¿Por qué las empresas deben ser saludables en tiempos de Covid-19?
En los últimos años han surgido iniciativas y campañas que han ido convirtiéndose en tendencia para promover lo que hoy se denomina empresas saludables con la mente puesta en mejorar la calidad de vida de sus integrantes. Al lograrlo, la productividad de quien está bien será mayor.
El concepto de empresa saludable ha ido evolucionando de tal manera que la Fundación Internacional ORP, institución internacional e independiente que busca la mejora de la calidad de la vida laboral, ha rescatado la mayoría de las tendencias y campañas para crear un estándar al que lo llama Modelo 5Z. Este establece una serie de acciones en una empresa para llevar todas las problemáticas que hacen que una empresa no sea productiva, sana y sostenible hasta un horizonte zero.
El modelo 5Z promueve una filosofía empresarial que aborda cinco dimensiones. Si las empresas las toman en cuenta y las atienden, lograrían construir una cultura de trabajo segura, sana, sostenible, sensible y singular. Las cinco dimensiones son:
ZERO ACCIDENTES
ZERO ENFERMEDADES
ZERO RESIDUOS
ZERO DESIGUALDAD
ZERO DESCONOCIMIENTO
Cada zero por si solo conlleva una cultura propia en la que la empresa trabaja los aspectos que la componen para llevar esa dimensión a la excelencia promoviendo culturas de prevención, amigables con el medio ambiente, pero sobre todo socialmente responsables.
La pandemia por coronavirus llegó casi de improviso. Cambió de la noche a la mañana hábitos, costumbres, modos de hacer negocios; pero sobre todo puso de cabeza la sostenibilidad empresarial ante una crisis económica fuerte a nivel mundial.
Ese es el escenario delicado en el que la supervivencia de los negocios se ha convertido en una carrera llena de obstáculos y, por ese motivo, hay modelos como 5Z que pueden representar la luz al final del túnel para que en un futuro próximo las empresas puedan mejorar su gestión con el fin de lograr la reactivación económica que ansían y así a largo plazo podrían estar preparadas para enfrentar diferentes tipos de crisis.
En esta columna se abordará hoy el primer zero: Zero Accidentes y en las próximas entregas se explicará los otros cuatro zero, a fin de que se pueda entender de mejor manera cómo un negocio puede convertirse en una empresa saludable.
ZERO ACCIDENTES
Es importante que toda empresa desarrolle una cultura preventiva sólida porque esto permite, entre otras cosas, llevar los accidentes o daños derivados del trabajo al horizonte zero.
Por ello, en una empresa saludable se debe abordar la Gestión Preventiva de Riesgos Laborales que suelen producir daños en el trabajo e investigar metódicamente los mismos en caso de producirse. A manera de ejemplo, habrá que decir que un líder o lideresa debería fijarse desde aquellos factores higiénicos que puedan implicar enfermedades a largo plazo hasta las condiciones en las que los empleados realizan su trabajo desde que se sientan en un escritorio hasta la seguridad vial a la hora de visitar proyectos o trasladarse desde y hacia la empresa en cuestión.
Así, cuando se habla de gestión de riesgos es importante, también, hablar de la investigación del problema cuanto este se presenta. Por ello, frente a Covid-19, es importante una correcta investigación de los contagios tal como se podría indagar en su momento las causas de los accidentes y establecer acciones para evitar que vuelvan a ocurrir.
Entonces, en el contexto de prevención de la enfermedad de Covid19, las dos herramientas clave de toda empresa que busque ser saludable son la Gestión Preventiva de Riesgos Laborales y la Investigación de Accidentes.
Y en la Gestión Preventiva de Riesgos Laborales se debe hacer una serie de preguntas y el responderlas le dará al trabajador las herramientas para poder cuidarse, en este caso de Covid-19.
Entre esas preguntas que una o uno debe hacerse como empresario, trabajador e incluso ciudadano están:
¿Qué me puede hacer daño?: En el caso de Covid-19, la respuesta es un virus, lo que significa que el origen ha sido identificado.
¿Dónde me puede hacer daño?: Se refiere a los lugares y/o circunstancias en los que una persona está expuesta al virus.
¿Qué me puede pasar si entro en contacto con el virus?: En este caso no es solo el hecho de enfermarse porque se ha identificado incluso la muerte como probable consecuencia.
¿Cómo puedo cuidarme para no enfermarme?: Están planteando la necesidad de medidas de control. En el caso de Covid-19, se tienen varias opciones desde las más robustas y eficientes hasta las más sencillas, pero menos eficientes. Por ejemplo utilizar el barbijo es la última barrera que una persona tiene que está en sus manos para evitar la enfermedad. ¿Por qué esta medida fracasa? Dependemos del nivel de conocimiento, entendimiento y conciencia que tiene la persona.
Ahí es cuando vemos que las empresas deben invertir bastante en formar e informar a las personas, en explicar por qué es importante usar un barbijo, qué pasa si no se lo usa, etc. Y será suficiente suponer que todo esto se entendió porque la empresa deberá asegurarse de que así fue, que la persona entendió perfectamente y, por ello, aplicará las medidas necesarias para cuidarse y cuidar a los demás.
Ahora…si la sociedad fuera una empresa, ¿podríamos ser una empresa saludable?
Como bien decía al inicio, la segunda herramienta clave de Zero Accidentes es la Investigación de Accidentes, en este caso de la enfermedad o, mejor aún, de cada contagio.
Al igual que en la Gestión Preventiva de Riesgos Laborales, el análisis minucioso que se haga de cada contagio permitirá entender por qué razón es que se dio el contagio, qué barreras han sido violentadas o no aplicadas y así, de esta manera, el empresario podrá identificar las oportunidades de mejora necesarias para evitar que otro contagio vuelva a ocurrir.
En el caso de un contagio al interior de una empresa, es indispensable hacer un análisis minucioso de las posibles causas. En industrias con sistemas de gestión implementados, se aplican metodologías de los 5 por qués, aunque esto no es determinante.
Otra metodología para entender y analizar las causas de los accidentes, y en este caso contagios, se conoce como Diagrama de Ishikawa, en el cual, el responsable del área de prevención, el jefe de Recursos Humanos o el jefe del trabajador con toda la información provista por este último, puede detectar las fallas que derivaron en el daño en los siguientes campos: Hombre (Mano de Obra), Máquina, Entorno, Método, Material y Medida. Sin embargo, en la experiencia se resume todo esto en tres grandes causas: Mano de Obra- Método y/o Material.
En el caso de un contagio, las preguntas que un jefe o cualquier persona puede hacer para poder determinar los pasos a seguir son:
- Tratar de analizar el o los puntos de contagio (5 días antes del momento en que empezaron los síntomas en la o el trabajador).
- Recordar qué barreras pudieron fallar en cuanto a personal:
- ¿Portaba el barbijo?
- ¿Portaba careta?
- Recordar qué barreras pudieron fallar en cuanto a Método:
- ¿Usaba correctamente el barbijo?
- ¿Cumplió con todas las recomendaciones de bioseguridad?: ¿Distancia física, lavado de manos, desinfección de manos?
- ¿Evitó estar en ambientes concurridos o aglomerados?
- ¿Estuvo cerca de alguien y tuvo contacto (muestras de afecto) sin protección?
- Recordar qué barreras pudieron fallar en cuanto a Material:
- ¿El barbijo estaba en buenas condiciones?
- ¿El alcohol era al 70 por ciento?
Esas preguntas son solo un ejemplo porque la indagación debiera ser más profunda. Sin embargo, si se analizan los contagios que se producen, alguna de las preguntas será respondida con un "NO".
En el entorno familiar, normalmente es difícil asimilar para los familiares que alguien en la casa no cumplió las normas sólo porque se encontraba en un entorno de confianza. Si esto se extrapola al común de la sociedad, entenderíamos porqué los números de la pandemia siguen subiendo a la velocidad que lo hacen.
Para finalizar, una investigación no termina con encontrar la causa, sino con decisiones y acciones para evitar que vuelva a ocurrir. Por ello, una vez identificada la causa, se deben establecer acciones para evitar que el mismo error vuelva a ocurrir y no importa quién lo haya cometido.
Como se ha podido ver, tanto en cada empresa como en la gran empresa llamada sociedad, hay riesgos, hay normas y también hay medidas para prevenir daños. Si todas y todos empezamos a trabajar en estos conceptos en nuestro día a día y hacemos de la prevención un hábito, los daños derivados de las actividades que realizamos serán cada vez menores. Y en el contexto de pandemia, los números reportados a diario no estarían creciendo exponencialmente si manejáramos nuestra empresa y nuestra sociedad como empresas saludables.
*Carmen Canedo García es Ingeniera en Industrias Alimentarias, experta en seguridad en el trabajo, auditora de empresas saludables y Máster en Gestión Integrada: PRL, Calidad, Medio Ambiente y RSC.
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