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Por Silvia Salinas Cuéllar (Bolivia)

Martes 17 de diciembre de 2019.- Jalsuri es una comunidad del municipio de Viacha, en el departamento de La Paz. Está en el altiplano paceño. En un mismo día de primavera, sale el sol, llueve, hace frío y vuelve a salir el sol. Allí en medio de casas de adobe se levanta una pequeña infraestructura colorida y limpia, es el Centro de Salud, el primero en la zona que cuenta con una Sala de Parto Intercultural.

Allí las mujeres con largas polleras y mantas de vivos colores, de 12 comunidades, podrán dar a luz en un ambiente cálido como si estuvieran en sus casas, pero con los cuidados de un hospital, con médicos y enfermeras. Desaparecieron los azulejos y los fríos catres de metal. Las paredes ya no son blancas y las ventanas tienen cortinas. El piso es de madera, al igual que los muebles. Hay una cocina con ollas, platos y jarros, para que, de acuerdo a sus costumbres, tomen un caldito o un mate caliente después del parto: “Hay que estar caliente para que no les dé sobreparto”, comentan las comunarias.

Inauguración de la sala de parto intercultural en Jalsuri, comunidad ubicada en el municipio de Viacha (departamento de La Paz).

El “sobreparto” es un temor arraigado en las culturas indígenas, y es que muchas mujeres han muerto por complicaciones después del alumbramiento o sufren de “arrebato”, dolores articulares, sudoración y otros síntomas que, especialmente en el área andina, merecen un tratamiento por parte de los kallawayas, amautas, yatiris, parteras y materas.

Abrigarse bien y tomar algo caliente ayuda a prevenir el “sobreparto”, además, es importante estar acompañada todo el tiempo; pero eso no es algo que se ofrezca en un hospital tradicional, motivo por el cual las mujeres indígenas prefieren tener a sus wawas en sus casas, muchas veces con graves consecuencias de mortalidad.

No se va reemplazar a los médicos, se va trabajar de manera conjunta con las parteras, con la intención de reducir la mortalidad materno–infantil, explicó Juan Carlos Huallpa, director de salud del Gobierno Autónomo Municipal de Viacha.

Susi Vargas, coordinadora país de Médicos del Mundo, recalcó que las mujeres, no solo del campo sino también de la ciudad, quieren tener un parto donde no se resfríen, que estén calientes y, por ello, no van a un centro de salud porque hace frío. “Queremos algo como en mi casa, caliente, oscuro, para no enfermarnos”, afirmó.

Gracias al proyecto “Fortaleciendo el sistema público de salud sexual y reproductiva", y la articulación del tejido social y cultural en el marco de los derechos humanos, la igualdad de género e interculturalidad, se logró equipar la sala de parto intercultural, con muebles, ropa de cama, enseres de cocina, estufas y todo lo necesario para que las mujeres que lleguen allí, se sientan como en su casa.

El proyecto es implementado por Alianza por la Solidaridad, Cies Salud Sexual, Salud Reproductiva y Médicos del Mundo y pretende llegar a los municipios de Pucarani, Viacha y El Alto en el departamento de La Paz; es financiado por la Generalitat Valenciana, y tiene el objetivo de promover la implementación de políticas públicas inclusivas desde una perspectiva de igualdad de género y de interculturalidad. También se plantea fortalecer el sistema público de salud en atención primaria y el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva integrales, interculturales y de calidad, con énfasis en salud materna.

Contrario a lo que pasa en los centros de salud, hay dos camas, una para la parturienta y otra para su acompañante, o para sus hijos cuando la mujer embarazada no tiene dónde dejarlos. Se han recogido sus necesidades, sus costumbres y la forma en la que ellas desean tener sus wawas, explicó Magali Chávez, de Alianza por la Solidaridad.

El centro de salud de Jalsuri es un centro progresista, con un área de influencia muy grande, ya que la población originaria acude en gran cantidad. La responsable del centro médico, Eliza Mercado, explicó que se trabaja para mejorar la calidad de vida de la población, pero sobre todo para que sientan la confianza de acercarse a los médicos.

La inauguración de la sala de parto intercultural se realizó el pasado miércoles 4 de diciembre. En el acto participaron las autoridades originarias, el comité local de salud y Qulla mallkus de la comunidad de Jalsuri, además de los representantes del Gobierno Municipal de Viacha, quienes aportaron con los materiales y mano de obra para hacer posible la acogedora sala de parto.

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