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Miércoles 29 de abril de 2020.- Si bien existen protocolos de salud para la atención de pacientes con Covid-19, la verdad es que desde que los hospitales se vieron desbordados en diferentes países, los médicos han tratado de salvarlos aplicando tratamientos que han incluido distintos medicamentos y los que más han sido mencionados son la hidroxicloroquina, la azitromicina, la heparina e incluso la terapia basada en plasma. El problema de estos fármacos es que muchas veces se destaca su uso, pero poco se habla de las contraindicaciones, más tomando en cuenta que personas con la enfermedad que están aisladas en sus hogares pueden terminar automedicándose y esto es tan peligroso como la enfermedad misma de la Covid-19.

Hace pocos días se supo de un estudio hecho en Francia a partir de la aplicación de la hidroxicloroquina y la azitromicina, para tratar por separado o en combinación a pacientes infectados por el virus. Entre todo lo que se dijo está que la administración de hidroxicloroquina y azitromicina logra reducir y eliminar la carga viral de las personas con Covid-19. Sin embargo, ojo con la hidroxicloroquina.

¿PARA QUÉ SE USA LA HIDROXICLOROQUINA?

El médico cirujano Nelton Abdon Ramos Rojas explica a MejorConSalud que la hidroxicloroquina es un fármaco que suele ser usado en enfermos con malaria, artritis reumatoide (enfermedad inflamatoria autoinmune) y lupus eritematoso (también es una enfermedad autoinmune).

El papel de la hidroxicloroquina en el caso de la malaria es impedir que el Plasmodium digiera la hemoglobina. Lo consigue porque este microorganismo necesita un pH bajo para llevar a cabo estas reacciones. La hidroxicloroquina aumenta este pH para que la digestión no sea posible.

La artritis reumatoide (AR) se trata de una enfermedad inflamatoria autoinmune. Esto quiere decir que las células inmunes del propio organismo reconocen como extrañas ciertas moléculas propias. Así, desarrolla contra las mismas una reacción inflamatoria, en este caso en las articulaciones. En este caso, la hidroxicloroquina es beneficiosa porque impide que algunas células inmunes se transporten hasta las articulaciones. Además, imposibilitan la unión de ciertos complejos inmunes (complemento) con las moléculas propias reconocidas como extrañas.

Y con respecto al lupus, los beneficios de la hidroxicloroquina son similares a los experimentados en artritis reumatoide.

Efectos no deseados de la hidroxicloroquina

Oculares: La hidroxicloroquina produce efectos no deseados tanto a nivel de la córnea como a nivel de la retina. La primera se corresponde con la capa dura que recubre el ojo. La segunda es la capa más interna gracias a la cual podemos percibir imágenes. Los daños producidos pueden ser sintomáticos o asintomáticos. Los síntomas que se pueden producir a nivel de la retina son escotomas (manchas negras en el campo visual) o dificultad para la visión a poca luz (nictalopia). Generalmente son reversibles, aunque en algunos casos la lesión es irreversible.

Musculares: A lo largo del uso de la hidrocloroquina se ha descrito la aparición de miopatías y neuromiopatías (patologías de los músculos y del conjunto de músculos y nervios). Esto incluye, entre otros, la aparición de debilidad muscular. La miopatía puede ser reversible, pero pueden pasar varios meses hasta que se recupera la normalidad. Por esto son necesarias revisiones periódicas de la fuerza muscular, y también exploraciones de los reflejos osteotendinosos (el más popular es el rotuliano).

Contraindicaciones de la hidroxicloroquina

Debe evitarse el uso de la hidroxicloroquina en pacientes bajo las siguientes circunstancias:

•             Alteraciones de la agudeza visual o del campo visual (es posible que se acentúen).

•             Hipersensibilidad (alergia) a compuestos derivados de la 4-aminoquinolina (este fármaco es un derivado de ese compuesto).

¿Qué pasa con la azitromicina?

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos indica que la azitromicina es un medicamento antibacteriano dispensado con receta médica, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (U.S. Food and Drug Administration, FDA), para el tratamiento de ciertas infecciones bacterianas como las siguientes:

  • Infecciones respiratorias bacterianas, incluso neumonía adquirida en la comunidad, infecciones agudas de los senos paranasales y los oídos, y empeoramiento agudo de la bronquitis crónica
  • La enfermedad inflamatoria de la pelvis
  • La enfermedad ulcerativa genital
  • Las infecciones de la uretra, del cuello uterino, la garganta, las amígdalas y la piel

Algunas enfermedades respiratorias bacterianas (como la neumonía adquirida en la comunidad) para las cuales la FDA ha aprobado el tratamiento con azitromicina son infecciones oportunistas (IO) características del VIH. Una IO es una infección que ocurre con más frecuencia o es más grave en las personas con inmunodeficiencia—como las que tienen el VIH—que en las personas con un sistema inmunitario sano.

Contraindicaciones de la azitromicina

  • Si es alérgico a la azitromicina o a cualquier otro medicamento.
  • Si tiene o ha tenido alguna afección médica, incluidas las siguientes:
    • Neumonía
    • Fibrosis quística
    • Un trastorno que causa debilidad muscular (miastenia grave)
    • Un caso confirmado o presunto de infección de la sangre causada por bacterias (bacteriemia )
    • Irregularidad de los latidos del corazón, particularmente la llamada “prolongación del intervalo QT"
    • Afecciones de los riñones o del hígado
  • Si hay algo que podría afectar su capacidad de tomar medicamentos, como dificultad para ingerir pastillas o dificultad para recordar que debe tomarlas, o tiene alguna otra afección de salud que le impida recibir una inyección o infusión.
  • Si se trata de una mujer, si está embarazada o piensa quedar en ese estado. Hable con su proveedor de atención de salud sobre los riesgos de tomarlo durante el embarazo.
  • Si se trata de una mujer, si amamanta o piensa amamantar al bebé. No lo amamante si tiene el VIH.

Las contraindicaciones de la

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios informa lo siguiente sobre las contraindicaciones que tiene el medicamento azitromicina:


Reacciones alérgicas

Al igual que con eritromicina y otros macrólidos, se han notificado reacciones alérgicas graves raras, como edema angioneurótico y anafilaxia (mortal en raras ocasiones), reacciones dermatológicas como pustulosis exantemática generalizada aguda (PEGA) y síndrome de Stevens Johnson (SSJ), necrólisis epidérmica tóxica (NET) (mortal en raras ocasiones) y una reacción medicamentosa con eosinofilia y síntomas sistémicos (DRESS).

Insuficiencia hepática

Dado que el hígado es la principal vía de eliminación de azitromicina, el uso de azitromicina debe realizarse con precaución en pacientes que padezcan una enfermedad hepática significativa. Se han notificado casos de hepatitis fulminante que potencialmente pueden provocar un fallo hepático que supone una amenaza para la vida. Algunos pacientes puede que hayan padecido anteriormente enfermedades hepáticas o puede que estén en tratamiento con otros medicamentos hepatotóxicos.

Insuficiencia renal

Se recomienda precaución en pacientes con insuficiencia renal grave (tasa de filtración glomerular < 10 ml/min) dado que la exposición sistémica puede estar aumentada (se ha observado un aumento del 33%) (ver sección 5.2).

Algunas recomendaciones...

Este medicamento no es adecuado para el tratamiento de infecciones graves donde se necesite rápidamente una elevada concentración de antibiótico en sangre.

En zonas con una elevada incidencia de resistencia a eritromicina A es importante tener en consideración la evolución de los patrones de sensibilidad a azitromicina y a otros antibióticos.

Al igual que con otros macrólidos, se han notificado en algunos países europeos altos índices de resistencia a azitromicina por Streptococcus pneumoniae (>30%) (ver sección 5.1). Este hecho debe tenerse en cuenta en el tratamiento de infecciones causadas por Streptococcus pneumoniae.

El principal causante de infecciones del tejido blando, Staphylococcus aureus, es resistente a la azitromicina de forma frecuente. Por tanto, se considera una condición previa al tratamiento de infecciones de tejidos blandos con azitromicina, el realizar un análisis de sensibilidad.

Faringitis/amigdalitis

Azitromicina no es un medicamento de primera elección para el tratamiento de faringitis y amigdalitis causadas por Streptococcus pyogenes. Para estas afecciones y para la profilaxis de fiebre reumática aguda, la penicilina es el tratamiento de elección.

Sinusitis

Con frecuencia, azitromicina no es el medicamento de primera elección para el tratamiento de sinusitis.

Otitis media aguda

Con frecuencia, azitromicina no es el medicamento de primera elección para otitis media aguda.

Quemaduras infectadas

Azitromicina no está indicada para el tratamiento de quemaduras infectadas.

Enfermedades de transmisión sexual

En el caso de enfermedades de transmisión sexual, se debe excluir una infección concomitante causada por T. pallidum.

Sobreinfecciones

Al igual que con cualquier antibiótico, se recomienda seguimiento por si aparecen signos de sobreinfección con agentes no sensibles, incluyendo de tipo fúngico.

Enfermedades neurológicas o psiquiátricas

Azitromicina debe administrarse con precaución en pacientes que padezcan enfermedades neurológicas o psiquiátricas.

Miastenia gravis

Se han notificado casos de exacerbación de los síntomas de miastenia gravis o de nueva aparición del síndrome de miastenia en pacientes en tratamiento con azitromicina (ver sección 4.8).

Diarrea asociada a Clostridium difficile

Se han notificado casos de diarrea asociada a Clostridium difficile (DACD) con el uso de casi todos los agentes antibacterianos, incluyendo azitromicina, cuya gravedad puede oscilar de diarrea leve a colitis fatal. El tratamiento con agentes antibacterianos altera la flora normal del colon originando el sobrecrecimiento de C. difficile.

El Clostidrium difficile produce toxinas A y B que contribuyen al desarrollo de la DACD. La hiperproducción de toxinas por algunas cepas de Clostridium difficile, causa un incremento en la morbilidad y mortalidad, ya que estas infecciones pueden ser refractarias a la terapia antimicrobiana y puede requerir colectomía. La DACD debe considerarse en todos los pacientes que presenten diarrea tras un tratamiento antibiótico. Es necesaria una cuidadosa historia médica dado que se han notificado casos de DACD hasta dos meses después de la administración de agentes antibacterianos.

Tratamiento a largo plazo

No existe experiencia con respecto a la seguridad y eficacia del uso de azitromicina a largo plazo para las indicaciones mencionadas. En el caso de infecciones recurrentes frecuentes, se debe considerar el tratamiento con otro antibiótico.

No se ha establecido la seguridad y eficacia de azitromicina para la prevención o tratamiento de infección por el Complejo Mycobacterium avium (MAC) en niños.

4.5. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción

https://www.youtube.com/watch?v=swD9CfSBgDY

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