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Por Edrei Robles de Investigación Educativa

Solíamos tener una idea bastante clara de cómo usar y aplicar los términos "trampa" y "plagio" en el contexto académico y escolar. Sin embargo, con el avance de la inteligencia artificial en nuestras vidas, es necesario actualizar nuestras definiciones. Todo esto con la finalidad de que la práctica educativa siga siendo relevante y de impacto para el futuro de nuestros estudiantes.

Las herramientas de IA, como ChatGPT, Bard, Bing, Midjourney y otras  están en todas partes y sólo van a mejorar. Serán una parte vital de la fuerza laboral cuando nuestros estudiantes se gradúen y avancen en su carrera profesional. Por lo tanto, nuestras definiciones tendrán que adaptarse para permitir la integración de esta tecnología en nuestros procesos de enseñanza-aprendizaje.

La pregunta es: ¿Dónde trazaremos la línea entre lo que aceptaremos y lo que calificaremos como trampa o plagio?

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Imagen generada con Midjourney
Reajustando la línea

Vamos a tener que trazar una línea - como educadores, como instituciones educativas, incluso como sistemas educativos - para determinar qué vamos a permitir y qué no.

Primero, asegurémonos de entender bien estos dos términos. En términos más coloquiales y dentro del contexto educativo, les comparto a continuación estas definiciones:

  • Trampa: Cuando un estudiante hace algo deshonesto en su trabajo académico que tergiversa lo que comprende o es capaz de hacer para obtener una ventaja injusta.
  • Plagio: Cuando un estudiante presenta algún tipo de trabajo como su propia creación cuando, en realidad, no es su propio trabajo.

Estas definiciones podrían no ser perfectas, pero destacan una realidad importante:

Hay MUCHAS áreas grises. Es confuso e incierto.

Por ejemplo: ¿Considerarías "trampa" o "plagio" alguna de las siguientes situaciones?

Un estudiante usa ChatGPT para responder una pregunta de alguna tarea y...

1. 📋 Copia la respuesta y la presenta al profesor.

2. 🧠 ChatGPT crea una respuesta. El estudiante la lee, la edita, la ajusta y la presenta.

3. 🎨 El estudiante genera múltiples respuestas usando ChatGPT, usa las mejores partes, las edita y las presenta.

4. 💡 El estudiante rescata las ideas principales. Luego, usa ChatGPT para generar un borrador y le ofrece retroalimentación para mejorar.

5. 🕵️ El estudiante usa ChatGPT para obtener ideas de respuestas, luego escribe y presenta el resultado.

6. 📚 El estudiante no usa la respuesta de ChatGPT y la ignora. Escribe todo el contenido de la tarea sin consultar la IA.

Posiblemente, tu reacción inicial a estas situaciones está relacionada con cómo funciona nuestro actual sistema educativo o cómo has enseñado en el pasado.

Por supuesto, las cosas están cambiando. Por esta razón, te propongo cambiar un criterio binario (hizo trampa / no hizo trampa), por una escala de integración de inteligencia artificial:

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Niveles de integración de la IA en trabajos académicos y escolares

La imagen de arriba presenta dos casos extremos: la copia directa (inferior) y la independencia total (superior). Ambos extremos son igual de dañinos para los estudiantes: si hacen copia directa, no llevan a cabo ningún proceso cognitivo que les permita desarrollar habilidades y obtener conocimientos; y si tienen una independencia total de la IA, no adquirirán las habilidades necesarias para insertarse en el mundo profesional del futuro.

De manera que será necesario que los profesionales de la educación aprendamos a trabajar en los niveles intermedios. A través de la modificación y contextualización de actividades y lecciones, tendremos que integrar la IA en los procesos de enseñanza-aprendizaje con la finalidad de asegurar un aprendizaje significativo en nuestros estudiantes mientras adquieren las habilidades digitales que requerirán para ser relevantes profesionalmente.

¡Debemos ser conscientes de que la inteligencia artificial disponible hoy es la menos potente que nuestros estudiantes verán en su vida!

Imaginemos a un niño de 11 años que está en la escuela primaria ahora mismo. Se graduará de la preparatoria en 6 años. Y de la universidad en 4 años más. Para cuando entre al mundo laboral, ¡la #IA habrá mejorado y evolucionado durante 10 años!

Al considerar nuestra respuesta a la pregunta, "¿Qué es el plagio/trampa?", nuestra respuesta tiene que ser relevante para ese estudiante en 10 años.

Además, si queremos ser justos, tenemos que hacernos esta pregunta:

¿Cuál de las opciones anteriores usaríamos en nuestro trabajo como adultos? Si estamos dispuestos a usar la IA en nuestro trabajo ahora, sólo se volverá más común en el futuro. Por supuesto, como educadores, todavía estamos tratando de comprender la IA y su lugar en el mundo.

No tenemos que tener la respuesta perfecta ahora mismo. Pero ahora es el momento de empezar a intentar acertar.

Detectores de IA: ¿Qué hay disponible? ¿Deberíamos usarlos?

En los días y semanas posteriores al lanzamiento de ChatGPT, los profesores se preguntaban constantemente una cosa:

¿Cómo sé si los estudiantes usaron inteligencia artificial para hacer su trabajo?

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Imagen creada con Midjourney

¡De hecho, esta es la pregunta que más me plantean cuando comparto temas de IA con educadores y docentes!

Inmediatamente, hubo una demanda de detectores de IA. Hoy en día, hay varias opciones (y hablaremos más adelante de ellas). Pero esta demanda plantea una pregunta más grande: ¿Realmente resuelven el problema? (¿Y el problema percibido es realmente un problema?)

Veámoslo de esta manera.

Cuando Turnitin apareció, ¿solucionó el problema del plagio en las clases? ¿Hizo que la trampa desapareciera? La respuesta es "no", y sigue siendo "no" con cualquier otra herramienta que se haya desarrollado desde entonces.

Además, por cada supuesto detector de texto generado con IA surge un "antidetector" (como StealthGPT) que hace esos textos indetectables por los detectores. Es una carrera que no terminará prácticamente nunca y en la que no nos conviene meternos.

Así que analicemos punto a punto el tema de los detectores:

  1. Son una herramienta, no una solución definitiva. Aun cuando encuentras el más preciso y eficaz, no evitará que los estudiantes utilicen la IA para hacer su trabajo, y no hará que las herramientas de IA desaparezcan.
  2. No son muy fiables. Producen falsos positivos con regularidad, diciendo que un texto creado por un humano fue creado por la IA. Al igual que en el tribunal, no puedes acusar a alguien usando evidencia que no es fiable. El ejemplo más reciente es el de GPTZero afirmando que el 96% de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América fue escrita por una IA.
  3. Pueden ser el comienzo de una discusión. Si un estudiante entrega un trabajo que parece ser generado en gran medida por la IA, podría ser el momento de hablar: ¿Cómo sé lo que has aprendido? ¿Existen impedimentos que te impiden hacer el trabajo tú mismo? En un mundo con más y más IA, ¿Cómo vas a aprovechar tu humanidad para que no te reemplace la IA?
  4. Usa tus ojos y tu cerebro de profesor. Si has estado leyendo el trabajo de tus estudiantes y siguiendo su progreso, tus sentidos humanos podrían detectar que algo no se ve o suena como ellos mejor que un detector de IA. Aunque, claro, esto depende completamente del nivel educativo de tus estudiantes y del campo de conocimiento que impartas.

Entonces, ¿Qué herramientas están disponibles? Si aún con todo lo dicho quieres usar un detector, tienes las siguientes opciones:

  • AI Text Classifier de OpenAI: Una herramienta lanzada esta semana por los creadores de ChatGPT.
  • GPTZero: Una herramienta creada por un estudiante universitario para ayudar a los educadores.
  • Fictitious.ai: Un detector de IA que se integra con Canvas LMS.
  • AI Writing Check: Un servicio gratuito proporcionado por Quill y CommonLit.
  • Originality AI: Una herramienta poderosa pero de suscripción.
¿Deberíamos bloquear, prohibir o permitir el uso de IA en las aulas?

Si bloqueamos ChatGPT (o herramientas similares) y pensamos que estamos resolviendo un problema, nos estamos engañando a nosotros mismos.

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Imagen creada con Midjourney

Hay dos decisiones que deben ser abordadas desde que se lanzó ChatGPT:

Una decisión sistémica importante que debe tomarse es: ¿Cómo debe ser la enseñanza y el aprendizaje en el mundo de ChatGPT y la IA?

Si has seguido mis publicaciones y las de otras personas involucradas en este tema, estarás de acuerdo que es una discusión que ya ha comenzado a ser abordada y los cambios están en marcha.

Pero hay una pregunta más urgente, y es una que requiere un poco de matices...

¿Debería ser bloqueado en las escuelas e instituciones educativas en general?

Inmediatamente, las escuelas y e instituciones educativas deben decidir si bloquean el acceso a él en las redes y dispositivos escolares.

Esa decisión, sin embargo, no resolverá "el problema" (el uso de comillas es porque no estoy convencido de que la proliferación de la IA sea un problema). De hecho, los estudiantes todavía tendrán al alcance estas herramientas y, seguramente, encontrarán la forma de acceder a ellas.

Pero alguien tiene que decidir. ¿Debería ser bloqueado en la escuela? La respuesta general ha sido contundente: "No, que no se bloquee.". Las razones son sencillas: Este es el futuro y no va a desaparecer. Los estudiantes deben tener acceso a él, de manera que puedan estar preparados para el futuro. ¿Por qué querríamos impedir que los estudiantes accedan a algo tan poderoso?

Sin embargo, esta decisión trae consigo una serie de consecuencias:

  • Los docentes deben ser capacitados en el uso y maestría de la IA.
  • Los planes y programas de estudio deben ser adaptados para integrar la IA verdaderamente y no sólo como un elemento periférico de la experiencia de aprendizaje.
  • Las instituciones deben implementar una política de uso de IA y ajustar las evaluaciones de los estudiantes a esos nuevos parámetros.

Por otra parte, habrán grupos de docentes que pensarán lo siguiente:

"¿Reinventar mis métodos de enseñanza y asignaciones de un momento a otro porque salió una nueva "tecnología" novedosa? Simplemente no tengo tiempo para eso."

En el fondo, estos profesores conocen el potencial de la IA y herramientas como ChatGPT. Saben que va a cambiar cómo se ve la enseñanza y el aprendizaje. Pero sienten que están en el frente de batalla, lidiando con todo tipo de situaciones difíciles y una falta de recursos y de respeto por el aula y la profesión docente. Es comprensible; sin embargo, el cambio de paradigma trae consigo una máxima innegable: "innovar o morir".

Los profesores están empezando a sentir un sentido de normalidad después de la enseñanza remota obligada por la pandemia. Tuvieron que reinventar la forma en que enseñan... ¡De un día para otro! Y a un formato para el que la mayoría no estaba preparada, tecnológica o pedagógicamente o logísticamente. Y ahora se les pide que lo hagan de nuevo...

Sólo recordemos que todo cambio se inicia con la voluntad de cambiar.

La IA llegó para quedarse, y es nuestra tarea como educadores adaptarnos y encontrar formas de usarla para mejorar nuestra enseñanza y el aprendizaje de nuestros estudiantes. Ya sea que veamos la IA como un desafío o una oportunidad, no hay duda de que cambiará la forma en que enseñamos y aprendemos, y debemos estar preparados para ello.

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