0

Texto de Guardiana y caricatura de Javier Menchaca (Bolivia)

¿Qué pasaría si al tramitar tu jubilación, después de dejar tu vida en el trabajo, sacarte la mugre por años y cumplir todos los requisitos exigidos por ley, te dicen que aún no puedes jubilarte porque tu documentación ha sido observada?, ¿qué sucedería si pasan los meses y siguen apareciendo las observaciones y pasa el año y aún no puedes jubilarte?

Esto ocurre más seguido de lo que piensas, sobre todo en el antiguo sistema de jubilación que aún se maneja a través del Servicio Nacional del Sistema de Reparto (Senasir), al que vas a parar si trabajaste hasta mayo de 1997, año en el que empezaron a funcionar las dos AFP en Bolivia, entidades privadas que, posteriormente, fueron reemplazadas por la Gestora Pública de la Seguridad Social de Largo Plazo, desde el 15 de mayo de 2023.

El Senasir no traspasó los aportes de los trabajadores a las AFP y por eso sigue a cargo de los aportes de quienes trabajaron hasta mayo de 1997. Y si tú seguiste trabajando después de esa fecha, tendrás que hacer dos trámites: uno ante el Senasir y otro ante la Gestora.

Una mujer de 59 años a la que llamaremos María –porque pidió guardar su nombre en reserva– contó a Guardiana que para ir al Senasir tomó en cuenta que ya tenía la edad suficiente porque la jubilación se da a partir de los 58 años; pero para las mujeres se reduce en un año por hijo, hasta un límite de tres años.

María llevó fotocopias de sus finiquitos de trabajo, papeletas de pago y cuanto papel importante encontró de sus años laborales. Entregó todo. Le dijeron que volviera en cierto tiempo. No supieron decirle más sobre los plazos ni tiempos. Sólo le indicaron que se vería si debía el trámite seguir el camino de la revisión automática o la revisión manual. Al final, le señalaron la vía manual. No le dieron la opción de elegir.

En otros casos, las personas que pasaron por la revisión automática y quedaron disconformes porque no se les reconoció cierta cantidad de años de trabajo en determinada empresa suelen solicitar la revisión manual. Pero a María de entrada no le dieron la opción de elegir. Ella cuenta que hubiese preferido mil veces la revisión automática porque con la manual tuvo que peregrinar durante año y medio. Desde el principio le empezaron a observar una y otra cosa.

"Lo peor de todo –contó– es que no te dicen todo lo que está mal para que lo subsanes de una vez, sino que te van observando cosa por cosa y así pasan los días, las semanas y luego los meses. Sentí como si fuese una especie de tortura. Iba a las oficinas cada dos semanas. A veces me ponía a pensar en los viejitos que apenas pueden caminar o viven lejos y deben hacer el mismo trámite. Un día me dijeron que no bastaba con mi carnet de identidad y pidieron certificado de nacimiento, luego solicitaron copia legalizada del libro donde registran a los que nacen. Después me dijeron que no existía mi nombre en las planillas de una de las empresas para la que trabajé y donde incluso fui jefa. Más tarde indicaron que en otra empresa no estaba registrado mi nombre completo. También pidieron altas y bajas de la Caja de Salud. Pero allá encontraron algunas altas, pero no las bajas. Cosas así... Y yo cada vez les decía: 'Por qué no me dijeron todo en uno, por qué me siguen diciendo una observación y luego de semanas la otra observación. Nunca daban razón de por qué trabajan de ese modo".

1. Verificación de datos en la papeleta de pago y extracto de aportes

Javier Molina, responsable de Beneficios y Prestaciones de la Gestora Pública, recomendó a los trabajadores verificar los datos que tienen en su papeleta de pago y en el extracto de aportes de la Gestora Pública, para que luego no tengan problemas en el trámite de jubilación.

¿Qué debes verificar para que no se convierta en un clavo?

“Como trabajadores debemos pedir periódicamente nuestros extractos de ahorro previsional, un trámite gratuito que se puede hacer ante la Gestora, de manera personal o a través de la página web o aplicación que tenemos”.

Javier Molina, responsable de Beneficios y Prestaciones de la Gestora Pública

Si es que no tienes la contraseña habilitada para verificar tu extracto de forma virtual, puedes obtener el acceso en este enlace: https://oficinavirtual.gestora.bo/ , donde te solicitarán tu número de cédula de identidad, fecha de nacimiento, número de teléfono celular y correo electrónico.

Primero, debes revisar que la manera en que fue registrada tu identidad sea la correcta. Fíjate que tu nombre esté escrito como aparece en tu carnet de identidad y que ambos también estén escritos como figura en tu certificado de nacimiento. Por ejemplo, si tienes tres nombres, los tres deben aparecer de forma idéntica en los tres documentos y no debe estar alterada o cambiada una sola letra de tus nombres. Lo mismo debe ocurrir con tus dos apellidos. Revisa que estén escritos como están en tu cédula de identidad y en tu certificado de nacimiento porque cuando hay problemas con el primero, llegado el momento te pedirán el segundo porque es uno de los que mayor valor tiene (el certificado de nacimiento). Incluso debes ver que el orden de aparición de tus nombres y apellidos sea el mismo. Por ejemplo, si te llamas Andrés Rafael, no es lo mismo si allá dice Rafael Andrés porque el sistema rechazará este cambio como si se tratara de dos personas diferentes y, entonces, tu aporte no se efectuará.

También es importante que incluso sean respetados los espacios que pueden haber en un nombre, como por ejemplo María Isabel, nombre compuesto por dos palabras y no una sola, y ambas no se deben unir por ninguna circunstancia, salvo que en el certificado de nacimiento dijera: Marisabel.

¿Cómo se subsana este tipo de problemas? La corrección se da a través de un cruce de información con datos del Servicio General de Identificación Personal (Segip) o mediante la presentación de la cédula de identidad o llegado el momento también pedirán certificado de nacimiento e incluso una copia legalizada de los libros donde son registradas las partidas de nacimiento.

Un extrabajador del Senasir, entrevistado por Guardiana, explicó que en años pasados era más complicado, debido a que había trabajadores que incluso tenían tres nombres o sus dos nombres eran largos. El problema se daba porque el sistema de planillas del Tesoro General de la Nación (TGN) sólo aceptaba 16 caracteres para inscribir los nombres, y cuando los nombres pasaban ese límite, salían incompletos y el Banco Unión observaba y rechazaba el pago.

Para ese tipo de problemas, el rentista tenía que tramitar una “autorización de pago” ante el Senasir, un documento que ordenaba al Banco Unión a proceder con el pago de forma excepcional. Para ese tipo de casos, añadió el entrevistado, se instaló una aplicación especial, para que el sistema del TGN lo acepte, mediante la habilitación de caracteres.

María contó que después de casi un año de trámite ante el Senasir, le dijeron que la identidad de ella en una de las empresas en que trabajó aparecía consignada con uno solo de sus tres nombres y tampoco aparecían sus dos apellidos como figuran en su cédula de identidad. Tuvo que pedir, entonces, una carta aclaratoria a la empresa en la que trabajó para que ésta indicara que se trataba de la misma persona y luego solicitar un certificado de divorcio porque la empresa en cuestión la tenía registrada con el apellido de su primer esposo. Así solucionó el problema; pero la respuesta del Senasir tardó en llegar porque había hecho la misma solicitud de aclaración a la empresa. Y el tiempo siguió transcurriendo.

Molina también recomendó a los lectores y lectoras de Guardiana que verifiquen que el número de su cédula de identidad sea el correcto porque hubo casos en los que se hallaron anomalías en los nombres y en los números de cédulas de identidad, sobre todo por la rapidez con la que las empresas debían entregar planillas.

El problema es que luego la información de planillas o papeletas de pago originales o fotocopias legalizadas son solicitadas para la jubilación y si en las mismas no figura la información tal como consta en el carnet de identidad de la persona que busca jubilarse, esto será observado.

2. Verificación del monto de descuento

Este segundo clavo es más puntiagudo y grueso en comparación al primero que ya te expliqué, porque es más complicado de subsanar si es que no haces la observación en el tiempo oportuno.

En el actual sistema de la Gestora Pública es mucho más fácil identificar una eventual anomalía en el monto y el tiempo de descuento, pues este aspecto se lo halla fácilmente en el extracto de aportes del trabajador.

Por el contrario, éste es un problema “recurrente” en el Senasir, según indica el extrabajador entrevistado. Antes de 1997 no se contaba con la tecnología suficiente para que tanto el Estado como el trabajador verifiquen rápido y a tiempo si una empresa depositó o no el monto descontado al empleado.

Esta irregularidad de la falta de pago de aportes por parte de la empresa recién sale a luz cuando un trabajador realiza su trámite de jubilación. En este caso, el descuento figura en la boleta de pago o en la planilla, pero no figura el depósito respectivo en la cuenta del Estado.

¿Cómo se soluciona este problema? El trabajador debe presentar un documento que certifique su salario y los descuentos que le realizaron, que puede ser su boleta de pago, una planilla de la empresa cuya copia está en el Senasir, o su Formulario AVC (Aviso de Afiliación o Reingreso del Titular del Seguro), que otorga la Caja Nacional de Salud, donde figura su salario y tiempo de trabajo.

Una vez que demuestre el descuento que se le hizo, el Estado asume la responsabilidad del mismo, ya que la empresa pudo haberse cerrado, al tratarse de un trámite anterior a 1997, y se procede a la calificación de jubilación a favor del beneficiario.

Otro problema detectado en el Senasir, aunque con muy poca frecuencia, es la existencia de doble planilla, según el extrabajador entrevistado. ¿En qué consiste esta ilegalidad? Se detectaron algunos casos en los que los empresarios pagaban el salario mínimo o un determinado monto a un trabajador, pero a ello aumentaban otro dinero que no figuraba en la papeleta de pago ni en las planillas.

Por ejemplo, el trabajador recibía según planilla y papeleta de pago Bs 2.600, pero al margen de ello obtenía otros Bs 2.000 de la empresa, con lo que su ingreso mensual era de Bs 4.600. En este caso, el empleado tenía descuentos para su jubilación sólo de los Bs 2.600, no de los restantes Bs 2.000.

En este tipo de casos, el trabajador es el perjudicado, debido a que su calificación de renta se la hacía sólo por el monto que figuraba en planilla y papeleta de pago, o sea de los Bs 2.600 en el ejemplo dado.

Según la explicación, los empresarios optaban por esa doble planilla para tener más ganancias, pues reducían el monto de aporte correspondiente al trabajador y también reducían sus impuestos.

3. Solicitud de extracto de aporte

¿En qué consiste este tercer clavo del vía crucis? Debes verificar los montos y los meses aportados porque podrías encontrarte con alguna anomalía. Por ejemplo, si trabajaste todo el 2023 en una empresa, puedes ver si ésta depositó los 12 descuentos que te hizo correspondientes a los 12 meses. Si verificas que hay 11 o menos aportes, con sus respectivos meses, puedes reclamar ante la Gestora, con la presentación de tus boletas de pago.

“La empresa puede tener un ‘rezago’, que significa que los datos del trabajador no coinciden, puede ser que el nombre, el número de carnet o alguna información para identificar al beneficiario tengan anomalías o, por último, algo que no deseamos, es que la empresa no pagó por ese mes o se olvidó, o generó mora”.

Javier Molina, responsable de Beneficios y Prestaciones de la Gestora Pública

Este tipo de verificación no se realiza en el Senasir, pues allí no se cuenta con un extracto de aportes realizados por el trabajador.

Molina acotó que si se halla esa irregularidad de falta de depósito del descuento, “la Gestora avisa al empleador que no ha pagado por esa persona y, al no pagar por esa persona, tiene que hacer el depósito de inmediato o puede haber un proceso de cobranza, ya sea administrativo o judicial”.

4. Actualización de datos ante la Gestora

También es muy importante que la o el trabajador actualice sus datos de forma oportuna e inmediata ante la Gestora Pública, pues el trámite es rápido. Si el empleado quiere hacer este trámite cuando hace el trámite de jubilación, demora mucho más y se puede convertir en otro clavo, porque se deben verificar los aportes.

¿Qué información merece ser actualizada?

La más frecuente es la falta de actualización de datos por parte de las mujeres, quienes al momento de contraer matrimonio, suman en su identidad el apellido del esposo con un “de” por delante. Si bien esta modificación la obtienen en su cédula de identidad a través del Servicio de Registro Cívico (Serecí), no lo hacen ante la Gestora.

Otro de los tropiezos que se tiene en la Gestora en temas de actualización de datos, acotó Molina, está relacionado con el estado civil del trabajador y con los derechohabientes (personas que obtienen derechos provenientes del asegurado o que acceden a los beneficios del titular en caso de discapacidad o fallecimiento).

Molina explicó que cuando un trabajador se afilia a la Gestora, generalmente es joven, soltero y vive en la casa de los padres. Con el pasar de los años, esta persona se casa, tiene hijos y va a vivir a otro domicilio, pero no actualiza los datos.

Junto con esa situación, indicó Molina, los trabajadores identifican como derechohabientes a los padres o hermanos, pero, con el pasar de los años, no actualizan sus datos y colocan en esa situación a su esposa o hijos.

“Lo que recomendamos es que, cuando haya un cambio familiar, por ejemplo, que se casen, tengan esposa e hijos, actualicemos nuestros datos y a nuestros derechohabientes. Es importante esto porque la mayoría piensa que la jubilación es sólo para mí, para mi jubilación, cuando en realidad nosotros aportamos y si nos pasa algo a nosotros, quien va a recibir la pensión o las coberturas de riesgo va a ser nuestra familia, mi esposa y mis hijos hasta 25 años”, sostuvo Molina.

Entre las actualizaciones de datos ante la Gestora también se encuentran las personas que optan por cambiar de sexo, indicó Molina. Explicó que este paso se lo debe hacer a través de un trámite ante el Serecí, institución que debe emitir la resolución respectiva para el cambio de sexo y de nombre.

Al final, después de año y medio de trámite ante el Senasir, a María le dijeron que como no pudo demostrar que trabajó más de cinco años antes de 1997, le darían un cheque y nada más. Es decir, no recibiría una pensión mensual como otras personas. Ella aseguró de que había trabajado más de cinco años, pero su labor en una de las empresas en la que estuvo como tres años no fue reconocida porque la empresa ya no existe; no encontraron en la caja de salud las altas y bajas de esos años.

Cansada, ella optó por rendirse en ese punto del vía crucis. Cuando le dieron el cheque; pensó ingenuamente que podría cobrarlo; pero le indicaron que debía llevarlo a la Gestora. Una vez allí, le explicaron que debía dejar el mismo en ese lugar porque así lo indica la normativa y que sumarían ese dinero a su jubilación. Al final, ahora a ella le dan 300 bolivianos más al mes después de un año y medio de trámite que arrojó como fruto un cheque que nunca pudo cobrar.

Recibirás cada 15 días el boletín DESCOMPLÍCATE. Incluye INFORMACIÓN ÚTIL que te ayudará a disminuir el tiempo que empleas para resolver trámites y/o problemas. Lo único que tienes que hacer para recibirlo es suscribirte en el siguiente enlace: https://descomplicate.substack.com/subscribe?

Si tienes dudas, escríbenos al WhatsApp 77564599.

Antes se creía imposible: Mujeres pueden concebir después de tratar el cáncer de mama

Noticia Anterior

Las 10 formas de estafas más comunes con criptomonedas a nivel internacional

Siguiente Noticia

Comentarios

Deja un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *