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Guardiana (Bolivia) Foto principal: pxhere.com

Jueves 23 de abril de 2020.- La crisis causada por el coronavirus obliga a estudiar acciones para mitigar los efectos de la pandemia que ha paralizado la economía. Las recetas apuntan a establecer, por ejemplo, el consumo de productos de larga vida y que puedan ser reparados, además de evitar el desperdicio de comida.

La ciudad de Amsterdam, capital del Reino de los Países Bajos, ya tomó decisiones. Sus autoridades han determinado aplicar el modelo de economía circular (rosquilla o donut), que propone reducir el consumo de recursos  y materiales, respetando los límites de la naturaleza, pero en una proporción que satisfaga las necesidades de las personas.

Este modelo nació en el Instituto Ambiental de la Universidad de Oxford
y lo hizo de la mano de la investigadora Kate Raworth.
  • En el anillo interior de la rosquilla se encuentra lo mínimo necesario para una buena vida: alimentos, agua potable, vivienda, educación, salud, equidad de género, saneamiento, energía, ingresos y participación política.
  • En el aro exterior están los límites ecológicos que se deben respetar para combatir al cambio climático, garantizar la conservación de suelos y los mares, la capa de ozono, la biodiversidad y el acceso al agua potable.
  • Entre estos dos anillos se halla el equilibrio; es decir, lo que puede satisfacer las necesidades humanas sin comprometer el futuro del planeta.
Productos duraderos

En la presentación del plan de la ciudad, el 8 de abril, la subalcaldesa Marieke van Doorninck detalló algunas partes de ese modelo: impulsar el consumo de productos más duraderos que puedan ser reparados para seguir en funcionamiento y aprobar reglas que obliguen a restaurantes y hoteles a obsequiar la comida que iban a desechar.

Otra de las medidas es la creación de documentos llamados “pasaportes de materiales” en los que se realizará un recuento de todo lo que pueda ser reutilizado tras una demolición.

También se menciona la promoción de insumos más sostenibles y resistentes en la construcción de edificios, según la publicación española www.eldiario.es.

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Menos combustibles fósiles

La directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Inger Andersen, cree que esta es una oportunidad para tener una economía más sostenible, amigable con la naturaleza y que impulse la creación de empleos también sostenibles.

Inger Andersen, del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (foto: ruptly.tv).

El Instituto Scripps de Oceanografía de Estados Unidos recomienda una reducción anual de hasta el 10 por ciento en el uso de combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón, para que se pueda percibir una baja en los niveles de carbono.

Según Andersen, se debe invertir en energías renovables, edificios inteligentes, combustibles no contaminantes y otros proyectos que ayuden a tener un planeta sano.

Otro patrón de desarrollo

¿Cómo ve la situación el economista boliviano Gonzalo Chávez? Sugiere reactivar el aparato productivo y comercial, y reinventar el patrón de desarrollo con un acuerdo político y social para elaborar un plan de recuperación.

En su columna de Página Siete, dice que se debería dar nuevos créditos blandos, invertir en salud y educación, en internet gratuito y de alta velocidad.

Plantea invertir en energías renovables para depender menos del gas, en apoyo a emprendimientos tecnológicos y desarrollo productivo, y ofrecer bonos vinculados a la educación, productividad y al medio ambiente.

Imagen ilustrativa del teletrabajo (foto: economy.com.bo).
¿Viajar o no viajar?

Empresas y organizaciones tendrán que analizar cuán necesarios son o serán los viajes de su personal para encontrarse con sus pares en otros países. Tendrán a su alcance medios tecnológicos para reuniones por videoconferencia, dice el experto Johann Fortwengel, según BBC Mundo.

El uso de herramientas tecnológicas también abarca las actividades laborales y académicas de escuelas, colegios y universidades. Las instituciones educativas trabajan clases a distancia con aplicaciones vía internet, aunque algunas, como las universidades públicas, tienen problemas para hacerlo

El teletrabajo

En el caso de Bolivia, el teletrabajo implica asumir retos tecnológicos y motivacionales, dice economy.com.bo que publica experiencias en la banca, universidades y otras instituciones.

Mediante el Decreto Supremo 4218, promulgado el 14 de abril de 2020, el Gobierno boliviano fijas las reglas del teletrabajo en instituciones públicas y privadas.

Uno de los puntos indica que las empresas deben facilitar a sus trabajadores el equipo y el software necesarios para el desarrollo de sus funciones. Y los empleados se comprometerán a hacer un uso adecuado de los equipos y mantener la confidencialidad de la información. La jornada laboral será de ocho horas diarias.

Pulseta entre Japón y China

Japón invertirá dos mil millones de dólares para incentivar el regreso de sus empresas instaladas en China, informó El Diario de La Paz.

Ese fondo, de 220 mil millones de yenes, podría ser gastado en los próximos dos años. A su vez, se han presupuestado otros 24 mil millones de yenes para que las empresas niponas muevan sus instalaciones de China hacia otros países.

El economista español Ignacio de la Torre dice que las compañías entienden que es complicado depender de un solo país, en este caso China.

De acuerdo con este asesor financiero, cambiar de lugar las plantas de producción al país de origen es caro, pero también más productivo. Pero aclara que se reducen los riesgos en el transporte y los problemas arancelarios, según la publicación española Palco 23.

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