Texto y fotografías de Oriana Chávez Flores para Guardiana (Bolivia)
Jueves 12 de septiembre de 2024.- El miércoles 11 de septiembre numerosas personas se reunieron en la Plaza Avaroa de la ciudad de La Paz para marchar hacia la Asamblea Legislativa exigiendo la abrogación del paquete de normativa incendiaria y en defensa de los derechos de los animales y de la Madre Tierra. La Legión Anti Crueldad Animal encabezaba la marcha que fue gasificada. A las 21.00, fue detenido el activista y líder de dicho colectivo: Juan Giacoman Vargas.
A pesar de la presencia de niños, animales, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con discapacidad, la policía lanzó gases lacrimógenos y luego disparó balines.
Una de las personas a la que hicieron caer y lanzaron balines fue la activista Pilar Espinoza. Hasta que finalmente agredieron físicamente a Juan Giacoman, a quien persiguieron hasta la Iglesia de la Merced, donde le dispararon siete balines en la espalda antes de llevarlo detenido.
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La diputada Luisa Nayar de Comunidad Ciudadana exige la liberación del activista Juan Giacoman de forma inmediata. El activista dijo a sus seguidores: “Me detienen por defender a la vida”.
La activista Warmi, integrante de la Legión Anti Crueldad Animal, contó lo ocurrido:
“El 11 de septiembre de 2024, junto con cientos de personas participamos en una marcha pacífica para pedir la abrogación de las leyes incendiarias, para exigir que paren los incendios y la contaminación que afectan a nuestro país y a nuestra ciudad, al punto de que incluso se han suspendido las clases presenciales de los escolares. Los animales están muriendo, están siendo quemados y sufriendo en la Chiquitanía boliviana. Exigimos los derechos de quienes no pueden defenderse, de quienes no tienen voz: los animales y la naturaleza, nuestra flora y fauna".
"En ese transcurso -continuó la activista- nosotros, como Legión Anti Crueldad Animal, acompañados de cientos de activistas y personas que se autoconvocaron para reclamar por los derechos de Bolivia, fuimos inesperadamente gasificados. En ese momento había muchos niños, bebés, adolescentes, jóvenes y personas de la tercera edad. Hubo una persona mayor que cayó al suelo y en vez de ayudarla, los policías le lanzaron gas en la cara. Otra señora, que se acercó con bastón para socorrerla, recibió un balín en la cara; no respetaron ni su bastón. También había animales. Todos fuimos gasificados".
"Regresamos indignados, molestos, llorando por la barbarie que habían cometido al atacar a gente inocente e indefensa, y nos volvieron a gasificar. Nos lanzaron balas de salva, y a quien le llegara, pues le llegaba. Tengo un hijo que me acompañó, y le tocó recibir algunas balas, al igual que a mis compañeros".
"Quien se llevó la peor parte fue nuestro líder, Juan Giacoman Vargas, a quien, por lo visto, tenían orden de cazar. Con mucha impotencia y rabia vi cómo lo golpearon, cómo su espalda quedó llena de heridas por los balines, cómo le golpearon la cabeza con un objeto metálico y lo dejaron aturdido. Luego lo arrastraron y lo llevaron detenido".
"La gente gritaba. Fuimos empujados. La violencia continuaba y querían detenernos. No respetaron ni a la prensa, que estaba ahí de frente. Los gases nos llegaban a las caras a 20 centímetros de distancia, y los balines, como amenaza. Fui agredida, me golpearon en la cabeza y tuve una hemorragia nasal, pero eso no se compara con el miedo que vi en los niños, en las madres, en los jóvenes. Lo único que hicimos fue levantar la voz por aquellos que no tienen voz. Fuimos a exigir que este gobierno abrogue de una vez esas leyes incendiarias, biocidas, que llevan más de una década vigentes. Eso fue lo que hicimos, ese fue nuestro delito: pedir y luchar por los indefensos, por los inocentes, por quienes no tienen voz”.
La activista animalista Gretell Ayala, integrante de la Legión Anti Crueldad Animal, relató:
“Quiero dar mi testimonio de lo ocurrido ayer en las puertas de la Asamblea Legislativa, la Casa del Pueblo. Mientras nos manifestábamos defendiendo la vida, la Madre Tierra y a los animales que han muerto incinerados en nuestros bosques, que llevan más de dos meses ardiendo en llamas, estábamos pidiendo la abrogación del paquete incendiario, que es la solución y también el origen de estos incendios, los cuales se han convertido en un problema anual. El año pasado perdimos 3 millones de hectáreas, y este año vamos por los 4 millones de hectáreas. Por eso nos manifestamos pacíficamente junto a ancianos, niños, niñas, personas adultas mayores, mujeres en estado de gestación y animales".
"Sin embargo -continuó Gretell - la policía nos reprimió sin razón alguna. No sólo nos reprimieron, sino que nos gasificaron, nos golpearon, y a las mujeres nos agredieron físicamente. No sólo eso, sino que a Juan Giacoman le dispararon siete balines en la espalda y, además de eso, lo aprehendieron. Están tratando de imputarle un proceso directo bajo el tipo penal de destrucción de bienes del Estado, sin ningún tipo de evidencia, sin fundamentos, y lo más importante, sin ninguna fotografía, video o prueba que justifique ese cargo, el cual ha sido impuesto de manera descabellada. Es evidente que hay influencia y mano negra en esto, porque estamos protestando por algo justo".
"Movilizamos a miles de personas que manifestaron su indignación por los incendios. Fuimos gasificados dos veces, ni siquiera una sola, porque cuando intentamos razonar con los policías, les dijimos que también lo hacíamos por ellos, por sus familias, por su futuro. Sin embargo, nos volvieron a reprimir, y esa segunda vez ya fue para arrestar a Juan Giacoman. Actualmente, él está preso en las celdas de la FELCC, y esta noche, a las 19:30, iremos a exigir su liberación, porque ha sido aprehendido de manera injustificada”.
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