Por Yessika Arévalo Burgulla y Maya Vargas León*, foto Carlos Martínez (Bolivia)
Jueves 28 de octubre de 2021.- La laguna Alalay es un ecosistema natural, uno de los últimos remanentes de un gran lago que se estima existía en el valle cochabambino hace unos 10 mil años, el que luego fue ampliado en los años 40 con mano de obra paraguaya, según el biólogo Eduardo Morales. Y se lo hizo para poder manejar las riadas producidas por el río Rocha.
En los últimos 20 años, la laguna Alalay sufrió la quema de totoras, la muerte de peces y aves, y la aparición de cianobacterias tóxicas. Ninguno de los alcaldes que se sentó en la silla edil de la ciudad de Cochabamba logró encontrar una solución definitiva a largo plazo para preservar la laguna, a pesar, incluso, de la creación de un comité para tal efecto. Y, ahora, la laguna se encuentra al borde de un colapso.
Con el último incendio de totorales producido la noche del martes 26 de octubre, la situación ha empeorado. Esa noche, no solo murieron plantas, sino diferentes animales que tenían incluso en el lugar sus nidos y huevos en ellos. Después de luchar unas nueve horas contra el fuego y de ir recogiendo patos muertos en sus nidos, el lugar quedó desolado. Complicó el trabajo de bomberos y voluntarios el que no pudiesen ingresar hasta el lugar del fuego en las cisternas porque estas podían enfangarse como al final ocurrió con una de ellas.
Presión de la población y especies afectadas
La ingeniera María Jean Carla Prado explicó que laguna Alalay tuvo un crecimiento poblacional en los últimos años. “Actualmente soporta la presión urbana de casi 70 mil habitantes asentados, 19 mil viviendas, 10 mercados y aproximadamente 24 fábricas de pantalones tipo jean, además, cabe puntualizar que el crecimiento urbano alrededor de la laguna es de 92 habitantes por hectárea, esto a pesar de los esfuerzos por mantener una densidad baja en un área de 10 km2”.
Prado indicó que la laguna Alalay es el cuerpo de agua léntico dulce más grande en la ecorregión, conocida como el Valle Seco Interandino Sudamericano. A nivel paisajístico es una de las más importantes debido a su extensión y la diversidad de aves acuáticas con la que cuenta, además de ser la laguna urbana más grande del país.
Según Rodrigo Meruvia, ingeniero ambiental, actualmente dicha laguna actúa como regulador de humedad de la ciudad de Cochabamba. En los últimos años este espejo de agua sufrió un cambio, afectando a más de 130 especies entre aves, peces y microrganismos.
El biólogo Eduardo Morales que desde hace muchos años viene estudiando la laguna Alalay, indicó que está contaminada en sus cuatro puntos cardinales: en la parte sur se encuentran las fábricas de jeans que eliminan sustancias alcalinas directamente en la laguna; al noroeste está la parada de micros que contamina las aguas con chorreados de aceite y una serie de derivados de petróleo; al norte se encuentran los mercados y bomberos que vierten sus aguas de lavados de carros y en el lado este están los campos deportivos y el country club que desechan productos con contenido de fósforo y nitrógeno.
PROBLEMÁTICA EN LA LAGUNA
La laguna Alalay fue sufriendo diferentes cambios que ninguna gestión municipal pudo solucionar. Existen tres hechos importantes en la historia de la laguna, que significaron una alerta roja para biólogos investigadores y autoridades municipales y departamentales: la inserción de macrófitas flotantes como medida de restauración, la quema de totoras el año 2015 y la muerte de peces y aves en el año 2016. El último problema de magnitud se produjo la noche del martes 26 de octubre cuando el fuego devoró las totoras secas y mató a un número no cuantificado de animales, entre ellos patos, garzas y otros.
MACRÓFITAS EN LA LAGUNA ALALAY
El exceso de nutrientes en la laguna Alalay provocó la proliferación de las macrófitas flotantes en el año 2000. “La realidad de la laguna Alalay es cada vez más devastadora. Entre las causas que afectan y aportan el deterioro del espejo de agua, se puede mencionar la excesiva cantidad de nutrientes debido al ingreso de residuos a través de alcantarillas clandestinas, aguas residuales no tratadas, desechos de la ciudad y la falta de compromiso de las autoridades a lo largo de los años”, indicó Prado.
El ingeniero ambiental Elvis Gutiérrez, exsecretario de Desarrollo Sustentable de la Alcaldía, recuerda que en el año 2009 la situación de la laguna Alalay fue más crítica. El 70 por ciento de la laguna se llenó de macrófitas, lo que obligó al municipio a contratar personal del Plane para retirarlas; no obstante, cuanto más se extraían los “repollos de agua”, las plantas se proliferaban más.
La contaminación ha dejado tres aspectos importantes según Prado. El primero, la introducción de las macrófitas flotantes, las cuales fueron utilizadas como herramienta de restauración con el fin de disminuir la carga de nutrientes asociada a la columna de agua, llevando a una proliferación masiva; la segunda fue la extracción de 236 toneladas de macrófitas y la tercera, en el año 2015, la reducción de esta especie hasta su desaparición.
El biólogo Morales confirmó que la laguna en estos momentos se encuentra al borde del colapso a pesar de la utilización de macrófitas flotantes y de la asignación de dinero en su momento.
QUEMA DE TOTORAS EN EL 2015
Durante los últimos 20 años, la quema de totoras en el año 2015 marcó un hito en la laguna Alalay. Por tanto, no fue la primera vez que ardieron este 26 de octubre. “Se quemaron totoras desde la parte noreste de la laguna, desde el área scout hasta el Country Club y esto fue provocado por la mano del hombre, generando severos daños en la biodiversidad de la laguna Alalay, al menos 62 especies de aves fueron afectadas”, aseveró Meruvia. Y esto ha vuelto ocurrir hace días por el mismo sector.
El ingeniero Eduardo Galindo recordó que “en la quema de totoras se perdió una importante cantidad de huevos de aves y patos. Fue difícil cuantificar la cantidad exacta de las pérdidas, pero el hecho fue un desastre”.
Según Eduardo Morales, las totoras se encargan de captar los nutrientes del agua, ayudando a que el agua sea menos turbia en la laguna. Las cenizas de las diferentes quemas de totorales causaron daño, ya que tienen un alto contenido de carbón, fósforo y nitrógeno que activa a los microrganismos de la laguna y causa floraciones, que pueden ser nocivas y matar organismos. Estas cenizas no solamente afectan a la laguna, sino también a la atmósfera circundante de Cochabamba.
MUERTE DE PECES EN EL 2016
La muerte de los peces y la aparición de las cianobacterias fueron una alerta para que las autoridades comiencen a pensar en estrategias para la recuperación de este espejo de agua.
El doctor Eduardo Morales determinó que la muerte de alrededor de una tonelada de peces y cientos de aves fue provocada por las toxinas (cianotoxinas) secretadas por organismos microscópicos llamados cianobacterias.
“El exceso de nutrientes en la laguna Alalay es un factor para que esta se encuentre ahora contaminada como también la aparición de las cianobacterias que son un grupo muy grande de organismos que se alimentan de la concentración de nutrientes como el fósforo y el nitrógeno. Estas células se dividen de manera que tornan el agua cristalina completamente verde”.
Biólogo Eduardo Morales
Morales explicó que uno de los efectos de las toxinas que producen las cianobacterias halladas en la laguna es la degradación de la membrana de las células hepáticas, provocando algo parecido a huecos almacenadores de sangre que derivan en shock hipovolémico.
“Uno de los peces que sobrevive a este tipo de situaciones -explicó Morales- es la carpa que es una de las especies introducidas en la laguna. Son peces bastante grandes. Se conoce que pueden aguantar condiciones de contaminación muy extremas como la de enero del 2016, donde murieron varios peces pequeños nativos de la zona. Y no fue hasta junio y julio que las carpas empezaron a morir por shock hipovolémico y otros problemas que se produjeron”.
CREACIÓN DEL CREMPLA
En 24 de septiembre del 2007 se conformó, por los problemas que presentaba la laguna Alalay, el Crempla (Comité de Recuperación para la Laguna Alalay), mediante la Ley 3745; sin embargo, el Concejo Municipal abrogó esta normativa, lo que dio lugar al debilitamiento de su trabajo.
Actualmente el Crempla está integrado por siete instituciones: Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, el Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba, la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa), el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, un representante de las Organizaciones Territoriales de Base (OTB) de los Distritos Municipales del área de la laguna y un representante del Consejo Departamental de Medio Ambiente (Codema).
PROYECTOS INCONCLUSOS
A lo largo de los años, la Alcaldía de Cercado y el Crempla plantearon proyectos a diseño final para la recuperación y mantenimiento de la laguna Alalay. Durante la anterior gestión las autoridades trataron de mejorar el aspecto de la laguna. “Hemos hecho varias obras para la conservación de suelos, que han dado un resultado increíble, por eso tenemos toda la zona norte forestada, son bosques juveniles, tienen entre 5 y 2 años. El problema es que no tenemos agua. El pozo que tenemos en la laguna Alalay tiene agua salada y no se puede regar a todas las plantas con esa agua”, describió la ingeniera Ambiental Sofía Vexina, exjefa de Recursos Naturales de la Alcaldía.
“La GAMC realizó una consultoría el año 2017, la cual dio lugar a siete proyectos a diseño final, de los cuales cinco se encuentran incorporados en el plan a largo plazo para recuperación de la laguna Alalay”, señaló el ingeniero Elvis Gutiérrez.
SOLUCIONES A LARGO PLAZO
La ingeniera Prado señaló que uno de los problemas que atraviesa la laguna es su ubicación, por estar en un lugar urbanístico de la ciudad, por lo tanto, es propensa a sufrir cambios no solamente por las fuentes de contaminación, sino también por la biodiversidad que va desapareciendo cada vez más.
“Como propuesta de mejora se debe tomar en cuenta varios aspectos: la viabilidad y compromiso por parte de las autoridades; las propuestas de mejoramiento deben estar de acuerdo con la realidad socioeconómica; los planes de mejoramiento deben ser desarrollados por etapas, esto con el fin de acomodarse a la realidad y disposición de este espejo de agua, integrando la parte urbanística con el entorno ambiental”.
Jean Carla Prado
La ingeniera Vexina puntualizó que debe realizarse el mantenimiento y limpieza de los canales de sedimentación después de la época de lluvias, para ingresar agua limpia a la laguna. “Si nosotros traemos agua limpia de Misicuni, naturalmente el ecosistema se va a equilibrar. Algunas especies morirán por el cambio, pero su descendencia estará mejor. Solamente salvando esa parte del déficit hídrico y trayendo agua limpia se resolvería el 98% de los problemas de la laguna Alalay, después ya sería tema de paisajismo, usos y prohibiciones, etc”.
Según Morales, “si no se hace un dragado completo de la laguna va a ser difícil que haya una recuperación. Se requieren millones de dólares para hacerlo. Han existido varios intentos para tratar de empujar todos esos sedimentos que había en la laguna y sacarlos por la serpiente negra”.
El alcalde Manfred Reyes Villa habló al inicio de su gestión de lanzar un plan de recuperación y mejora para el espejo de agua. “La laguna Alalay es otro proyecto que ya hemos estado viendo con los técnicos lo que vamos a hacer, que es el tratamiento de las aguas, va a ser una sorpresa para los cochabambinos ya que es un pulmón que necesita nuestra ciudad”. Luego también indicó que soluciones estructurales pasarán por la coordinación con todos los alcaldes que de un modo u otro tengan que ver con este problema.
Mientras tanto, las y los habitantes de Cochabamba tendrán que esperar a ver si esta vez una gestión edil en coordinación con otras alcaldías logra resolver un problema que lleva más de 20 años en medio de anuncios de prontas soluciones que, al final, no resolvieron los problemas de una laguna para la que se necesita escuchar más a quienes son científicos.
*Este reportaje ya estaba listo para ser publicado cuando se produjo el último incendio en la laguna el 28 de octubre. Corresponde a la segunda versión del Diplomado de Investigación Periodística de la UMSS.
Comentarios