Por Guardiana (Bolivia)
Tener título profesional en cualquier área y destrezas certificadas en el manejo de herramientas y técnicas de resolución de conflictos son requisitos esenciales para convertirse en un conciliador o conciliadora en Bolivia.
Según la coordinadora del Centro de Conciliación Extrajudicial de la Fundación UNIR Bolivia en Cochabamba, Verónica Berríos, la formación no está enfocada en el conocimiento de las leyes, sino en la conflictología y los aportes de la comunicación, la sociología, la antropología y la psicología.
Estudiosos del tema como Eduard Vinyamata Camp apuntan que la conflictología también se alimenta de la neurología, la matemática y la filosofía.
Berríos y la conciliadora judicial Carolina Arratia coinciden en que el conciliador debe tener capacidad de escucha activa para comprender el problema, los sentimientos de las partes y sus intereses para ayudar a encontrar un acuerdo que evite que se llegue a juicio.
Agregan que un conciliador utiliza sus destrezas para hacer una síntesis de lo dicho en los encuentros y validar las emociones, y hacer preguntas no de corte judicial, sino reflexivas.
Su labor consiste en guiar el diálogo hacia la búsqueda de soluciones con imparcialidad y no dejarse llevar por los prejuicios.
En estos procesos se utilizan distintos enfoques de atención a los conflictos, entre ellos el de la terapia circular narrativa, dice Berríos. La idea es que las partes enfrentadas acudan a conciliar antes de ir a un juicio.
¿Cómo ser conciliador?
Si alguien quisiera ser conciliador tiene algunas opciones. Una de ellas es estar atento a las convocatorias del Consejo de la Magistratura que necesita conciliadores judiciales.
Puede tener un título profesional en cualquier área y se recomienda tener formación de postgrado en resolución de conflictos, diplomado o maestría para presentarse en un concurso de méritos y examen de competencia.
Si logra vencer las pruebas, el o la postulante pasa a ser parte del personal del Tribunal Departamental de Justicia y recibe una remuneración salarial.
Actualmente, el tribunal departamental de Cochabamba tiene 16 conciliadores en la capital, entre ellos hay abogados y profesionales en Psicología y Comunicación Social.
Uno de los requisitos para ser parte del equipo es hablar un idioma nativo, como todo servidor público, en este caso el quechua. En caso de que alguna de las partes prefiera estar acompañada de un traductor, puede llevar uno a las audiencias, previo acuerdo.
"¿Hablando nos entendemos?"
EL psicólogo Luis Orellana dice que existe un mal hábito en Bolivia de acudir al conflicto antes que al diálogo. Pero contradictoriamente las personas acostumbran decir: "Hablando nos entendemos".
Aconseja a la población buscar salidas alternativas con la orientación de un conciliador que ayudará no solo a resolver un problema. También ahorrará tiempo y dinero que gastaría en un juicio.
En criterio de Carolina Arratia, la justicia ordinaria es muy importante en muchos casos, pero en otros no llega a materializar la justicia restaurativa. Dice que una de las partes gana la batalla y la otra pierde. Y por esa razón las personas sienten que no han sido escuchadas y que no se solucionó el conflicto.
Conciliador extrajudicial
Para ser conciliador en alguna organización civil, no estatal, tiene opciones en la Fundación UNIRBolivia u otras autorizadas por el Ministerio de Justicia.
Unir Bolivia no exige que los conciliadores tengan formación en Derecho. Tienen que ser profesionales en cualquier área y deben completar 40 horas de formación en conciliación y métodos alternativos, según Berríos.
Depende de cada centro convocar a la capacitación de personas interesadas y acreditar a conciliadores. La Ley 708 señala que el Ministerio de Justicia autoriza el funcionamiento de los centros de conciliación y cada centro acredita a sus conciliadores.
¿Cuánto gana un conciliador extrajudicial? En UNIR, un conciliador gana el 40 por ciento de lo que se paga por un proceso de conciliación. El saldo se queda en la institución. No es personal permanente, sino externo.
¿Y el idioma nativo? En las oficinas de la fundación en Cochabamba hay personal que conoce el quechua. Se coordina el trabajo cuando en un proceso de conciliación se necesita apoyo con el idioma.
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