Por el Centro Estratégico Latinoamericano de Política
Lunes 17 de agosto de 2020.- El Covid-19 es la primera pandemia en un contexto de globalización y cultura híper-mediatizada. Cada jefe de Estado de todo el mundo ha debido posicionarse en un periodo acotado de tiempo sobre dicho fenómeno. Cada mandatario, consciente del valor performativo de sus discursos, se ha visto obligado a crear nuevas explicaciones y narraciones acordes a sus propias orientaciones ideológicas, sus experiencias personales y las necesidades de sus naciones.
Desde el punto de vista analítico no existen registros históricos desde la Segunda Guerra Mundial de un hecho sincrónico en toda la región de la magnitud, profundidad e impacto del Covid-19. Todos los mandatarios han tenido que enfrentar política y discursivamente el mismo hecho al mismo tiempo, lo que nos ofrece un escenario sin parangón para comparar los distintos enfoques.
En ese sentido, el siguiente trabajo se propone abordar comparativamente los principales rasgos de los discursos presidenciales a partir de la pandemia del Covid-19 en Argentina, Bolivia, Chile, El Salvador, México y Perú. Para ello se eligió un enfoque cuantitativo -por tanto, el más objetivo posible- procediendo a contabilizar las frecuencias discursivas de agrupaciones de vocablos y unidades lingüísticas/lexicales presentes en los discursos presidenciales.
Esta estrategia nos permitió identificar los principales universos discursivos presentes en las narrativas presidenciales, así como compararlas y contrastarlas.
Algunas conclusiones del estudio:
- El discurso sanitarista concentra la atención y preocupación de todos los mandatarios latinoamericanos.
- Si procedemos a comparar el universo sanitarista con el económico como medida de las preocupaciones presidenciales, Jeanine Áñez es la única presidenta en la que el segundo prevalece de forma muy nítida sobre el primero, triplicando la economía (31,23%) su peso en el discurso frente a la salud (13,46%). Muy alejado de estas cifras, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es el presidente que más equilibra ambos discursos, con un 13.45% en economía por un 12.65% en salud.
- En segundo lugar y relacionado con el primer hallazgo, el discurso científico es significativo entre todos los presidentes estudiados. El peso del discurso científico a nivel global y de las Organización Mundial de la Salud dejó poco espacio para otras narraciones políticas y sociales alternativas o negacionistas. En el presidente que más resalta esta apelación es en Sebastián Piñera.
- Los discursos presidenciales se han significado también por un sesgo alarmista o esperanzador, en función de la invocación que quisieran dirigir a su ciudadanía. Cuando abordamos la comparación de los pesos relativos de estos dos universos, solo Alberto Fernández (7,25%) y AMLO (7,02%) se afirman en un discurso esperanzador sobre el alarmista (4,43% y 1,80%, respectivamente). Llama la atención el caso de AMLO, en el que el discurso esperanzador cuadruplica al discurso alarmista. En el resto de los mandatarios predominó un discurso alarmista que incluyó, en el plano gubernamental, medidas excepcionales como el decreto de toques de queda.
- El abordaje de otro universo presente en los sentidos comunes latinoamericanos, la corrupción, nos permite concluir que ésta estuvo muy poco presente en los discursos presidenciales, destacando entre los que sí la mencionaron a AMLO (1,60%) y Martín Vizcarra (0,43%).
- En clave de género destacamos a Alberto Fernández (3,62%) y Martín Vizcarra (2,19%) como los únicos presidentes con discursos con giros inclusivos persistentes.
- En relación con la preocupación migratoria, llama la atención el peso que asume en la discursividad del presidente colombiano Iván Duque, hasta cuatro veces por encima de las referencias presidentes como Nayib Bukele o AMLO, de países con graves crisis migratorias.
- En el eje comunicativo queremos llamar la atención aquí sobre el hecho de que AMLO (3.21%), Duque (2.10%) y Fernández (1.61%) expresaron preocupación en el rol crucial de los medios de comunicación durante la pandemia.
- La unidad nacional es otro de los universos discursivos clave. Podemos observarlo muy presente en los discursos de Alberto Fernández, Jeanine Áñez, Sebastián Piñera y, en menor medida, Martín Vizcarra.
Metodología del estudio
Para la realización del estudio que aquí se presenta centramos el análisis en aquellas categorías centrales presentes en los primeros dos discursos dentro del primer mes de pandemia para cada uno de los siete presidentes y presidenta interina de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, El Salvador, México y Perú. Los discursos se dieron entre el 11 de marzo de 2020 -día en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia global- hasta mediados del mes de abril.
Para ponderar el peso otorgado por cada mandatario a los distintos universos discursivos se atendió no solo a su frecuencia sino también a su dispersión, es decir, el peso de las palabras escogidas sobre el total de palabras del discurso. Asimismo, el peso de cada universo se ponderó la sumatoria de todas las menciones que refieren a algún universo discursivo en particular.
A partir de este análisis inscribimos los sentidos y las miradas de los presidentes y presidentas frente a la pandemia. No deja de ser una foto del momento con cierta perspectiva hacia adelante que las coyunturas políticas pueden modificar o profundizar, pero que nos arroja información comparativa entre los distintos estilos de liderazgo latinoamericanos.
En el siguiente gráfico adelantamos algunos de los datos clave de los discursos presidenciales estudiados:
Universo científico
En la gestión de la pandemia se introducen las referencias expertas como un discurso legitimador de saberes políticos y de políticas públicas. En este sentido, el discurso científico es capaz de garantizar cierta legitimidad y seguridad desde la apelación a la racionalidad que permite cierta previsibilidad frente a lo inesperado.
El discurso científico es significativo entre los presidentes y la presidenta de Bolivia. El peso del discurso científico a nivel global y de la Organización Mundial de la Salud dejó poco espacio para otras narraciones políticas y sociales. De hecho, la apelación religiosa, en presidentes y presidenta de reconocidas adscripciones a diferentes credos, es casi inexistente. En quienes más resalta esta apelación es en Duque y Áñez. La fuerza del discurso científico indica la prevalencia del rol de los científicos y científicas (locales o internacionales) en las voces oficiales y legitimación de políticas públicas. Un caso especial implica la mención a la Organización Panamericana de Salud, encabezada por la OEA, y solo mencionada por Bukele y Vizcarra.
Universo sanitarista
En la gestión de la pandemia destaca la especificidad de palabras asociadas al ethos de la Salud Pública y especialmente relacionado a la capacidad institucional de demanda frente a la pandemia. Es el universo de la salud pública como política y como referencia. Este eje es complementario del anterior en términos de lógica tecnocrática.
Salvo en el caso de AMLO, que equilibra este universo con el económico, el discurso sanitarista concentra la atención y preocupación de los mandatarios y mandataria. El discurso sanitarista abre diversas trayectorias en la dinámica política. La atención de la salud, en este contexto, es clave para la estabilidad política, teniendo en cuenta lo que presupone la muerte masiva y regular para el sistema político y el propio Estado. Este discurso sanitarista, en su inicio, es una gran fuente de legitimidad política y que posee diversas modulaciones en cada país y en cada Gobierno.
Universo vinculado al Estado
Apelación al Estado y su gobernanza como garantes de salud, bienestar y como institucionalidad relevante en la lucha contra el Covid-19 a través de la implementación de políticas públicas. A su vez, como reivindicación de la estatalidad como actor impulsor del cuidado y de los derechos ciudadanos y colectivos.
El universo estatalista tiene un peso importante entre los presidentes Vizcarra, Fernández, Duque y AMLO, mientras que en Áñez y Piñera la relación entre el estatatalismo y la sociedad civil experimenta cierta paridad. En el caso de Bukele hay una ponderación mayor por la sociedad civil frente a una mirada estatalista, y ello se explicaría por la debilidad del mismo o por el peso de los actores sociales en la toma de decisiones. De esta manera, entre los primeros mandatarios el Estado aparece como reivindicación, garante y propiciador de las políticas sanitarias y económicas, se equilibra con respecto a la sociedad civil en Áñez y Piñera, y en el caso de Bukele el peso de la sociedad civil y la economía son mayores frente al universo estatalista.
Universo religioso
Como contrapartida a la apelación científica rastreamos conceptos que remitan al imaginario religioso o, por su ausencia, apelen únicamente a un universo secularizado. Es sabido que muchos mandatarios latinoamericanos apelan al universo religioso como una nueva forma de buscar legitimidad o identificación, desde una nueva versión neoconservadora y vinculada con ciertos sectores del catolicismo y del neopentacostalismo.
Tono discursivo
El tono discursivo permite distinguir dos estilos que buscan generar sentimientos y sensaciones distintas en la ciudadanía. Por un lado destaca un discurso alarmista que busca la exaltación del miedo –lo que puede resultar útil para lograr un mayor acatamiento de las medidas y una mayor arbitrariedad del Ejecutivo- y, por otro lado, un discurso esperanzador que construye un universo de seguridad, la confianza y el reforzamiento del lazo social. Una de las mayores diferencias del tono discursivo se observa en la elección de los verbos “proteger” y “cuidar”, respectivamente, para enfatizar cada uno de los imaginarios.
Solo Alberto Fernández (7,25%) y AMLO (10,05%) se afirman en un discurso esperanzador por sobre el alarmista (4,43% y 2,58%, respectivamente) frente al resto de los mandatarios en quienes predomina el discurso alarmista. Es posible que la capacidad de sus políticas públicas y los recursos estatales y sanitarios limite o morigere una mirada alarmista o catastrofista. La manera en que los presidentes entienden que entran a la crisis, en tanto recursos para contrarrestar la pandemia, es importante para considerar esta evaluación.
Los discursos más alarmistas son el de Piñera y Áñez. Presidente y presidenta preocupados en mitigar los efectos de la pandemia y su crisis política, así como en justificar las medidas excepcionales como el toque de queda.
Universo xenófobo
Si bien por lo general las primeras medidas estuvieron concentradas en el cierre de fronteras para prevenir los casos importados, se observó un especial énfasis en algunos mandatarios por enfatizar la inmigración y el control de fronteras volviendo al migrante una metáfora de contagio. Algo que no necesariamente mantiene un correlato con la tasa de contagios sino que permite reavivar la xenofobia, discriminación y culpabilizar a cierto tipo de migrante de la potenciación de contagios y peligros vinculados a la pandemia.
El 13 de marzo el cierre de fronteras con Venezuela fue anunciado por el presidente, el gerente de la frontera con Venezuela Felipe Muñoz y el director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, “de manera complementaria a estas medidas y tratándose de Venezuela, iniciaremos actividades de verificación permanente, a efectos de que se dé estricto cumplimiento a estas disposiciones”. En la práctica, Duque es el presidente que más incorporó la preocupación migratoria, por encima de El Salvador y México, que han tenido problemas migratorios de largo alcance y potencia. En el caso de Duque, la pandemia fue una oportunidad para recrear la tensión con el Gobierno de Nicolás Maduro.
En relación con la preocupación migratoria es interesante el peso que asume en la discursividad del presidente colombiano Iván Duque en su referencia clara a Venezuela y su disputa con Maduro. Solo en sus dos primeros discursos “Venezuela” obtuvo 5 menciones; país que, a diferencia del resto de los países limítrofes de Colombia como Brasil, Ecuador y Perú, registró posteriormente un bajo número de casos.
Universo de género / Lenguaje inclusivo
La utilización de formas inclusivas como los/las para evitar únicamente el plural masculino o la inclusión de menciones específicas a la problemática de género u orientación sexual. Es interesante que en el caso de la única presidenta mujer la mención a categorías femeninas es nula, mientras que son otros mandatarios masculinos los que introducen la preocupación por el lenguaje inclusivo en sus alocuciones.
Alberto Fernández (3,62%) y Martín Vizcarra (2,21%) hacen referencia en su discurso al giro inclusivo, retomando las críticas al lenguaje no sexista y optando por dirigirse a sus interlocutores como “todas y todos” y “peruanos y peruanas”. A diferencia de los demás mandatarios, donde las menciones son muy bajas o nulas, tanto Fernández como Vizcarra han asumido las corrientes de opinión y fuertes movimientos de colectivos feministas que exigen en sus discursos la inclusividad de la diversidad de géneros. En los discursos de AMLO y Bukele las referencias al giro lingüístico son muy menores, frente al resto de los mandatarios que es inexistente.
Universo medios de comunicación
Mención a medios de comunicación como aliadas o de forma confrontativa, la base del discurso se encuentra en respeto a la información brindada por el Gobierno a la no tegirvesación que incida en el miedo en la población.
Flashes y Medios:
Llamamos la atención aquí también al hecho de que AMLO (4.59%), Fernández (1.61%) y Áñez (1.33%) han observado en estos primeros dos discursos una preocupación por el rol de los medios de comunicación. Principalmente AMLO y Fernández han enfocado su mirada en torno al tema de la desinformación. En el caso de Áñez, ha estado más preocupada por la información en un contexto de creación de legitimidad política.
Universo de unidad
En este universo buscamos los llamamientos a la confraternidad por sobre las diferencias políticas, buscando aglutinar al conjunto de los actores políticos. En este sentido, el Ejecutivo busca saldar las diferencias políticas bajo su propio orbe, buscando capitalizar o articular bajo su liderazgo a todo el arco opositor.
En países fuertemente polarizados la referencia a la unidad nacional es relevante. En este sentido, podemos observarlo en los discursos de Jeanine Áñez, Alberto Fernández, Sebastián Piñera y, en menor medida, Martín Vizcarra. En la situación de Áñez es el intento de suturar la dinámica confrontativa que dejó el golpe de Estado contra Evo Morales. En el caso argentino, la alta polarización con Juntos por el Cambio y los intentos de cierre de la “grieta” pueden interpretarse en esta clave. El caso chileno nos indica la polarización que abrieron los conflictos sociales y las críticas contra el propio Piñera y que ahora este pretende “superar”, mientras que en el caso peruano la falta de un sistema de partidos definido y la ausencia de partido del propio presidente hace de la unidad algo más inespecífico. Una interpelación no confrontativa y no polarizadora ha marcado a estos mandatarios.
Universo de corrupción
Menciones a la corrupción como problemática precedente y que en algunos casos se agudiza en contexto Covid-19.
En términos comparativos, la corrupción interesa más a AMLO (1,60%) y Vizcarra (0,43%) que a los demás mandatarios y mandataria. Es entendible que en una pandemia otros sean los temas de agenda. Es muy probable no esté dentro de las coordenadas del interés ciudadano el problema de la corrupción.
Universo económico
En este constructo analizamos las distintas menciones referidas como indicadores de la preocupación presidencial sobre la economía. Un universo vasto pero que indica elementos de la vida y experiencia económica y que, en algunos mandatarios, ha actuado como una disyuntiva entre salud y economía. Aquí encierra el universo económico de la vida cotidiana. Tradicionalmente se ha identificado con las visiones más liberales económicas el sobrepeso de la cuestión económica en los discursos de orientación de gobierno, aunque no es la única explicación.
Si consideramos eje salud/economía, solo en el caso de AMLO (19.25%) presenta una mayor preocupación por el universo económico que por la salud (18.10%). De alguna manera, esto expresa las políticas y expectativas de recuperación económica que poseía este mandatario al inicio de la pandemia. Es posible que la necesidad de atender a algunos sectores históricamente olvidados, como el extenso universo informal, haya empujado a AMLO a esta consideración inicial.
Universo de la sociedad civil
Concepción de la sociedad civil ya sea individuos, ciudadanos, familias, etc. Este universo guarda relevancia en tanto que implica de manera solapada un foco de responsabilidad en el individuo por sobre el Estado. Asimismo, permite clasificar cómo interpreta cada mandatario dicha Sociedad Civil, poniendo el foco en las unidades económicas mínimas (familias) o en individuos atomizados.
Universo nacionalista
El discurso nacionalista se contrapone un poco con el carácter global de la pandemia, sin embargo es un recurso que permite fortalecer la identidad nacional, reforzando la idea de un “nosotros” frente a un “ellos”.
Universo global
A diferencia de la apelación al universo nacionalista, este concepto refuerza la comparación mundial, un estilo que permite, a priori, reducir la responsabilidad nacional mediante la comparación internacional o de países considerados desarrollados. También sirve como base de la comparación regional.
Profesionales que hicieron este análisis:
Bárbara Ester
Licenciada en Sociología (UBA) (Argentina)
Bárbara Ester es licenciada y profesora de Sociología por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Realizó una Diplomatura en Género, Movimiento de Mujeres y Política en la Facultad de Filosofía y Letras. Actualmente cursa la Maestría en Gobierno de la Facultad de Ciencias Sociales, UBA.
Esteban De Gori
Dr. en Ciencias Sociales (UBA) (Argentina)
Esteban De Gori es doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA), investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IEALC-UBA). Se desempeña como docente de grado y posgrado en la Universidad de Buenos…
Nery Chaves García
Licenciada en Relaciones Internacionales con énfasis en Política Exterior y Diplomacia por la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA). (Costa Rica)
Trabajó con organismos internacionales como OIM, OIT y ACNUR. Formó parte del programa de investigación Mi gracias, Cambio Social e Identidades del Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) de la Universidad Nacional de Costa Rica. Además realizó una pasantía, con su tesis de licenciatura, en el Instituto de Investigaciones…
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