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En tiempos de COVID-19 es urgente tomar medidas adecuadas para evitar posibles malversaciones de los fondos públicos destinados a enfrentar la pandemia mundial del coronavirus. El Banco Central de Bolivia (BCB) autorizó la entrega de un desembolso de emergencia de 7.000 millones de bolivianos al Órgano Ejecutivo, con el objetivo de que estos recursos se destinen a combatir la pandemia del coronavirus en Bolivia.

La necesidad de actuar con rapidez no debe anular la responsabilidad del Gobierno de adherirse a los principios de anticorrupción, responsabilidad y transparencia.

Es importante que los contratos de crédito suscritos con las distintas entidades nacionales incluyan cláusulas anticorrupción con requisitos estrictos de mantenimiento de registros de transacciones y reportes, a fin de garantizar que el dinero proporcionado se gestione adecuadamente y evitar gastos innecesarios con la excusa de que se trata de un beneficio en salud, en coordinación con la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF).

El contrato de crédito otorgado por el BCB también deberá incluir una sólida protección para aquellos denunciantes que revelen corrupción o fraude asociado con dichos fondos, asegurando que aquellos que saben de tal malversación puedan denunciar con bases sólidas, sin temor a ser castigados.

Asimismo, la financiación que recibe Bolivia de otros países debe venir acompañada de disposiciones para garantizar el uso transparente y responsable de los fondos asignados. Por ejemplo, a modo de ayudar en la lucha contra el coronavirus, Italia apoyó al Gobierno nacional con 21.5 millones de euros, dichos fondos serán enviados a más tardar hasta final de abril, de acuerdo con lo sostenido por el jefe de Cooperación de Italia en Bolivia, Angelo Benincasa.

A fin de garantizar que los recursos económicos tengan un buen destino y evitar desvíos, se recomienda crear una página web de libre acceso a la población para garantizar la transparencia de dichos fondos.

Sin estas medidas la corrupción en la atención médica puede agravar seriamente la miseria de las personas. Especialmente en tiempos de crisis, es esencial que nuestra sociedad exija que nuestros gobiernos se adhieran a los más altos estándares de anticorrupción, responsabilidad y transparencia.

Las opiniones expresadas en este articulo son las de la autora, a título personal, y no representan las opiniones de otra persona, incluidas las del estudio jurídico al que está afiliada.   

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