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Guardiana (Bolivia) y foto de ABI

Martes 19 de enero de 2021.- En menos de dos semanas comenzarán las clases en los establecimientos educativos de Bolivia. Para tal efecto, la Unesco cuenta con información que puede servir al Gobierno de Bolivia para esta gestión. Un estudio muestra que el respeto, la diversidad, la solidaridad, la colaboración, el pensamiento crítico, la responsabilidad y los valores que permiten vivir en sociedad y que forman parte de la educación socioemocional, en el caso boliviano no están todos estos presentes o no terminan de aterrizar en las aulas. Y un concepto ausente tanto en Bolivia como en países vecinos es el de la equidad de género, fundamental para procesos de inclusión en la sociedad.

Lo socioemocional se queda en el nivel programático y de planificación de los maestros. Así lo verificó el Estudio de Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2019), elaborado por el Centro de Investigación Avanzada en Educación por encargo de Unesco y en el marco del Laboratorio Latinoamericano de la Evaluación de la Calidad Educativa (Llece).

Las evaluaciones internacionales de aprendizajes son importantes en el mundo y en la región. Si bien el Estudio PISA de la OCDE es el más conocido, hay otros como el de Llece de la Oficina Regional de Educación de la Unesco para América Latina y el Caribe que también son importantes porque permiten que cada país observe las tendencias en materia educativa y cómo funciona su sistema educativo en relación al de otros países que han logrado mejorar los aprendizajes de sus estudiantes y, a partir de allí, hacerse preguntas que les permitan avanzar.

Investigación en 19 países

La investigación engloba a 19 países de la región y aborda los planes de estudio para saber cuáles son los conocimientos impartidos a los escolares de 3° y 6° grado

El estudio indaga en dos aspectos: por un lado, los conocimientos disciplinarios y, por otro, los conocimientos impartidos sobre ciudadanía mundial y el desarrollo sostenible.

Claudia Uribe, directora regional de Unesco, dijo, al momento de difundir el estudio, que es el resultado del análisis contextualizado de lo que los sistemas educativos de la región buscan transmitir a niños y niñas.

Esta evaluación sirvió para construir los instrumentos de medición de la calidad educativa, proceso aplicado al finalizar el año 2019 y cuyos resultados se conocerán hacia la mitad de este 2021.

Conceptos para la convivencia

En total se verificaron 40 conceptos agrupados en grupos que tienen la siguiente denominación: Elementos constitutivos de la ciudadanía, Equidad de género, Globalización y diversidad, Habilidades y Valores sobre cómo vivir juntos.

Los conceptos del respeto, la diversidad, la ciudadanía e identidad están en el currículo boliviano. Los que tienen baja presencia son la fraternidad, la felicidad, el conocimiento del mundo y la empatía. La ausencia de estos últimos conceptos, según un comunicado de la Unesco, “preocupa dado que estos ayudan a abordar uno de los principales desafíos de la globalización que se ve acentuado por la pandemia: cómo vivir juntos”.

En Bolivia, algunos de estos conceptos están en un nivel programático (declarativo) y de planificación de los maestros.

Un aspecto que llama la atención es que el grupo de las Habilidades es el ausente en el trabajo de los maestros con los estudiantes. En este grupo están los conceptos de pensamiento lógico, pensamiento reflexivo, resolución de problemas, toma de decisiones y uso de TIC (tecnologías de la información y la comunicación). El único concepto de este grupo incluido en el currículo es pensamiento crítico.

Cuadro de conceptos asociados a la educación para la ciudadanía mundial presentes en los documentos de Bolivia y conceptos a nivel regional

“Es importante aunar esfuerzos para fortalecer una educación integral en Bolivia, y estos conceptos son parte fundamental en su consolidación. La escuela es uno de los principales agentes socializadores, por lo cual se deben garantizar oportunidades en el currículo de desarrollar conductas integradoras, como reconocer la diversidad, adquirir valores como la empatía y la fraternidad, y conocer problemas mundiales”.

Carlos Henríquez, Coordinador general del Llece en la Oficina Regional de Educación para América Latina y El Caribe/Unesco Santiago.
La equidad de género y el medio ambiente

Un concepto ausente tanto en Bolivia como en países vecinos es el de la equidad de género, que es fundamental para procesos de inclusión en la sociedad. Desde la aprobación de la Ley 348 en Bolivia mediante la que se pretende disminuir la violencia hacia la mujer, se esperaba que la equidad de género y otros temas que tienen que ver con esta fueran incluidos en la currícula de los colegios de manera transversal de manera temprana.

Sobre la educación para el desarrollo sostenible, los conceptos de medio ambiente y sustentabilidad están contenidos en todos los países. Bolivia también ha incorporado el concepto de cambio climático; sin embargo, no aparecen en los documentos curriculares bolivianos: reciclar, reducir, reutilizar, imaginación de hipótesis futuras, procesos sustentables y carbono.

Aspectos disciplinarios

Junto con los aspectos de la ciudadanía mundial y el desarrollo sostenible, que están dentro de los objetivos de la Agenda 2030, también se evaluaron los aspectos disciplinarios (lenguaje, matemáticas, ciencias).

Los niños aprenden a leer y escribir con el apoyo de una amplia diversidad de textos, pero no se les enseña lectura comprensiva ni habilidades para escribir con coherencia. En la materia de ciencias se concentran en temas de salud humana y el universo, sin entrar a trabajar sobre la materia y sus transformaciones o la energía y sus manifestaciones.

El currículo en la lectura incluye dos veces más textos que en otros países, pero muy poco trabajo con los niños en la comprensión literal e inferencial. Las estrategias de lectura y la decodificación no están en el currículo educativo.

En cuanto a la escritura: “No existe coherencia y cohesión” en los planes de enseñanza de la escritura, a pesar de la alta diversidad textual que implica el ejercicio de distintos géneros. El estudio propone, para el país, que “la coherencia y cohesión podrían estar más presentes, ya que en 6° grado los estudiantes, al manejar el código escrito y una escritura más fluida, podrían abocarse a habilidades de composición escrita más abstractas y complejas”.

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