MODA ECOAMIGABLE EN MANOS JÓVENES

Por Antonella Gammino Antezana y Mariana Viñas Ferreira*, Guardiana (Bolivia)

La pantalla del celular es la única luz que ilumina el rostro de Micaela Burgos de 20 años. Echada en su cama, revisa la página web de su tienda de ropa online favorita: Shein. Ante la  indecisión de no saber qué comprar entre tantas prendas y tras desperdiciar horas revisando la aplicación, decide comprar una polera y un collar. Semanas después, llega el pedido de Micaela a la puerta de su casa y ella, emocionada, abre el paquete.  Lastimosamente, en menos de dos minutos queda completamente decepcionada: “El collar que compré literalmente se ha roto en el momento que he abierto la bolsa”.

Fue cuando Micaela se dio cuenta de que la calidad de los productos de este tipo de empresas es mala. Tras investigar un poco más sobre el tema, quedó horrorizada por la información que descubrió. En el caso de la empresa china Shein, sus empleados trabajan más de 11 horas al día y tienen un solo día libre al mes.

Public Eye denunció que estas largas jornadas de trabajo no solamente violan el Código de Conducta para Proveedores de Shein, sino también la ley laboral china, la misma que indica que una semana laboral puede tener un máximo de 40 horas y los trabajadores deben tener al menos un día de descanso por semana.

Y podría ser aún peor... El documental de la cadena de televisión británica Channel 4, titulado Untold: Inside the Shein Machine, denunció que los empleados de las industrias china de fast fashion trabajan 18 horas diarias, tienen un solo día libre en todo el mes y su sueldo es de ¥ 4.000 (cuatro mil yuanes), equivalentes aproximadamente a 3.990 bolivianos.

Según la Organización de las Naciones Unidas  (ONU), la industria textil es la segunda más contaminante del mundo porque el tipo de telas con las que elabora las prendas son altamente nocivas para el medioambiente. Los materiales que se utilizan son el poliéster o el nailon, no biodegradables, motivo por el cual la ropa fast fashion es tan económica. 

La periodista Laura Cuesta de La Vanguardia hizo notar que el sector textil es responsable del 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según el Parlamento Europeo. Estos provocan un aumento de la temperatura del planeta y agravan las consecuencias del cambio climático. Además, la producción de ropa es responsable del 20% de la contaminación mundial de agua potable.

La moda produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos. 

Micaela fue una víctima más del fast fashion, así como lo siguen siendo muchos otros jóvenes del mundo y de la ciudad de La Paz. Ellos consumen este tipo de ropa porque no son conscientes de la contaminación ambiental que la industria de esa moda genera y desconocen otras opciones de vestimenta menos nocivas y prefieren los precios más bajos.

Parar de comprar ropa fast fashion es una decisión definitiva para Micaela; pero ¿a qué otro lugar  podría recurrir para comprar ropa? ¿Existen opciones menos nocivas?

Reencarnación

Doble Vía es un proyecto creado por Rafaela López, Teresa Libera y Fabiana Libera, tres hermanas que decidieron darle una “segunda oportunidad” a las prendas de vestir. Este emprendimiento surgió en el año 2020 durante la pandemia, en el momento en el que ellas se  percataron de que tenían mucha ropa que no utilizaban y no sabían qué hacer al respecto.  Ante la situación, tuvieron la idea de, además de seleccionar su ropa, podían comenzar a recolectar prendas que otras personas tampoco usaban, para poder revenderlas. Y así es cómo se originó este proyecto ecoamigable.

El objetivo principal de esta iniciativa es reducir el impacto ambiental que provoca la ropa  fast fashion y, a su vez, sensibilizar a la gente para que adquiera prendas de segunda mano. Sin embargo, la idea no permaneció ahí, las hermanas quisieron crear algo sublime. Así lo explica Fabiana Libera: “...por un lado, claro que sí, la venta de la ropa, pero por otro, quisimos crear un evento donde se pueda juntar mucha gente a pasar el rato, al aire libre, donde haya música, donde haya comida y donde puedan presentarse artistas bolivianos”. 

La esencia del proyecto es convertir algo cotidiano, como la venta de ropa, en una experiencia divertida y ecofriendly (práctica respetuosa con el medioambiente) al mismo tiempo. En palabras de Fabiana, es “…crear como una plataforma social, cultural, de entretenimiento, que es una parte sumamente importante de Doble Vía. Darle este estilo cool, mostrar que puede ser algo divertido, una experiencia, que no la vas a encontrar yendo a comprar ropa a una tienda  convencional”.

La compra de ropa de segunda mano permite que el consumo de prendas de vestir sea completamente versátil, duradero y ecoamigable al mismo tiempo. La bióloga Cristina Gil  Ortiz, en su artículo Ropa de segunda mano: ventajas, desventajas, dónde comprar y vender,  menciona algunas de las cualidades que posee esta nueva alternativa: la originalidad de las prendas que se puede encontrar, lo económicas que pueden llegar a ser y  la accesibilidad de su adquisición. Con estos factores tomados en cuenta, la ropa de segunda  mano realmente es una mejor opción para reducir el impacto negativo que la moda fast  fashion genera dentro de la sociedad.  

Mortal

La moda rápida ha conquistado a las nuevas generaciones, pero, ¿cuál es la razón de que sea tan popular? Además del ya mencionado factor económico, es el consumismo lo que mueve a esta industria. Daiana Mira, en su artículo titulado ¿Qué es el "fast fashion" y por qué está haciendo de la moda un negocio insostenible?, relata que la velocidad con la que mutan las tendencias va de la mano con el cambio drástico de los gustos de los clientes, lo que genera que el consumo de ropa en el planeta haya aumentado en un 400 por ciento. 

Este incremento no sólo se debe al consumismo acelerado por parte de los jóvenes, sino que  también se origina por un factor externo: los revendedores. Debido a la crisis económica  ocasionada por la pandemia del Covid-19, varias personas optaron por abrir negocios que importan ropa de empresas como Shein, Zaful, Forever 21, H & M y otras. Tal es el caso de Andrea Tórrez, propietaria de una tienda de ropa online: “Empecé -contó Andrea- trayendo ropa importada de China, en especial de Shein y de Zaful. Y esto porque es ropa barata, de tendencia y de una calidad bastante buena en comparación al precio”.

El impacto de las tiendas que importan ropa fast fashion en nuestro contexto se debe no solamente a los factores expuestos anteriormente, ya que también influye en cierto grado la idealización de este tipo de marcas por parte de la población, por el simple hecho de ser internacionales. “Yo diría que es un complejo que  tenemos los bolivianos, de idealizar todo lo internacional, porque no hay aquí. No hemos tenido cultura de tienda como oficial”, opina Rafaela López, la menor de las tres hermanas fundadoras de Doble Vía. 

Es por esta razón que este tipo de tiendas que importan ropa de moda rápida tienen tanto éxito. Existen muchos locales que, bajo el título de outlet de segunda mano, venden prendas de empresas fast fashion a precios accesibles con telas de muy mala calidad. 

Tesoro

El ruido de las calles en la Feria 16 de Julio de El Alto aturde a Emmet Najar (20 años), que está rodeado por montañas de ropa, que ocultan prendas únicas. Después de recorrer un par de horas por el lugar, con tan solo 75 bolivianos en la billetera, él logró conseguir una variedad  de prendas suficientes para armar un outfit (conjunto de ropa) completo.

Usualmente, Emmet remodela la ropa que compra. Disfruta modificar sus prendas porque prefiere usar vestimenta que tenga su toque personal y sea original. Según la web Mejor con Salud en su artículo ¿Qué es la moda circular y por qué es tendencia?, esta  práctica denominada upcycling consiste en la transformación de una prenda de vestir en desuso de manera que se la pueda lucir nuevamente. Por ejemplo, convertir una camisa vieja en un crop-top y una falda.

De esta manera, además de darle una segunda oportunidad a la ropa y evitar desecharla, adquiere la esencia de la persona. Respecto a esto, Emmet explica: “Creo que todos tenemos nuestra propia identidad y una forma diferente de expresarnos, y para mí la ropa es mi forma de expresión, (…) el upcycling para mí es hacer de algo, un tesoro que era basura para alguien más”. 

Tras conocer las diferentes opciones sustentables que existen para frenar el consumo de ropa fast fashion y de sensibilizarse respecto al tema, Micaela Burgos tomó la decisión de comenzar a comprar  prendas de segunda mano. Después de un mes de haber experimentado la magia de este tipo de moda, ella está segura de que “la ropa de segunda mano es mucho más accesible y me parece que es increíble, porque encuentras de todo, encuentras cosas bien únicas”.

Hasta el momento, Micaela no ha vuelto a tomar su teléfono para pedir una sola cosa más de Shein, y ahora se encarga de informar a sus familiares y amigos de la ciudad de La Paz sobre la fuerte contaminación que las telas de este tipo de ropa generan y de la existencia de diferentes alternativas. Ella espera que nunca más se dejen llevar por lo económicas que  pueden llegar a ser las prendas de moda rápida y que, poco a poco, el consumo reduzca  considerablemente. ¿Será que aún estamos a tiempo de evitar una catástrofe?

*Estudiantes de la materia Periodismo Impreso de la Carrera de Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana San Pablo, La Paz.