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Por Valeria Vega (Bolivia)

Jueves 20 de septiembre de 2019.- Millones de personas en distintas ciudades del mundo participaron este viernes en el inicio de la huelga global contra al cambio climático que exige acciones concretas de parte de los líderes mundiales que se reunirán la próxima semana en Nueva York, en la Cumbre del Clima.

En el curso de los siguientes días habrá movilizaciones en más de 150 países y se prevé que este movimiento terminará con una gran concentración precisamente en la ciudad de Nueva York, la siguiente semana.

En Bolivia, jóvenes, estudiantes y la sociedad civil en Cochabamba, La Paz y Santa Cruz, se unieron a ese movimiento liderado por la adolescente sueca Greta Thuberg, de 16 años. El objetivo de la campaña es crear conciencia en los jóvenes para exigir medidas que detengan el calentamiento global provocado por los seres humanos. La movilización fue bautizada como Fridays for future o Viernes por el futuro.

Si lo que estamos haciendo es realmente tan malo para la humanidad, ¿por qué lo seguimos haciendo?, fue una de las preguntas que Greta se había hecho la primera vez que escuchó sobre el cambio climático, cuando tenía apenas ocho años, según cuenta en una charla TEDx, en Estocolmo (2018).

Entonces, ella comenzó a cuestionarse y decidió hacer una huelga escolar por el cambio climático, afuera del Parlamento sueco. Ella menciona que la gente le aconsejaba que estudie para ser científica y otros le decían que debería están en el colegio estudiando, pero ella les contestaba que no tenía sentido estudiar para un futuro que no existe.

Greta Thunberg, la impulsora de las movilizaciones. (Foto:www.independent.co.uk)

Greta hizo una convocatoria a nivel mundial para que a partir de este viernes, hasta el 27 de septiembre, se realicen movilizaciones en todo el mundo para que se adopten acciones urgentes para evitar una catástrofe medioambiental.

EN COCHABAMBA

Guardiana fue testigo de la concentración que se realizó en Cochabamba, en apoyo a la iniciativa de Greta. Los estudiantes del Colegio Hispano Boliviano llegaron temprano a la concentración, en la plazuela Sucre.

La protesta tenía doble motivo: participar en la huelga climática global, convocada por el movimiento #FridaysForFuture,  y exigir soluciones para el desastre medioambiental en Bolivia. Estos eran algunos de los pedidos para la situación en el país:

  • La declaración de estado de Desastre Nacional
  • La abrogación de la Ley de Autorización de Desmonte hasta 20 Hectáreas para Pequeñas Propiedades y Propiedades Comunitarias o Colectivas para Actividades Agrícolas y Pecuarias (Ley 741)
  • La abrogación de normativas existentes de planes de uso de suelos y del Decreto Supremo 3973 que modifica el Artículo 5 del Decreto Supremo 2607

Universitarios de distintas facultades también marcharon desde la plazuela Sucre hasta El Prado, para terminar en la plaza principal 14 de Septiembre. A medida que la marcha avanzaba, las personas se unían y otras aplaudían a los jóvenes. Se oían gritos a coro: "Señor, señora, salga a protestar... para que sus hijos puedan respirar".

Los carteles llevaban imágenes de obituarios de especies amazónicas, Ilustraciones sobre los bomberos. Incluso, uno de los escolares traía consigo un mapa de la región con datos estadísticos.

En La Paz, jóvenes también participaron jóvenes de distintos lugares como los muicipios de La Paz, El Alto y Achocalla. "Las organizaciones de jóvenes que hacen arte, cultura y música también nos están acompañando”, dijo a ANF la representante de este movimiento, Adriana Salazar. En Santa Cruz también hubo movilizaciones (Video de la marcha en La Paz: ANF)

PROTESTAS EN EL MUNDO

La juventud se enfrenta a las consecuencias de un problema que crearon sus padres y abuelos. Jóvenes de más de 150 países se unieron a la causa.

El diario español El País reportaba que se habían registrado marchas en varios países, entre ellos Brasil, Chile, Argentina, México, Bolivia y España. También hubo movilizaciones en Alemania, Francia, Reino Unido, Corea del Sur, Filipinas, India, Australia, en las ciudades estadounidenses de Nueva York y Chicago, y otros lugares.

Ese mismo diario, además, hacía conocer que Alemania había aprobado un plan de lucha contra el cambio climático con una inversión de unos 59.000 millones de dólares, con el fin de reducir más de la mitad de las emisiones de dióxido de carbono hasta el año 2030.

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