Por Lu An Méndez * //
Denunciar siempre ha sido un acto político. Sin embargo, cuando las denuncias se realizan fuera de los canales formales de justicia, pueden implicar riesgos legales, emocionales y digitales que es necesario comprender y gestionar. En ese contexto, la Guía para la Denuncia Estratégica-Cuidarnos mientras denunciamos, elaborada por Grecia Tardío, se convierte en una herramienta fundamental de cuidado colectivo, tanto en redes sociales como fuera de ellas. Su propósito es sostener las voces que denuncian vulneraciones sin que sufran represalias por ejercer su derecho a expresarse y exigir justicia.
La autora explica que Cuidarnos mientras denunciamos es, ante todo, una invitación a repensarnos. Surge de una recopilación de experiencias, donde diversas activistas enfrentan procesos legales por ejercer su derecho a exigir justicia. Desde esa perspectiva, la guía nos invita a reflexionar sobre cómo habitar el espacio digital con la misma conciencia, estrategia, rabia y ternura con la que habitamos las calles y las luchas feministas.
Dirigida a activistas, defensoras de derechos humanos y personas que usan el espacio público o digital para denunciar injusticias, esta guía es una herramienta flexible, que puede y debe adaptarse a cada territorio, lucha y contexto. A través de sus páginas, ofrece una serie de consejos de seguridad digital con perspectiva feminista, que no buscan censurar ni generar miedo, sino brindar herramientas para tomar decisiones informadas, reducir riesgos y, al mismo tiempo, maximizar el impacto político de las denuncias.
Cuidarnos mientras denunciamos implica reconocer que la protección de la integridad personal y colectiva forma parte del proceso político de transformación social. El cuidado colectivo es esencial cuando hablamos de denuncias públicas, pues nos recuerda que la resistencia frente a la impunidad no es un esfuerzo individual, sino una tarea compartida. [1] En el ámbito del activismo, cuando el cuidado personal y comunitario se descuida, los procesos de denuncia, también los procesos de denuncia digital pueden derivar en un deterioro emocional y físico para quienes los sostienen ya sean sobrevivientes, acompañantes o integrantes de organizaciones feministas.
Lejos de limitar la acción feminista, la guía busca ampliar el horizonte del escrache digital. Hablar de cuidado en el contexto de la denuncia no se reduce a aprender a usar contraseñas seguras o documentar incidentes, más bien significa construir una cultura de autocuidado colectivo y corresponsabilidad política.
En un escenario donde denunciar puede tener consecuencias legales o personales, la Guía para la Denuncia Estratégica-Cuidarnos mientras denunciamos ofrece una metodología práctica para proteger las voces que se alzan contra la impunidad y las desigualdades.
Al final, cuidarnos mientras denunciamos no es una consigna simbólica, sino una práctica política indispensable para garantizar la sostenibilidad de los activismos, como lo menciona la autora. La guía puede leerse AQUÍ.
*Lu An Méndez es Directora del área de violencia de género facilitada por la tecnología de la Fundación InternetBolivia.org.
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