para evitar desbordamiento.

Isla Urbana, proyecto mexicano que se muestra más abajo, explica el trayecto de seis pasos que sigue el agua de lluvia una vez que cae sobre el techo de una edificación:

Proyecto Isla Urbana en México

México cuenta con experiencia en la cosecha de agua de lluvia en las ciudades. Uno de sus proyectos se llama Isla Urbana y data del 2009 en la Ciudad de México. Allá se promueven las prácticas sostenibles de gestión hídrica tanto para citadinos como para quienes viven en el área rural gracias al diseño de un modelo de cosecha de lluvia que puede ponerse en práctica a gran escala de manera barata para asegurar el agua limpia.

El director del proyecto Isla Urbana, Enrique Lomnit, explica qué necesita una persona o familia para cosechar agua de lluvia en su casa y da algunos consejos como, por ejemplo: si vas a almacenar el agua de la lluvia que sea después de 10 minutos del momento en que empezó a llover para que sea menos sucia y contaminada.

El proyecto Isla Urbana ha beneficiado a más de 20 mil familias en diferentes regiones del México, especialmente en zonas marginadas y rurales donde el acceso al agua es limitado o nulo como ocurre en Bolivia.

El proyecto también ha implementado sistemas especiales en escuelas, hospitales, centros comunitarios y otros espacios públicos. El proyecto Isla Urbana ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales por su innovación social y ambiental.

Proyectos y técnicas en Chile

La falta de agua no sólo afecta al área central de Chile, sino a otras zonas como indica en el siguiente video el experto Jorge Carrasco Jiménez, quien explica parte de los proyectos y técnicas que se llevan a cabo y que incluyen la cosecha de agua de lluvia desde los techos y también de manera directa en los terrenos a través de la aplicación de técnicas como el uso de la geomembrana. Y este ingeniero agrónomo investigador siempre repite donde va: "Un milímetro de agua de lluvia equivale a un litro en un metro cuadrado de terreno".

Perú con cosecha de agua y huertos en las azoteas

En 2014, las y los limeños ya plantaban hortalizas en las azoteas de Lima, donde llueve muy poco en las últimas décadas.

Con ayuda de expertos de la Universidad Agraria del Perú, el ayuntamiento de Lince empezó a enseñar a los vecinos a cultivar usando soluciones de nutrientes minerales en vez de tierra, una técnica conocida como hidroponía.

En Perú, Lince fue pionera en revestir los techos con huertos hidropónicos. Su programa “Techos Verdes” convirtió las azoteas de unas 150 familias en huertos orgánicos. Y la iniciativa la están copiando otros ayuntamientos de la ciudad como San Borja y San Isidro.

En el caserío La Florida, en el distrito de Huasmín de la provincia peruana de Celendín, se implementó un sistema de aprovechamiento de agua de lluvia para el abastecimiento de agua, mediante la instalación de tanques, canaletas y filtros en los techos de las viviendas.

También en la ciudad de Lima existen experiencias piloto de cosecha de agua de lluvia en los techos de escuelas y viviendas, con el apoyo de organizaciones como Soluciones Prácticas y la Universidad Nacional Agraria La Molina.

Y se puede añadir el caso de la ciudad de Arequipa, donde se ha promovido la cosecha de agua de lluvia en los techos de las viviendas rurales y periurbanas, con el fin de mejorar la calidad y cantidad del recurso hídrico disponible para el consumo humano y la agricultura.

El proyecto Potsdamer Platz en Alemania

El proyecto Potsdamer Platz en Berlín es un buen ejemplo. El agua de lluvia cae en las cubiertas de 19 edificios (32.000 m2), se recoge y almacena en un tanque subterráneo de 3500 m3. Esta agua es usada para la descarga de inodoros, el riego de zonas verdes (incluyendo techos verdes) y llenar un estanque artificial.

El proyecto fue creado con el fin de controlar las inundaciones, utilizar racionalmente el agua de la ciudad y crear un mejor microclima. Además del ahorro que significa aprovechar el agua de lluvia, las personas que utilizan estos sistemas reciben el beneficio de no tener que pagar la tasa anual que se cobra por descargar el escurrimiento pluvial a los drenajes.

SUIZA Y EL PLAN NORRKOPING EN MARCHA

Suiza se extiende sobre un territorio de 41.285 km² en el corazón de Europa para unos ocho millones de habitantes, lo que representa el cuatro por ciento de Bolivia y casi la mitad de gente. A pesar de no tener mucho territorio, Suiza es uno de los países que tiene más represas: el gobierno federal es responsable de 220 represas grandes y los cantones tienen a cargo unas 1.000 de menor escala. No es dato menor porque quienes tengan mayores reservas de agua no contaminada podrán asegurar a sus habitantes un mejor futuro de cara a la crisis climática.

Probablemente Suiza sea uno de los países más comprometido con el desarrollo sostenible a nivel mundial. Aprovecha el agua de lluvia captada en las viviendas para los baños, el lavado de ropa y de carros. Por ejemplo, en Norrkoping existe un proyecto en ejecución que consiste en que todas las tareas del hogar que no requieren de agua potable sean realizadas con agua de lluvia, así buscan ahorrar 3.800 m3 de agua al mes en el uso de los sanitarios, 3000 m3 en el lavado de ropa y hasta 25 m3 al mes en el lavado de carros.

Suiza estuvo cooperando en América Latina para que se pudieran realizar proyectos de cosecha de agua; sin embargo, ya en 2022 anunció que su cooperación se retiraba de Latinoamérica como también ocurrió en Bolivia. Así lo informó a Infobae: "Estamos en este momento en una fase en la cual la Cooperación Suiza está saliendo de América Latina en 2024, y estamos preparando una fase de salida para escalar la metodología de cosecha de agua en Nicaragua", explicó el oficial de Cosude, Mauricio Peñalba, en un video divulgado por el Catie.

Incentivos en Estados Unidos

El Departamento de Energía de Estados Unidos ha desarrollado una herramienta que proporciona un rango de agua de lluvia disponible para la captación en todo el país, tanto para aplicaciones generales como específicamente para el riego de jardines. La herramienta permite estimar la cantidad de agua que se puede recolectar en función del área del techo, la precipitación media anual y el factor de escorrentía.

Uno de los proyectos en los que en ese país se ha venido trabajando se llama Rainwater Harvesting (Captación de Agua de Lluvia), iniciativa que busca aprovechar el agua de lluvia para diversos usos como el riego de jardines, el lavado de vehículos, el enfriamiento de edificios o el abastecimiento de agua potable. El proyecto tiene varios beneficios, como la conservación del agua, la reducción de la escorrentía y la contaminación, el ahorro de energía y el aumento de la resiliencia ante la sequía.

En Los Ángeles (en el Estado de California) como parte de este proyecto se distribuyen barriles de plástico a los residentes para que recolecten el agua de lluvia que cae sobre sus techos. El agua se puede usar para regar las plantas o lavar los autos.

En estados como Maine, California, Oregón y Washington en los que suele faltar agua, se ofrecen incentivos en los impuestos o facilidades para préstamos. De ese modo buscan reducir la demanda de agua potable y fomentar el uso eficiente del líquido vital para la vida.

CANADÁ ENTREGA TANQUES

Canadá que se encuentra al lado de Estados Unidos tiene hoy un programa piloto para conservar agua de lluvia. En Vancouver se entrega un subsidio para la compra de tanques plásticos de 75 galones para recolectar el agua de lluvia proveniente de los techos que luego es utilizada para regar los jardines, actividad que demanda alrededor del 40% del suministro de agua durante el verano.

Los países mencionados son sólo una muestra de muchos otros más en los que se está trabajando en la cosecha de agua de lluvia no sólo en el área rural donde ancestralmente existe mucha práctica, sino en las ciudades y, para tal efecto, están desarrollando todo tipo de incentivos que pasan, incluso, por los impuestos.

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