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Si quieres independizarte hoy, necesitas unos Bs 2.000 y no pensar en comodidades

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Por Paola Mejía Viaña para Guardiana (Bolivia)

Viernes 12 de agosto de 2022.- ¿Eres joven y quieres independizarte pronto? Si vives en Bolivia, probablemente necesites por lo menos unos dos mil bolivianos al mes para pagar lo básico para vivir como son la vivienda, el transporte, la alimentación, los servicios que incluyen internet e insumos para higiene. Eso sin contar algún gasto extra, ahorro, ni pago por crédito alguno de vivienda, carro u otro. 

Rita Mamani de 26 años, Alvin Sánchez de 23 y Felipe Bacca de 19 son tres jóvenes independientes que radican en La Paz. Ellos se dedican a diferentes actividades y han logrado emanciparse económicamente antes de los 28 años. Si bien sus presupuestos mensuales no son idénticos, sí tienen en común que lo destinado a lo básico suma un monto aproximado a los dos mil bolivianos, sin contar gastos extras ni deudas.

Y Guardiana pensó en ellos para conmemorar el Día Internacional de la Juventud, establecido así el 17 de diciembre de 1999 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud.

La economista especialista en gestión de proyectos Diana Calle coincide con el monto mencionado como mínimo para independizarse: “A los jóvenes -en condiciones básicas- su independencia les cuesta (en promedio) entre 2.000 y 2.500 bolivianos al mes. Esto supone cubrir gastos elementales como transporte, alimentación, servicios básicos y vivienda. Este monto se incrementará de acuerdo a la calidad de vida que desee tener quien se ha independizado”.

Y es que, en palabras de la economista, “se entiende por persona independiente económicamente a aquella que genera sus propios ingresos, ya sea a través de un empleo o de un autoempleo (emprendimiento propio) y así logra tener la capacidad de tomar sus propias decisiones financieras, de manera libre y sin depender de una tercera persona”.  Es decir que si estás pensando en dejar tu casa familiar para ser realmente independiente, deberás tener la capacidad de solventar tus propios gastos.

Según el estudio "La Verdad sobre la Juventud" realizado por McCann Truth Central a jóvenes entre los 16 y 30 años en 2017, la juventud en Bolivia piensa que la mejor edad para salirse de su casa e independizarse es a los 25 años; pero, más allá del deseo, son varios los factores que retrasan esa transición.

Para Calle, a la hora de independizarse se debe tomar cuenta dos “requisitos” que, a primera vista, pueden parecer no tan importantes, pero llegan a ser fundamentales:

  • Tener capacidad de adecuación para no esperar en la vivienda que se habite las mismas comodidades de la casa paterna
  • Tener una fuente de ingresos antes de iniciar cualquier mudanza

Por ello, antes de nada, junto con el presupuesto que debes hacer más la certeza de que ya tienes un trabajo que te genere más o menos esos dos mil bolivianos, debes realizar una autoevaluación que te permita, según la economista, realizar una “autoevaluación de la capacidad de adecuación”. Esto quiere decir “aceptar que independizarse puede significar no tener la misma calidad de vida que se solía tener viviendo en el hogar familiar y evaluar si se puede vivir bajo esas nuevas condiciones”.

“Si los jóvenes se adecúan a carecer de ciertas comodidades, lo más probable es que logren una transición a la independencia exitosa, ya que muchas personas que deciden dar el gran paso, terminan por volver a la casa de sus padres al darse cuenta de que no pueden mantener el estilo de vida al que solían estar acostumbradas”.

Economista Diana Calle

La economista asegura que independizarse es el resultado de “una evaluación sincera” con los ingresos que uno genera. Ya que, para emanciparse, lo más importante es tener una fuente de ingresos que cubra los gastos básicos. “Es de suma importancia hacer un presupuesto y analizar si eres capaz o no de cumplir con tus necesidades”.

¿Tú quieres independizarte? Bueno, si es así, la economista Diana Calle te sugiere que hagas primero un presupuesto anotando cuánto gastarías en cada uno de los siguientes ítems y la suma total representará la cantidad de dinero que deberás tener cada mes para pagar por los gastos.

Guardiana hizo para ti un presupuesto básico que incluye lo mínimo necesario para vivir, según información proporcionada por jóvenes que se independizaron. La suma ronda los dos mil bolivianos. Si logras ganar un monto mayor a ese, ya puedes pensar en ahorrar, contraer una deuda para comprarte un lugar propio para vivir o pagar por un sitio más céntrico y cómodo, eso ya dependerá de ti; aunque siempre será mejor contar con una vivienda propia porque el dinero que va a un alquiler es recurso perdido.

Si el dinero que tienes para empezar no alcanza los dos mil bolivianos, mejor espera. “No olvidemos que lo más importante es tener una fuente de ingresos. Sin ella, la independencia es casi imposible”, señala la economista. Precisamente, la fuente de ingresos es uno de los principales impedimentos para que los jóvenes alcancen su emancipación económica antes de los 28 años en Bolivia.

En 2020, con la llegada del Covid-19 al país, la tasa de desempleo juvenil alcanzó el 25 por ciento, de acuerdo a una investigación realizada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla). Lamentablemente, este es uno de los factores principales por el que los jóvenes bolivianos postergan su decisión de marcharse de la casa de los padres.

No obstante, existen historias de vida inspiradoras que nos demuestran que, a pesar de las adversidades, independizarse antes de los 28 en Bolivia sí es posible.

Los gastos de Rita Mamani

Cuando todos están durmiendo, ella ya está despierta. Se levanta sigilosa de la cama para no hacer mucho ruido y se dirige a su pequeña cocina. Carga agua en una olla y la pone al fuego. Corta con apuro los vegetales y pone hueso de vaca para que la sopa que vayan a tomar su hija y pareja tenga una buena consistencia y sabor. “Mi hijita no se queja, casi todos los días le hago lo mismo y ella calladita come”, cuenta Rita.

La jornada de Rita Mamani de 26 años comienza a las 4:30 de la mañana. Cocina para su familia, limpia el cuarto donde vive, lava ropa y entonces su pequeña hija de tres años despierta y toca vestirla, alimentarla y llevarla a casa de su abuela que queda a unas pocas cuadras. “Mi mamita -especifica Rita- me la cuida porque mi pareja se va al trabajo y yo también”.

Rita no mide más de 1.50. Su cabello ennochecido le llega al hombro. Sus manos pequeñas son como hormigas talentosas en la cocina. Asegura que su picante de pollo es delicioso. A su sonrisa -que parece estar presente de manera permanente en su rostro moreno y delgado- le falta un par de dientes.

Su pareja trabaja como albañil y ella se desempeña como trabajadora del hogar. Conviven desde hace tres años cuando ambos dieron el paso para empezar una vida juntos. “Decidí salirme de la casa de mis padres porque mucho me encerraban, no me dejaban hacer nada. Me decían que por ser mujer no podía tener mi enamorado. Cosas así me animaron a convivir con mi pareja y hacer mi vida junto a él”.

Rita vive junto a su pareja y su hija en un cuarto con baño propio y cocina, el cual alquila por 400 bolivianos en la zona de Ovejuyo-Arenales en la ciudad de La Paz. Su pareja trabaja en El Alto, mientras que ella labura para una familia en Calacoto. De un sitio a otro se está hablando de considerables distancias. Al final, entre ella y su esposo llegan a gastar al mes hasta 800 bolivianos en transporte.

Entre los gastos de alimentación, vivienda, higiene, servicios básicos e internet, además de transporte, el presupuesto mensual de Rita para tres personas es de 4.092 bolivianos. Esta estimación mensual incluye un crédito bancario para un vehículo por el que se paga cada mes 1.600 bolivianos. Por lo que, para gastos básicos, Rita y su pareja deben generar (entre los dos) 2.492 bolivianos.

Rita no se conforma con el trabajo que tiene limpiando el hogar de otra familia. Ella hace de todo para obtener más ingresos. Así por las tardes se dedica a vender verduras en su zona y también a lavar edredones y alfombras los fines de semana. “Es posible que no tenga mucho, pero no cambio por nada mi familia ni mi independencia".

El dormitorio en el que viven Rita Mamani, su esposo y su pequeña hija.
Alvin no deja de crecer a nivel económico

 Alvin tenía 16 años cuando su padre, un militar, fue destinado al sur del país. Él cursaba el último año de secundaria y no quería desvincularse de sus amigos de toda la vida, por lo que les pidió a sus padres quedarse en La Paz viviendo en la casa de un amigo hasta terminar el colegio. Ellos accedieron.

Alvin no es militar, pero su corte de cabello delata que ese fue su círculo familiar. La barba a medio crecer, pero prolija, lo hacen parecer mayor de lo que realmente es. Su estilo de vestir dice aún más: le gusta hacer deporte y verse bien. Sonríe a menudo, pues siempre está alegre y trata de hacer reír a los demás. Tal vez por eso es tan querido en las redes sociales.

En 2017, Alvin se mudó a un departamento compartido en la zona de Sopocachi. Paralelamente, empezó a trabajar en sus redes sociales. Obtuvo el 50 por ciento de beca en la universidad en la que comenzó sus estudios en Comunicación Social y fue convocado para presentar un programa de entretenimiento en una red de televisión nacional. Pese a estos beneficios, sus padres aún le daban una ayuda económica mensual.

Eso cambió por completo en 2019, año en el que se independizó totalmente de sus progenitores y empezó a tener absoluto control sobre sus ingresos. El seguir trabajando en televisión y contar con una comunidad de seguidores en constante crecimiento en sus redes sociales le abrieron las puertas para trabajar con algunas empresas del país y esto, a su vez, le permitió tener más de una fuente de ingresos al mes.

Desde el 2020 hasta hoy, Alvinich (como es conocido en las plataformas digitales) no ha hecho más que crecer económicamente, ya que tener un sueldo fijo en la televisión (hasta el 2020 año en el que fue retirado) le dio pie a que pueda sacar un préstamo bancario para comprar un departamento, vivienda que en 2021 terminó de pagar por completo gracias a la realización de una película en la que actuó como el personaje protagonista. Hace algunos años fue considerado como el mejor youtuber de Bolivia en la tercera versión de Los Red Awards Bolivia 2018.

Hoy, Alvin Sánchez de 23 años cuenta con su propio departamento de un dormitorio, ubicado en la zona sur de la ciudad de La Paz. Las ganancias que le dan sus emprendimientos (tiene cuatro carritos de comida rápida y su propia marca de Singani), además del permanente trabajo en redes sociales, le permiten vivir cómodamente. “Muchos dirán que soy una persona tacaña, pero no lo soy. Me enfoco en vivir bien, con lo necesario y lo demás lo mantengo como un ahorro porque pienso que siempre es bueno tener un colchón económico”.  

Entre los gastos de alimentación, vivienda, higiene, servicios básicos e internet, además de transporte, el presupuesto mensual de Alvin para una sola persona es de 5.750 bolivianos. Esta estimación incluye un ahorro de 3.500 bolivianos, por lo que únicamente para gastos básicos, Alvin necesita 2.250 bolivianos.

“Tengo 23 años, soy un joven emprendedor que vive de su trabajo, doy empleo, tengo total independencia económica. Actualmente hasta estoy haciendo construir mi casita propia en Tarija. Me siento muy orgulloso de mí mismo”, señala Alvinich.

Alvin Sánchez de 23 años es muy conocido en las redes sociales.

“Entre gastar dinero en fiestas o estar en casa, prefiero lo segundo. Entre salir a comer y cocinarme, prefiero lo segundo. Soy una persona que cuida mucho sus finanzas. Al mes voy unas tres veces al mercado, me abastezco, me cocino la mayoría de las veces, no suelo salir mucho, por lo que no gasto en movilidad y si tengo que hacerlo, pues me muevo en transporte público para abaratar costos”.

Felipe, un colombiano que llegó y se quedó

El 18 de diciembre de 2020, Felipe Bacca llegó a Bolivia desde Bogotá (Colombia) dispuesto a vivir 21 días inolvidables conociendo el país. Pero sus planes tuvieron que ser cambiados debido a que un conocido le ofreció trabajo como presentador en un programa de televisión en Santa Cruz. No lo pensó dos veces, accedió de inmediato.

Contrario a lo que se piensa de los colombianos, Felipe no pasa del metro cincuenta y cinco a sus 19 años. Lo que sí, su piel morena contrasta con la camisa blanca que lleva puesta hoy, acompañado de unos pantalones vaqueros y unas botas cafés. La piel del rostro la tiene muy hidratada, lo cual tiene sentido cuando nos cuenta que es un fanático de las rutinas de belleza. Sus labios gruesos y su acento son protagonistas en el programa donde cada mañana aparece dando las noticias sobre farándula.

El trabajo de sus sueños no fue lo que parecía. El dinero no le alcanzaba. Y aunque una amiga suya lo alojó en su casa y le ayudaba también con la alimentación, al final trabajó vendiendo comida y como mesero en algunos restaurantes.

Mes a mes fue ahorrando dinero. Así logró reunir un capital para alquilar un cuarto con baño privado. Pero las cosas parecían no mejorar, por lo que en algún momento pensó, incluso, en retornar a Colombia. No obstante, un productor paceño al ver su talento decidió apostar por él y lo invitó a ser parte de la grilla de un reconocido medio de comunicación audiovisual. El cielo parecía, después de una gran tormenta, despejarse por completo.

Sin duda alguna su calidad de vida ha mejorado. Actualmente vive en un departamento semiamueblado de dos dormitorios en la zona de Sopocachi, por el que paga un alquiler de 3.000 bolivianos. Más la alimentación, higiene, servicios básicos y transporte, su presupuesto alcanza los 6.000 bolivianos.

“Me gusta tener una vida cómoda, vivir bien. Recuerdo cuando lloraba anhelando tener todo lo que ahora tengo”, explica Felipe, quien se dedica a la organización de eventos y al marketing para algunas empresas del país, y sigue abriéndose paso en la televisión boliviana.

Uno de los ambientes del departamento que alquila Felipe Bacca y por el que paga tres mil bolivianos al mes en La Paz.

Diana Calle agrega que, para que la emancipación financiera en los jóvenes sea posible, es importante que los padres coadyuven en la educación financiera de sus hijos. “Aprender a organizar las finanzas y a ahorrar es fundamental para formar futuros jóvenes que quieran ser independientes económicamente”, señala la economista al momento de añadir que “los jóvenes deben aprovechar su juventud y energía para definir objetivos económicos a corto, mediano y largo plazo; invertir en su educación y conseguir más de una fuente de ingresos al mes para que su emancipación financiera sea un éxito total”.

¿Ahora te animas a independizarte?

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