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Malkya Tudela (Guardiana) y foto portada del GAMSC

Viernes 29 de abril de 2021.- Mi familia tiene fotografías en las aguas del río Piraí disfrutando las tardes calurosas en la Santa Cruz de los 80. Mi padre temía esas aguas como al diablo. Nos compró trajes de baño en un viaje a Brasil, a donde iba con frecuencia por mercadería desde que dejó su oficio de obrero de maestranza. Hoy sería una locura darse un baño en el Piraí a la altura de la capital cruceña porque sus aguas están a un paso de tener la peor calidad y necesitan una desinfección bacteriológica si se tuviera la necesidad de utilizarla para el consumo humano.

Antes de llegar como migrantes a Santa Cruz, lo que había escuchado del Piraí era el desborde del año 1983. Aún tengo en la memoria la televisión mostrando personas sobre sus tejados como islas en medio del agua y a un compadre Palenque en la televisión recibiendo la donación de un par de peines de un vecino de mi abuela, domiciliada cerca de la Buenos Aires, en La Paz, como aporte para los afectados por la riada. ¡Peines!  

Meses después estábamos mis hermanitas y yo en Santa Cruz, jugando a bucear conteniendo la respiración y a nadar a contracorriente en el maravilloso Piraí. Unos padres informados no permitirían a sus pequeños hacerlo hoy porque el río tiene aguas contaminadas, incluso con parásitos intestinales.

El problema es que los usuarios no pueden saberlo. La información no está disponible. El único documento oficial que evalúa la contaminación figura en la Contraloría con el nombre de “Auditoría sobre los resultados de gestión asociados a la variación del estado ambiental de la cuenca del río Piraí K2/AP08/F10” y data de marzo de 2011. Desde entonces, ya han pasado diez años.

Aunque muchos otros informes sobre contaminación hídrica y atmosférica están en su página web, esta auditoría no figura en PDF para conocer su contenido.

Lo que sí es posible es seguir las repercusiones de la susodicha auditoría. Actualmente las aguas donde otros niños y nosotras íbamos a divertirnos están clasificadas como clase C, es decir que necesitan desinfección bacteriológica previa para uso humano.

Dragueros que explotan áridos y abren inmensos pozos en el río (Foto: ejatlas.org)

¿Acaso le hemos declarado la guerra al agua dulce, como dice el periodista Rafael Sagárnaga? La manera en que tratamos a esos cuerpos de agua hace pensar que así es.  

En el año 2016, el ingeniero Jorge Campos a nombre del SEARPI explicaba la prohibición de bañarse en el río “hasta que salgan los estudios de laboratorio”, pero adelantaba la presencia de heces fecales, bajo nivel de oxígeno en el agua y contaminación por bacterias.  

Todo eso no era el único problema, también habló de la presencia de lixiviados (fluidos de los desechos sólidos) provenientes de vertederos clandestinos (en La Guardia y en Porongo), además de una explotación de áridos que generaron pozos gigantes de manera indiscriminada.   

PIRAÍ, SOPORTE DE MUCHA POBLACIÓN

Aunque las aguas en las que nos sumergíamos en los 80 eran siempre turbias, principalmente por el arrastre de arena, es probable que aquel río no cargara con la contaminación que lleva ahora. En primer lugar, porque la región no tenía la población actual ni las ciudades ni actividades industriales que en este momento producen toda clase de residuos.

La ciudad que en los 80 terminaba en el cuarto anillo, ahora es una región metropolitana compuesta por varios municipios y ciudades que, con la generación de desechos sólidos y líquidos, presionan al río.

Entre Santa Cruz de la Sierra, Warnes, Porongo, La Guardia, El Torno y Cotoca, la región metropolitana, se tiene una población proyectada de 2.279.500 habitantes (2021), la mayoría en zonas urbanas.

El río Piraí, protegido del avance de la ciudad por el cordón ecológico (Foto: GAMSC)
AGUAS DE CLASE C y D

Con base en la citada auditoría, la Gobernación de Santa Cruz emitió en 2012 una resolución que hablaba de un Piraí con sus aguas clasificadas entre las clases B, C y D.

El Ministerio de Medio Ambiente y Agua, seis años después, en 2018, ratificó esa clasificación en la Resolución Administrativa 32/18. No existen otros reportes oficiales recientes, por lo menos no se hace referencia a ninguno y menos se publica.

Las aguas B están a la altura de Samaipata y El Torno, para consumo humano necesitan tratamiento físico y desinfección. Son las menos contaminadas porque también se constituyen en la fuente de origen del río.

Clasificación de las aguas del río Piraí por tramos
Cuenca del Piraí MunicipioClasificación del agua
Cuenca altaSamaipataB
Cuenca mediaEl TornoB
Cuenca bajaLa Guardia, Santa Cruz de la Sierra, Warnes, Colpa Bélgica,
Montero, General Agustín Saavedra, Mineros,
Fernández Alonzo, San Pedro, Santa Rosa del Sara.
C
Fuente: Resolución Administrativa VMABCCGDF 032/18

Las aguas clase C necesitan tratamiento físico-químico completo y desinfección bacteriológica para ser habilitadas para el consumo humano. En este rango entran, entre otros, los puntos ubicados en La Guardia, Santa Cruz de la Sierra, Warnes, Colpa Bélgica y Montero.

Las ciudades que conforman la región metropolitana comparten un río que está a un peldaño de tener agua clasificada como de la peor calidad.  

Las aguas de clase D tienen una calidad mínima y, en los casos extremos de necesidad pública, “requieren un proceso inicial de presedimentación, pues pueden tener una elevada turbiedad por elevado contenido de sólidos en suspensión, y luego tratamiento físico-químico completo y desinfección bacteriológica especial contra huevos y parásitos intestinales”. Es decir que los anteriores puntos envían a esas zonas (río La Madre, río Rincón del Naico, etc.) un agua maltratada.

AfluentesCuenca Clasificación
aguas
Río La MadreBajaD
Río Rincón
del Naico
BajaD
Río ChaneBajaC
Arroyo Los SaucesBajaD
Arroyo ColoradoBajaD
Río BibosiBajaC
Río ToroBajaC
Arroyo Mil VarasBajaC
Fuente: Resolución Administrativa VMABCCGDF 032/18

Es evidente que, al pasar por las áreas urbanas con mayor población y actividad industrial, el curso del río se contamina más.

Según la resolución administrativa, el plazo para recuperar el Piraí vencía en el año 2020. ¿Habrán cumplido con este cometido el Gobierno Autónomo Departamental y los municipios afectados? ¿Qué dirá el Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del río Piraí (SEARPI) sobre la recuperación de estas aguas? Estas respuestas, en caso de que las consigamos, necesitarán otro espacio similar a este.

El río aún recibe gente que va a mojarse los pies en los días calurosos, tal vez desinformada sobre la contaminación domiciliaria e industrial. En mi caso puedo parafrasear al camba Florencio: “Nunca más volví a cruzar el Piraí…”, pero mi corrección penosa es: Nunca más volví a bañarme en el Piraí…  

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