Curaduría de Guardiana (Bolivia)
Enrique Fraga, profesor e investigador de la licenciatura en Comunicación Digital e Interactiva de UADE, hace notar que en solo un año, el lanzamiento de ChatGPT –por la empresa OpenAI– generó una repercusión en públicos y audiencias que hasta entonces no habían tenido el más mínimo interés por la Inteligencia Artificial o por el universo de los chatbots.
Fue uno de los grandes temas tecnológicos de 2023: los modelos de lenguaje grandes, la tecnología con la que funcionan estos chatbots súperinteligentes, con la capacidad de conversar sobre cualquier cosa, hacer resúmenes, escribir ensayos y textos con distintos registros lingüísticos y armar softwares con tan solo algunas indicaciones, entre otras funciones. En definitiva, son máquinas entrenadas para interactuar con las personas a través de una utilización del lenguaje.
Los chatbots y las alucinaciones
Y Fraga habla de “utilización” y no entendimiento, porque indica que en rigor todavía estos desarrollos de Inteligencia Artificial no son considerados máquinas pensantes. Manejan muy bien las estructuras sintácticas y están entrenados con miles de millones de datos. Sin embargo, uno de los errores comunes que generan estas herramientas suelen ser las “alucinaciones”, es decir, la escritura de respuestas convincentes, pero inventadas o falsas, algo que se nota al consultar referencias bibliográficas o datos históricos.
Para mitigar este margen de error, en los últimos meses comenzaron a aparecer ajustes técnicos y nuevas metodologías que permiten personalizar al ChatGPT con archivos de texto o documentos. Por ejemplo, OpenAI lanzó, en su versión paga, la opción GPT´s para que los usuarios inventen sus propios chatbots.
Qué hay detrás de esta innovación
Es una técnica que se la conoce como RAG, o por su nombre en inglés retrieval augmented generation, utilizada para optimizar el uso de los chatbots con Inteligencia Artificial para que puedan responder sobre un tema en particular.
Pero lo que fascina, según Fraga, es lo sencillo y útil que puede ser para el público no especializado. Con tan solo dos pasos tan simples como adjuntar un archivo, el chatbot se vuelve un especialista en el tema, sobre el cual puede conversar, ayudar a hacer análisis, resumir, entre otras funciones. ChatGPT es la más conocida, pero existen otras propuestas en el mercado como ChatPDF.
¿Qué repercusión puede tener esta vuelta de tuerca?
En la opinión de Fraga, la proliferación de chatbots personalizados puede volverse muy útil para, por ejemplo, estudiar temas complejos como un contrato o una norma de gobierno; preparar una materia de la facultad; o asistir a un empleado en los procesos de una empresa. En el último mes, por ejemplo, Fraga dice que pudo entrenar dos chatbots con el DNU del presidente Javier Milei (DecretoGPT) y otro con el proyecto de ley Ómnibus, herramientas que sirvieron para el análisis rápido de las normas. Pero como estos, hay miles de ejemplos.
¿Cómo hacer la personalización?
Agustín Galán, licenciado en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, especializado en redes sociales, SEO y periodismo deportivo, indica que los modelos de inteligencia artificial generativa se están adentrando en una fase en la que, tras su irrupción, llega el momento de pulirlas para que puedan ofrecer un mejor servicio. Eso es lo que se desprende de los nuevos cambios que están aplicando en los servicios más destacados de OpenAI: Dall-E y ChatGPT. Para que este último asistente sea aún más eficiente de lo que ya se muestra, es importante saber cómo personalizar ChatGPT con instrucciones para que te responda a tu gusto y no termines frustrándote buscando el ‘prompt’ o indicación adecuada para que te ayude en tu labor profesional.
Galán explica que la personalización más detallada de ChatGPT no es una función que esté sólo al alcance de sus usuarios de pago o del servicio para empresas. Cualquiera puede darle un mayor contexto para que el propio modelo lo asuma y ofrezca respuestas mucho más afinadas, y para ello sólo hay que hacer clic en el avatar con el nombre de usuario de cada uno que se encuentra en la esquina inferior izquierda de la pantalla principal de ChatGPT.
Al clicar en esa zona se desplegará un menú pequeño en el que se podrá seleccionar la opción ‘Instrucciones personalizadas’. Con ellas, ChatGPT podrá aprender de una forma más directa cuáles son tus prioridades y tus sesgos personales, adaptando las respuestas sin necesidad de dedicarse a escribir constantes indicaciones esperando que a base de prueba y error termine convirtiéndose en el asistente deseado.
Cuando se elige la opción de personalizar las instrucciones de ChatGPT, cada usuario podrá aportar dos tipos de informaciones. En el cuadro superior se puede aportar información personal (desde dónde escribimos, cuál es nuestra profesión, nuestros temas de conversación preferidos, etc.) para que el asistente de inteligencia artificial lo tenga en cuenta para responder tus preguntas. Esto puede parecer que es una forma gratuita de ofrecerle nuestros datos a OpenAI, la empresa desarrolladora de ChatGPT, pero en ciertos casos puede resultar también muy útil para evitar sorpresas desagradables o patinazos de la IA.
CÓMO CAMBIAR LA FORMA DE RESPONDER DE CHATGPT
Es en el segundo recuadro donde seguramente tengamos un mayor margen de personalización de ChatGPT. Allí se puede escribir cómo queremos que nos responda la inteligencia artificial, estableciendo tanto el tono con el que queremos que conteste como la longitud de sus respuestas. En función de la tarea que tengamos que desarrollar (una exposición oral desenfadada, unos ejercicios matemáticos concretos), podremos evitar que ChatGPT termine divagando y siendo más una distracción que un recurso que realmente nos ayude en las tareas del día a día.https://c9e9d56c60c31dd20aee838a97f5c669.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html
Otro de los aspectos que más se ha criticado a ChatGPT desde que está disponible para todos los usuarios son sus sesgos. La IA está siendo entrenada con la información que ha sido publicada en Internet, pero también se le han introducido unos sesgos que los desarrolladores de la herramienta han considerado procedentes para evitar que el asistente termine convirtiéndose en un propagador de mensajes de odio o bulos. Con las nuevas opciones de personalización de ChatGPT podremos determinar qué posicionamiento queremos obtener o si deseamos que la IA se mantenga neutral en todo momento. En la práctica, esto puede ser una opción a utilizar para defender una posición en un debate o para desarrollar un argumentario en favor de una u otra opción.
En cualquier caso, a pesar de las mejoras, ChatGPT (al igual que DALL-E, el generador de imágenes de OpenAI) sigue siendo un asistente de IA al que le sigue quedando mucho margen de mejora. El simple hecho de que en la parte inferior de su interfaz siga apareciendo el mensaje de que “ChatGPT puede aportar información imprecisa sobre personas, lugares o hechos” debe ser motivo suficiente para no dar por buenos todos los resultados que ofrezca y revisarlos con el ojo crítico y el criterio humano que nos caracteriza y nos diferencia de estas IA.
Para quienes prefieren visualizar la explicación a través de un video, Joshua Castro lo explica así:
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