Nigel Caspa*
Bolivia empezó su historia como país independiente aplicando vacunas. El 16 de diciembre de 1825, un informe daba cuenta de "fluido vacuno" traído desde Arequipa que se utilizó para evitar los estragos de la viruela en Chuquisaca (Foto 1).
La vacuna fue descubierta en el siglo XVIII en Europa y se utilizó contra la viruela, una enfermedad que producía erupciones en la piel y en muchos casos la muerte.
Bolivia tenía pocos y malos caminos durante el siglo XIX que dificultaron la vacunación. Las condiciones del transporte del suero vacuno traído desde Perú o Chile muchas veces afectó la eficacia de la vacuna, como en Santa Cruz en 1827 (Foto 2).
La viruela y el cólera afectaron Bolivia durante todo el siglo XIX. La historiadora Rosario Henriques nos cuenta que el cólera fue letal en Cochabamba sobre todo en la década de 1860 (Foto 3).
Bolivia comenzó a producir vacunas contra la viruela en 1898. Como señala Juan Manuel Balcázar, fue en el Colegio Médico “Sucre” de Chuquisaca donde se afrontó el reto. La vacuna antivariolosa se volvió obligatoria desde 1902 y se comenzaron a salvar vidas masivamente (Foto 4).
En el año 1913 hubo una grave epidemia de fiebre tifoidea en Curahuara de Carangas (Oruro). Fue entonces que se aplicó la nueva vacuna antitífica del boliviano Dr. Néstor Morales Villazón creada en el Instituto de Bacteriología e Higiene de La Paz (Foto 5). La vacuna tuvo excelentes resultados.
Aunque exitosa, la vacuna antitífica tuvo que luchar con incrédulos y charlatanes. ¿No les parece eso muy similar a lo que pasa hoy? Para el año 1918 se producían más de 117 mil dosis anuales de la vacuna antitífica. Su efectividad fue indiscutible por los resultados en Oruro, Potosí y otras partes del país (Foto 6). Es probable que tus abuelos hayan sobrevivido gracias a estas vacunas.
La vacunación contra la COVID en Bolivia es una carrera que podemos ganar. Las vacunas han influido durante toda la historia de Bolivia y han salvado millares de vidas. Descarta la propaganda de negacionistas y grupos desinformados. ¡Las vacunas importan! ¡La historia importa! ¡VACUNATE!
*Nigel Caspa tiene más trabajos en su página web https://nigelcaspa.wordpress.com/
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