Por Agustina Heb para Fundación Gabo
Los medios de comunicación enfrentan hoy una doble crisis. Una económica, provocada por la erosión de su modelo de negocio tradicional como consecuencia de la transformación tecnológica. Y una existencial, marcada por tres factores: la dificultad de los medios para entender dónde y cómo las audiencias conectan con los contenidos; lectores que abandonan las fuentes tradicionales de información al percibir un exceso de negatividad en las noticias; y una creciente falta de confianza como efecto directo de la desinformación.
“Tenemos que trabajar tanto en la veta económica como existencial”, planteó la periodista argentina Liza Gross. “Para eso, debemos llevar adelante un cambio cultural en nuestras organizaciones periodísticas y desarrollar las capacidades adaptativas, para ver cuáles son los mecanismos que funcionan y se adaptan a las necesidades de nuestro entorno”, propuso la experta en medios, el martes 18 de enero, durante la primera sesión del taller virtual 'Transformación en medios de comunicación', destinado a periodistas y representantes de 14 medios regionales y locales de Colombia.
La iniciativa, conducida y liderada por Gross, forma parte del proyecto ‘Crece Digital 2021-2022’, organizado por la Fundación Gabo con el apoyo del Meta Journalism Project.
Con el objetivo de generar productos que respondan a las necesidades de las audiencias, aportar valor y ganar en credibilidad, e identificar oportunidades de diversificar las fuentes de ingresos, la colombiana Margarita Barrero, estratega digital y experta en segmentación de audiencias, compartió 10 consejos prácticos para lograr un cambio estándar dentro de una sala de redacción.
1. Proveer de información sobre el negocio editorial y la audiencia a todo el equipo
Antes de llevar adelante un proceso de reingeniería en una redacción, Barrero dijo que lo primero es informar a todas las personas que trabajan en una redacción cuál es el panorama actual de la industria periodística. Y compartirles, puntualmente, los datos del negocio y de la audiencia del medio de comunicación al que pertenecen.
2. Promover un conocimiento abierto y claro de la situación del medio
“Este conocimiento no solo debe manejarlo el grupo que hace la transformación sino que lo tienen que manejar todas las personas de la organización”, señaló la experta invitada.
3. Crear un pensamiento de equipo
“Muchos cambios se hacen, pero no son permanentes. La razón de eso es un tema metodológico”, subrayó Barrero. Por eso es muy importante incorporar un pensamiento de equipo, que es un esquema metodológico. “Les permitirá tener más claridad para lograr la meta que busquen alcanzar, ya sea la creación de un newsletter, de un pódcast o de una storytelling, o fortalecer los contenidos premium”, indicó.
A modo de ejemplo, citó la metodología del design thinking, o pensamiento de diseño, que aplica modalidades y herramientas tradicionalmente usadas por los diseñadores para identificar oportunidades y crear soluciones creativas y de impacto.
4. Conocer los beneficios y los aportes a nivel personal
“Es importante que cada miembro de la redacción, de ese cambio o de ese nuevo producto, conozca cuáles son sus beneficios a nivel personal, no grupal”, resaltó la estratega digital.
Si cada uno de los miembros de la redacción entiende cuál es su beneficio personal dentro de un proyecto grupal, “es mucho más fácil entender qué requiere un aporte personal y cuál va a ser su aporte puntual para poder lograrlo”.
5. Establecer liderazgos
“El cambio no se puede hacer si no hay un equipo facilitador que logre enrutar a todos los miembros de la organización para un propósito común”, resaltó Barrero.
Según explicó la experta, con amplia experiencia en liderar equipos numerosos, un grupo específico de la redacción debe destinarse para encabezar el cambio con facilitadores en todas las áreas del medio.
“El líder siempre piensa primero en el por qué lo vamos a hacer, es decir, cuál es la razón que nos motiva a generar ese cambio, luego en el cómo lo vamos a desarrollar y finalmente en el qué”, detalló.
6. Revisar los flujos de trabajo
Para cambiar las cosas Barrero dijo que es necesario “revisar los procesos actuales de la sala de redacción y adaptarlos a la meta”.
Los procesos a los que se refirió Barrero son los horarios y las formas de trabajo que tiene cada área de la redacción, y cómo son las rutinas y los comportamientos de consumo de las audiencias en las diferentes plataformas en las que están presentes. “Eso suele generar cataclismos en las relaciones. Por eso es necesario un equipo de liderazgo”, remarcó.
De este análisis seguramente surgirá la necesidad de implementar una mayor integración o vinculación entre las áreas de trabajo del medio, como también ver en qué herramientas tecnológicas apoyarse para lograr una mejor sinergia y optimización de tareas.
7. Definir y planificar un plan de acción
“Para poder realizar un cambio en una redacción debe haber una planeación, con un cronograma que incluya un plan de acción y fechas establecidas”, determinó Barrero.
“El diagrama de Gantt es sencillo pero fundamental para generar cualquier metodología de cambio que quieran impulsar”, recomendó Barrero y añadió: “Este permite que los proyectos tengan una trazabilidad y que uno pueda analizar qué va bien, qué va mal, qué hay que apoyar, qué cambios hay que hacer. Esto requiere establecer reuniones semanales para hacer un seguimiento de su ejecución”.
También marcó como clave dar un “tiempo prudente” para la implementación con “mangos bajitos”, es decir, metas cercanas para empezar a ver si ese proyecto a largo plazo está funcionando o no.
8. Especificar los indicadores de gestión del proyecto
En este punto Barrero hizo mención a los KPIs. “Hay que tener indicadores de gestión definidos desde el comienzo y con entendimiento y aceptación de todos los integrantes del equipo”, aconsejó.
Asimismo, marcó que se deben tener en cuenta indicadores tanto cuantitativos como cualitativos. “Toda la estrategia, toda la planeación y todas las acciones tácticas que realicemos deben estar enfocadas a esos KPIs”, agregó.
9. Hacer un seguimiento de todo el proyecto
“Normalmente este tipo de proyectos de cambio fracasan porque no se hace un seguimiento. Es decir, no sabemos si nos fue bien o si nos fue mal. Y si nos fue mal, tampoco intentamos probar otra manera para que nos fuera mejor”, graficó Barrero.
Frente a ese panorama, la especialista propuso revisar las metas cumplidas y las que no, y ajustar en el camino. “Debe existir un análisis de los fracasos y tomar medidas. Si no funciona, es importante que volvamos a intentarlo, experimentar”, enfatizó.
10. Reconocer lo bueno y lo que se debe mejorar
El reconocimiento es la última acción dentro del proceso de cambio, o de cualquier iniciativa que un medio quiera crear y desarrollar. Y tiene una relación directa con el punto referido a establecer un seguimiento de cada proyecto.
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