Lunes 9 de septiembre, 2019
Por Guardiana (Bolivia)
Entre el domingo primero y el sábado 7 de septiembre, murieron tres "héroes" que intentaron luchar contra el fuego en diferentes lugares de Bolivia. Para el último, Pablo Miguel Suárez Núñez, oficiaron una misa este domingo por la mañana en la Catedral de la Inmaculada Concepción. Luego una procesión que cargó a la virgen le pidió a ella lluvia y protección para quienes combaten el fuego. Una noche antes el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, ya había decretado tres días de duelo.
A ello hay que sumar la exigencia de Declaratoria de Desastre que se ha venido escuchando en las últimas semanas y que ayer tomó más fuerza en una asamblea en Roboré que le dio un plazo hasta este martes al Gobierno para que declare Desastre Nacional por incendios que según el último reporte ya han consumido hasta un millón 900 mil hectáreas.
Al respecto, una de las últimas veces que preguntaron al vicepresidente Álvaro García Linera qué posibilidad existía de que se declare Desastre Nacional, él respondió: "Desastre es cuando el Estado no puede más. Es como decir que los bolivianos se hubieran rendido. Nunca nos vamos a rendir".
La Declaratoria de Desastre Nacional figura en el artículo 39 de la Ley de Gestión de Riesgos 602. Ahí se dice que el Presidente/a del Estado será quien emita la declaratoria mediante decreto supremo, previa recomendación del Consejo Nacional de Reducción de Riesgos y Atención de Desastres y Emergencias (Conarade). Y a esto se puede añadir lo que señala el Reglamento de dicha ley que indica la necesidad de presentar un informe técnico.
"Desastre Nacional. La Presidenta o el Presidente del Estado Plurinacional mediante Decreto Supremo, previa recomendación del CONARADE, declarará desastre nacional cuando la magnitud e impacto del evento haya causado daños de manera que el Estado en su conjunto no pueda atender con su propia capacidad económica y/o técnica; situación en la que se requerirá asistencia externa”.
(Art. 39 de la Ley de Gestión de Riesgos 602)
EL TERCER HÉROE
El último héroe caído fue Pablo Miguel Suárez Núñez, un voluntario del Grupo Ajayu que ayudaba al SAR Bolivia a apagar los incendios en la Chiquitanía. No estuvo más de dos días en el lugar y perdió la vida con un infarto. En ese momento regresaba a la comunidad Palestina después de haber cavado una zanja para detener el fuego. Era de La Paz y tenía 34 años.
La autopsia realizada por el Instituto de Investigaciones Forenses en el cuerpo de Suárez realizada ayer dio por resultado que murió por un infarto agudo al miocardio, ocasionado por el esfuerzo físico, las altas temperaturas y la mala oxigenación en un medio ambiente en el que no había mucho oxígeno. Todo eso dio lugar al infarto que lo hizo desplomarse en el piso, motivo por el que también tenía algunas lesiones en el rostro. A parte de ello, no había otras en ninguna parte del cuerpo.
Para quienes nunca lo conocieron, él dejó fotos, frases y el fanatismo por el fútbol, el club Bolívar y su patria Bolivia, cuya bandera había colocado como foto principal de su perfil en Facebook el 6 de agosto. Nació el 7 de febrero de 1985. Vivía en la zona de Sopocachi de La Paz. Es el tercer "héroe" en menos de una semana.
La comunidad Palestina se encuentra a unos 60 kilómetros de Concepción. Allá un grupo de personas trata de frenar el fuego. Si el fuego envuelve toda la zona, la pérdida sería grande. Mataría las palmeras cusi de las que las mujeres viven porque comercian el aceite para tratamientos de piel y cabello, entre otros usos. Pablo Miguel se había unido a quienes intentan apagar ese incendio.
EL FUEGO NO DA TREGUA
Concepción se ha convertido desde hace días en un dolor de cabeza para apagar el fuego. El agua echada desde el aire por el Súpertanker no es muy efectiva debido a que desde tierra no se ha podido hacer lo suficiente. El viceministro de Defensa Civil, Óscar Cabrera, explicó en su momento que no se había podido apagar el incendio en el municipio de Concepción porque el monte es alto y un lugar de difícil acceso, lo que "dificulta la efectividad del trabajo de sofocación de incendios”.
El domingo, El Deber publicó que según el secretario de Seguridad Ciudadana de la Gobernación, Enrique Bruno, se tenían hasta el fin de semana registrados 43 incendios persistentes en toda la Chiquitanía. Cuatro son los municipios más afectados: San Ignacio de Velasco, Concepción, San Matías y San Antonio de Lomerío. En algunos casos, las llamas alcanzaron dimensiones que superaban los 12 metros de alto. Sin embargo, el domingo por la noche la preocupación recaía en San Matías y Concepción.
EL SEGUNDO HÉROE
El bombero policía Efraín Mamani Calisaya fue la segunda víctima en los trabajos por mitigar el fuego en Bolivia en las últimas semanas. Él se encontraba junto con otros bomberos apagando un incendio en Coroico (La Paz). El lunes 2 de septiembre, un helicóptero transportó su cuerpo sin vida hasta El Alto.
Era un efectivo que trabajaba en la Brigada Especial de Rescate Salvataje Auxilio (BERSA) del Cuerpo de Bomberos. Sobre su muerte, se indicó que el bombero había caído unos 100 metros cuando retornaba de apagar un incendio en Coroico (La Paz); pero no pudieron encontrarlo en ese momento. Recién al día siguiente hallaron su cuerpo. Fue declarado "héroe".
EL PRIMER HÉROE
El domingo primero de septiembre fue encontrado en la serranía de Villa Ánimas el cuerpo sin vida de un joven de 22 años llamado Jorge Hinojosa Vela, un albañil que vivía con su familia cerca del incendio que se produjo el sábado último de agosto en Sacaba (Cochabamba).
Jorge había convencido a su padre y hermanos de ayudar a apagar el incendio en el municipio de Sacaba. Pero tuvieron que retirarse porque la situación se tornó muy peligrosa. Sin embargo, cuando el progenitor retornó a su casa, no encontró a su hijo de 22 años. Al día siguiente hallaron su cuerpo con quemaduras. El informe de la autopsia reveló que sufrió un golpe (podría haber caído en un cañadón) y seguramente quedó desmayado, momento en que inhaló mucho humo que terminó matándolo. Su madre pidió que se detenga a quienes ocasionaron dicho incendio.
Quien lidera a los empresarios privados en Cochabamba, Javier Bellot, entregó una Medalla al Valor como reconocimiento póstumo a este primer joven héroe. En conferencia de prensa realizada después, Bellot pidió a la población no acercarse al fuego durante incendios porque para tal tarea se necesita de capacitación previa. Sin embargo, indicó que sí hay otras formas de ayudar como llevar agua, merienda y lo que se informe que se necesita para apagar el fuego.
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