Por Mauricio Sánchez para Guardiana (Bolivia)
Estaremos en Módena, en Sucre, en Breslavia, en Praga, en París,
estaremos en Atenas, El Cairo, Estambul y Port Louis.
Caminarás a mi lado por los malecones y por los parques
por los cerros subirás a mi lado las escalas empinadas
por las playas te reirás de mí y me abrazarás despacio.
Estaremos en una cabaña en el sur de Chile,
pintando y viendo cómo el atardecer se va por los lagos.
Estaremos en Lima, y estaremos en Santiago
y en Nueva York y en Ciudad de México,
en La Valeta y en Venecia, y en Firenze y en Bahía,
y en las riberas del viento y las orillas del alma.
El atardecer se meterá por tus cabellos
y reflejarás mis ansias en el cristal profundo de tu mirada.
Los besos, húmedos, siempre perfectos como la primera vez,
seguirán buscando nuestros labios por las noches y las plazas,
por los caminos y las estaciones, por los amaneceres y las cosas,
los días, las conversaciones, el estar juntos
viendo las ruinas florecer cuando llegamos,
viéndonos en la sonrisa compartida
como aves Fénix
que se renacen una a la otra.
Estaremos dentro del cuerpo y del alma de ti y de mí,
porque nuestro deber en la vida será amarnos
y amarnos cada tarde, y toda la noche para amarnos en la mañana.
Estaremos en Módena, o quizás ya lo estamos.
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