Hoy es Navidad. Seguramente la mayoría de la población está en su hogar compartiendo con su familia una de las fiestas más importantes del calendario cristiano católico que todavía es el más utilizado en el mundo occidental. Y probablemente habrá quienes no tienen esta confesión religiosa y será un feriado más, sin un trascendido especial; sin embargo, me permito publicar mi carta no a Santa, sino como mandaba la tradición familiar, al niño Jesús que presuntamente nace hoy, al que cuando era chico mis padres me hacían dirigir mis peticiones de fin de año, aunque ahora lo hago en otro contexto y, por supuesto, con peticiones algo más serias.
Niñito Jesús:
Te escribo esta carta para pedirte, ya no juguetes como en el pasado, aunque sabes mi cariño por algunos temas clásicos como: Star Wars, He Man, GiJoe, Thudercats, Transformers, etc., que grandes transnacionales se emperran en traer a estas épocas, pero sin el sabor, color y pasión que nos producía en nuestra niñez ochentera. Obviamente no me enojo si algo de esto me llega.
No, ahora te escribo para pedirte cosas un poquito más complejas, por ejemplo, algo que te solicito urgentemente, es que por favor hagas que las y los magistrados prorrogados del Tribunal Constitucional Plurinacional y del Tribunal Supremo de Justicia, por fin se vayan a su casa, aunque no quisiera decirlo –porque generalmente soy bastante bueno– les mandes un castigo ejemplar por haber hecho tanto daño al Estado de Derecho, a la Constitución y a la democracia, puesto que su Declaración Constitucional 049/2023 fue una ofensa al derecho constitucional y sus siguientes fallos ya rozaron la esquizofrenia con el único fin de seguir en el poder y obedecer a sus amos.
Tengo que agradecerte “parcialmente” por los resultados de las elecciones judiciales recientes. Existen ganadores y ganadoras que algún hálito de esperanza nos dan porque puede haber algunas mejoras en el sistema. Aunque el Gobierno, sabiendo que algo así iba a pasar, arruinó las elecciones para mantener el control del TCP, por eso mi primera solicitud.
Otra cosa que quiero pedirte es que el próximo año nos ayudes a todos los bolivianos y bolivianas con la crisis económica, que por favor el Gobierno asuma algo de responsabilidad y conciencia; nos deje de torturar con la falta de dólares, hidrocarburos y demás, asumiendo las medidas sinceras que todos saben cuáles son pero que, por capricho ideológico e interés electoral, no asume, fregándonos a todas y todos.
Relacionado a lo anterior, te ruego que los políticos no hagan macanas el próximo año que será electoral, que las juntuchas de dinosaurios, que quieren destruir el Estado Plurinacional, le den una lectura profunda a la historia de nuestro país para no volver a cometer el error de excluir esta vez a nadie y realmente podamos construir la unión en la diversidad, cumpliendo el mandato constitucional.
Por favor dale dones y luces a la gente que dice que la Constitución del 2009 es la causante de nuestros problemas, sabiendo que los verdaderos culpables son los masistas tanto “evistas” como “arcistas” que traicionaron toda la lucha de los pueblos y naciones indígenas, los anhelos de los excluidos y discriminados históricos y de muchos y muchas que teníamos la esperanza de mejores días para nuestro país.
Te pido encarecidamente niñito Jesús que hagas que los sujetos mesiánicos, egocéntricos, que se creen divinidades les hagas lo que al Faraón en la época de Moisés. Tú ya conoces esa historia muy bien, por lo que no tengo que detallar las pestes que se merecen y que estoy seguro les harás llegar (se extiende este pedido a dictadores caribeños, centroamericanos, asiáticos, africanos, rusos y demás que tú ya sabes. ¡Ah! Por favor que Trump no se loquee).
Hablando de lo anterior, te solicito que este 2025, les des mejores días a los pueblos y naciones indígenas, que los mineros cooperativistas asuman un poquito más de conciencia y dejen de contaminarlos tanto con mercurio y otros metales pesados. No dejes que destruyan sus territorios, que no les quiten su ajayu y sus ganas de vivir en paz con la naturaleza. ¡Ah! Por favor haz que paguen impuestos equivalentes a lo que destruyen y ganan.
Que los ganaderos, agroindustriales y colonizadores (interculturales) ya no destruyan las selvas y los llanos, que esos 10 millones de hectáreas no se conviertan en 20 millones este próximo año, que dejen de negociar las tierras y no sean caraduras para decir que ellos no son culpables, que el fuego llego casi espontáneamente. Por favor que entiendan que están hipotecando el futuro de nuestros hijos/as y nietos/as. No lo permitas.
Ahora sí niñito Jesús, creo que algo que tienes que hacer como un milagro es lograr que la violencia no impere en nuestro país, mira que, hasta este mes de diciembre, el Ministerio Público registró 81 feminicidios y 33 infanticidios, con los departamentos de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba liderando estas trágicas estadísticas, que además este año fueron especialmente cruentas contra las mujeres y la niñez.
Pero tampoco te olvides de otras víctimas como los adultos mayores que sufren, y mucho, o nuestros ciudadanos de segunda clase como es la población de diferente orientación sexual y de género en todas sus variedades. Ojalá este año electoral puedan comprometer a las y los candidatos por mejores perspectivas de igualdad.
¡Ay! niñito Jesús, hablando de candidaturas, por favor intercede con las y los políticos para que postulen realmente a sus mejores cuadros, para evitar los bochornos que se viven en la Asamblea Legislativa Plurinacional ahora, o en los ministerios y demás entidades públicas. Si bien es significativo que esté la gente capaz e idónea, lo más importante es que sean personas con principios y valores, con dos dedos de frente y principalmente humanidad, que no les guste tanto el dinero, ¡por favor Jesusito!
Finalmente Niñito, te ruego nos otorgues paz, armonía y felicidad en estos tiempos difíciles que se aproximan para el mundo, la región y nuestro país. ¡Ah! Para mí también lo mismo, mil gracias.
Estimada o estimado lector, disculpas por haber publicado una carta tan personal, pero estoy seguro de que muchos de estos deseos usted también los tiene. No me queda más que agradecerle por leerme y desearle una linda Navidad y un 2025 espectacular. Esperemos que el Niñito Jesús nos escuche.
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