Guardiana (Bolivia), foto: Faro Oruro
Jueves 18 de junio de 2020.- En medio de la cuarentena en Bolivia por Covid-19, todo puede suceder... desde la transmisión de la agonía de una persona en un canal de televisión criticada en las redes sociales, hasta el pedido de auxilio de una familia en la ciudad de Oruro para que se libere al zorro llamado Antonio que cuidó desde muy pequeño como si fuera una mascota. Terminó domesticado y ahora anda en una jaula de un lado para otro como si extrañara los mimos.
La familia Ajuacho contó en Oruro que encontró a Antonio cuando era muy pequeño y empezó a alimentarlo y tenerlo como se tendría a un can de mascota en la familia.
Sin embargo, llegó el día en que algunos vecinos denunciaron la presencia de un zorro en un domicilio. Personal de Zoonosis y del zoológico municipal de Oruro se presentó en la casa de los Ajuacho y se llevó a Antonio.
Ahora Antonio está tras las rejas y va y viene como un condenado. La familia Ajuacho teme por la vida de la que fuera su mascota por la mala fama del zoológico de Oruro y, por eso, pide que lo devuelvan o que aseguren que será bien alimentada y tratada.
Y es que la familia tiene el mal recuerdo del león Fido y un puma andino que murieron en ese zoológico.
En el video difundido en la página de Facebook del grupo Doble Impacto Oficial Oruro se puede observar a Antonio desesperado por salir de la jaula.
Reacción en las redes
El miércoles 17 de junio fueron muchas las reacciones en las redes sociales y llamó la atención un denominador común: la gente critica la manera en que los animales son tratados en el zoológico de Oruro, donde ya murieron otros animales como el león Fido, un hermoso ejemplar africano que terminó piel y huesos hasta que se lo llevó el hambre y la muerte. En ese lugar ahora está el zorro Antonio.
Veamos algunas reacciones:
Anabel Roceth: Devuelvan a la familia al animalito, por qué lo quitaron si ni alimento tienen para darles, una pena están ahí en el zoológico. Todo animalito tiene sentimientos y si la familia lo domesticó bien y crió, es porque siente amor por el animalito Antonio. Él debe extrañar a su familia que lo crió.
Luna Monica Alcalá P: Devuélvanlo, es tan inocente Antonio que debe estar asustado. Es más, no debería existir el zoológico, debería cerrarse para siempre y devolver a los animales a su naturaleza.
Elva Jhosef Coria Cáceres Se ve que el animalito ha sido bien cuidado, y con mucho amor, Antonio ya está domesticado. No sobrevivirá en una jaula olvidada del zoológico, morirá de tristeza y claro de hambre también.
Los cuentos del Atoj Antoño
La psicóloga y docente Sonia Castro, columnista también de Guardiana, escribió en su perfil de Facebook: "Un animal que siempre me ha gustado es el zorro. Todos los cuentos de Atoj Antoño me los he devorado, poniéndome siempre de su parte, no importándome las fechorías que hiciera. El zorro no es querido en el mundo andino, es perseguido cruelmente. Se roba gallinas, huevos, es vivillo, inteligente. Puede abrir cerrojos. Por eso lo persiguen y lo matan. Peor todavía, es usado para magias y brujerías. Sus narices son parte de esos rituales. Cada nariz es un zorro muerto.
Seguramente, la madre de Antonio fue asesinada, lo mismo que sus hermanos. No sé cómo, pero el zorrito tuvo la suerte de que lo alimentaran, criaran y amaran. Probablemente, no estuvo bien, pero sin esa familia Antonio no tenía chances de sobrevivir. Su muerte era segura.
Ahora, lo han llevado AL PEOR Y MÁS INFAME LUGAR DEL MUNDO, a ese tugurio que es el zoológico de Oruro. Ahí encuentran sus prisioneros la vida más miserable que pueda darse a un animal. Le pasó a Fido, un hermoso león africano de melena negra, un ejemplar maravilloso. De nada sirvieron activistas, firmas, gestiones para que el despiadado alcalde Bazán acepte liberarlo. Fido murió hecho huesos y pelos. Eso mismo le espera a Antonio, qué pena. De chico consentido, mimado, ahora está encerrado, todo desesperado, tratando de salir. No entiende qué ha pasado, no puede saberlo. Debe creer que su familia lo abandonó. ¿Soltarlo en un hábitat natural? No hay caso, ya está domesticado, ya no sirve para la superviviencia.
¿Llevarlo a un refugio silvestre? Ahora, no hay recursos, se están muriendo de hambre los animalitos de Senda Verde y otros. ¿Entonces?, creo que no queda otro remedio que devolver a esa mascota (porque ya es una mascota) a su familia, multa de por medio, tal vez.
Así que, me sumo. ¡LIBERTAD PARA ANTOÑO!"
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