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"El suicidio es una solución eterna para lo que a menudo no es más que un problema temporal".

Edwin Shneidman, 1985

Curaduría de Guardiana (Bolivia)

No estás solo, no estás sola...

La pandemia por Covid-19 disparó el número de casos de enfermos mentales en Bolivia. Es un hecho. La población entre los 20 y 39 años estuvo entre la más golpeada. Así lo reflejan las cifras, sobre todo en el departamento de Santa Cruz. Y la ansiedad y la depresión estuvieron en lo más alto de las estadísticas...

Guardiana publicó junto a otros medios digitales como La Nube, Acceso Investigativo y La Brava una serie de reportajes sobre la salud mental entre julio y agosto de este año, y en los mismos se pudo mostrar cuán preocupante es hoy el tema y cuán poco se ha hecho al respecto en Bolivia, donde aún no se trabaja a partir de un plan nacional y no se tiene una ley, sin contar con el problema de tener como país uno de los presupuestos más bajos de la región destinado a la salud mental.

Guardiana te invita a leer esos reportajes para que puedas ver cuán serio es el problema de salud mental en Bolivia y lo poco que se hace al respecto:

No estás solo, no estás sola...

Y con enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad se puede llegar al suicidio, si no se toma una serie de previsiones...

¿Qué es la depresión? La depresión es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas.

En marzo de 2023, la Organización Mundial de la Salud escribía lo siguiente sobre la depresión:

  • La depresión es un trastorno mental común. Se estima que en todo el mundo el 5% de los adultos padecen depresión.
  • La depresión afecta más a la mujer que al hombre.
  • La depresión puede llevar al suicidio.
  • Hay tratamientos eficaces para la depresión, ya sea leve, moderada o grave.

"Se estima que el 3,8% de la población experimenta depresión –indica la OMS– incluido el 5% de los adultos (4% entre los hombres y el 6% entre las mujeres) y el 5,7% de los adultos mayores de 60 años. A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas sufren depresión. La depresión es aproximadamente un 50% más frecuente entre las mujeres que entre los hombres. En todo el mundo, más del 10% de las embarazadas y de las mujeres que acaban de dar a luz experimentan depresión. Cada año se suicidan más de 700 000 personas. El suicidio es la cuarta causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años".

"Aunque hay tratamientos conocidos y eficaces contra los trastornos mentales –continúa la OMS– más del 75% de las personas afectadas en los países de ingreso bajo y mediano no reciben tratamiento alguno. Entre los obstáculos a una atención eficaz cabe destacar la falta de inversión en atención de salud mental y de proveedores de atención de salud capacitados, así como la estigmatización asociada a los trastornos mentales".

¿Y qué es la ansiedad? La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Puede hacer que sude, se sienta inquieto y tenso, y tener palpitaciones. Puede ser una reacción normal al estrés. Veamos algunos ejemplos: Sentir un miedo extremo acerca de una situación o algo específico, como los perros, insectos o ir al doctor (fobias). Sentir mucho miedo a la escuela o a otros lugares donde haya personas (ansiedad social). Estar muy preocupado por el futuro y acerca de que sucedan cosas malas (ansiedad general).

No estás solo, no estás sola...

Tal vez tuviste un mal día. Todos lo tenemos. Sentimos que despertamos con el pie izquierdo porque en todo nos fue mal. Estás molesta o molesto y no te sientes bien en ningún sitio. Si esto dura un día o dos, no hay problema. Pero si te sientes de este modo durante semanas, tienes que buscar ayuda.

Si tú no tienes este problema, pero otra persona sí, dile: "Pareces triste. Estoy abierto a hablar de esto, porque te amo y me importa lo que te pase". Aquí hay más consejos para iniciar conversaciones sobre salud mental con su hijo.

Si ya notaste que la persona está triste, también hay que fijarse en los patrones de sueño, el apetito y las actividades sociales. El autoaislamiento, especialmente para los niños que generalmente disfrutan salir con amigos o practicar deportes, puede indicar serias dificultades. Si su hijo tiene más dificultades de lo normal con las tareas escolares, las tareas domésticas y otras responsabilidades, estas son señales adicionales que no debe ignorar.

No estás solo, no estás sola...

Si escuchas decir a alguien lo siguiente, no pienses ni le digas que está exagerando porque puede ser una señal suicida:

  • "Quiero morir"
  • "Nada me importa"
  • "Es mejor morirse de una vez"
  • "Para qué seguir viviendo"
  • "A veces desearía poder irme a dormir y nunca despertarme"
  • "Todos estarían mejor sin mí"
  • "Ya no tendrás que preocuparte por mí muy pronto..."

No tomes estas frases como una exageración o sólo ganas de llamar la atención y no respondas indicando que la otra persona está hablando "tonterías". Son señales de que algo no está bien.

No estás solo, no estás sola...

¿Y por qué motivo podría una persona suicidarse?

  • Pérdida de un ser querido por muerte, divorcio, traslado, deportación o encarcelamiento
  • Bullying o acoso, en persona o en línea
  • Discriminación, rechazo u hostilidad por identidad de género u orientación sexual
  • Racismo, discriminación e inequidades y factores de estrés relacionados
  • Antecedentes familiares de suicidio o problemas de salud mental
  • Estigma (la creencia de que es incorrecto o vergonzoso hablar sobre salud mental o suicidio)
  • Fácil acceso a armas de fuego u otras herramientas y sustancias potencialmente mortales
  • Ser testigo o sufrir violencia o abuso doméstico
  • Inestabilidad financiera que genera preocupación e inseguridad
  • Suicidio en su escuela o grupo de amigos

Obtenga más perspectiva sobre los riesgos específicos de su hijo.

No estás solo, no estás sola...

Escucha y dialoga con quien se siente mal y dile...

  • "Parece que tienes un dolor tremendo y no puedes ver una salida"
  • "Tal vez te estés preguntando cómo la vida se volvió tan complicada y difícil"
  • "En este momento, no estás seguro de las respuestas a los problemas que enfrentas"
  • "Debes estar realmente, realmente dolido por dentro para considerar terminar con tu vida"

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Si crees que alguna persona quiere autolesionarse o intenta suicidarse, busca rápido ayuda. Puedes llamar al programa de Familia Segura de Unicef, al número: 800 11 30 40 o puedes mandar un mensaje de texto al número de WhatsApp 77797667.

Luego retira de la casa toda arma de fuego, cuchillos, raticidas, medicamentos y otros que podrían ser usados en un suicidio.

Otras herramientas y sustancias potencialmente letales que deberías considerar guardar bajo llave incluyen:

  • Alcohol
  • Drogas ilícitas
  • Limpiadores domésticos y otros productos venenosos
  • Productos enlatados para espolvorear
  • Inhalantes
  • Anticongelante
  • Cuchillos, navajas u otras armas
  • Cuerdas, cinturones o bolsas de plástico

El trabajo de sacar o guardar bajo llave estos objetos y sustancias puede parecer desalentador, pero la seguridad de tu hijo está en juego. Los intentos de suicidio suelen ser impulsivos y un momento de crisis puede escalar muy rápidamente. Es fundamental asegurarse de que tu hijo adolescente no pueda echar mano de medios letales en el momento equivocado.

No estás solo, no estás sola...

Es importante generar esperanza en la persona que busca suicidarse mientras está en tratamiento...

El equipo de atención probablemente recomendará una combinación de pasos para reducir los síntomas de salud mental y los pensamientos suicidas. Los medicamentos, la terapia de conversación y las técnicas para reducir el estrés, como el yoga, la meditación o escribir un diario, pueden ser parte del plan.

Proporciona tranquilidad realista a tu hijo a lo largo del camino. Recuérdales (y a ti mismo) que los tiempos difíciles no duran para siempre. Las personas se sienten mejor cuando reciben tratamiento y apoyo eficaces.

Si tu hijo expresa sentimientos de estigma o vergüenza, puedes recordarle que una de cada 5 personas tiene síntomas de salud mental en algún momento de su vida. La salud mental es parte de la salud total, y buscar ayuda es un signo de autoestima y madurez.

No estás solo, no estás sola...

Anima a esa persona a ver a familiares y amigos...

Es posible que tu hijo se sienta reacio a pasar tiempo con otras personas, pero puedes explicarle que el apoyo social lo ayudará a sentirse mejor. Si bien es posible que al principio se necesiten más momentos de tranquilidad, será útil animarlos amablemente a pasar el rato con la familia, los amigos y los vecinos. Evita las luchas de poder en torno a eventos o invitaciones específicas, ya que tu objetivo es respetar las necesidades de tu hijo y minimizar el estrés.

No estás solo, no estás sola...

Aconséjale a hacer ejercicios, ayudan mucho...

Y si tú tienes el problema, no lo pienses dos veces, debes realizar actividad física porque alivia los síntomas de la salud mental. Sal a caminar, ve a un gimnasio y si no tienes para pagar por uno, en tu celular encontrarás ejercicios en línea para hacer ejercicios.

El ejercicio eleva el estado de ánimo porque estimula las endorfinas que son sustancias naturales que tienes en el cerebro y el cuerpo, y que ayuda a equilibrar el estrés y controlar el dolor.

También ayuda a tener niveles más altos de serotonina, otra sustancia que también está en el cerebro y el cuerpo. En general ayuda a tener un estado de ánimo más positivo y dormir bien.

Ojalá puedas hacer ejercicio una media hora cada día o por lo menos día por medio.

No estás solo, no estás sola...

Una rutina diaria en cuanto al aseo personal y otras actividades, sobre todo físicas, será bueno fomentar en quien tiene ideas suicidas, sin necesidad de ser muy exigentes consigo mismos. Esto significa adoptar un ritmo realista y evitar experiencias que puedan resultar abrumadoras.

Asegúrale a tu adolescente que el cuidado personal nunca es un signo de debilidad. Todo lo que hacemos en la vida se ve afectado por nuestra salud, por lo que es fundamental darnos tiempo para sanar. Las tareas grandes se pueden dividir en otras más pequeñas y manejables, y gradualmente, a medida de que la confianza y la fuerza de tu hijo crezcan, se sentirá listo para asumir más.

No estás solo, no estás sola...

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