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Guardiana con información de Naciones Unidas y la guía “Consideraciones clave para el retorno seguro a clases: Para tomadores de decisiones” (Bolivia)

Miércoles 16 de marzo de 2021.- El Ministerio de Educación, con el apoyo del Sistema de las Naciones Unidas en Bolivia a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Unesco y Unicef, presentó una guía para un retorno seguro a clases y la misma involucra tanto a estudiantes como profesores y plantel administrativo en momentos en que todavía está presente la pandemia por Covid-19 en el mundo.

La Resolución Ministerial 01/2021 del Ministerio de Educación establece el retorno a clases bajo tres modalidades: presencial, semipresencial y a distancia. El retorno a la escuela debe ser planificado, gradual e inclusivo sin discriminar a nadie, sin exponer a los alumnos, maestros y el personal educativo a riesgos de salud, coinciden en señalar Unicef, Unesco y el PMA. En Bolivia existen 17.212 unidades educativas, tanto de educación formal, alternativa como especial; el 72% de ellas son rurales y el 88%, fiscales.

La presentación del documento fue presidida por el ministro de Educación, Adrián Quelca; la coordinadora Residente del Sistema de Naciones Unidas en Bolivia, Susana Sottoli; la representante del PMA, Ana Maria Salhuana, y el representante de Unicef, Rafael Ramírez.

Cuatro rutas de acción en la guía

La publicación recomienda cuatro rutas de acción que deben responder al contexto que vive cada comunidad educativa.

Ruta de actuación 1, Gestión Pedagógica: La Unidad Educativa selecciona la modalidad educativa de acuerdo con el estado de transmisión de la Covid–19 en el país y su área inmediata. Orienta sobre cómo debe ser el ingreso al centro educativo, la salida y el retorno de los estudiantes a sus hogares. También se brindan orientaciones para el cumplimiento del distanciamiento físico en las actividades escolares fuera del aula; orienta sobre el control de ventas en kioscos escolares y en puertas de los colegios.

  • Actos cívicos: si no pueden contar con una distancia de por lo menos metro y medio entre estudiante y estudiante, este tipo de actividades se suspenden.
  • Uso de barbijo: si por motivos económicos quien estudia y enseña no tiene posibilidades de comprar un barbijo, las autoridades educativas deben realizar gestiones ante la alcaldía o la gobernación para canalizar recursos para la adquisición de barbijos y alcohol en gel para maestras, maestros y niñas, niños y adolescentes.
  • Recreos: los recreos están autorizados en "tinglados, canchas, patios o jardines, deberán ser definidos para este fin, para que sean utilizados en grupos pequeños, respetando el distanciamiento social y el uso de barbijo. Pero también evitando compartir comidas, bebidas, celulares, etc". Además, se deberá tomar en cuenta horarios diferenciados.
  • Kioskos o puestos de venta en colegios: "se recomienda regular y/o prohibir las ventas alrededor de las UE, por lo que será necesario contar (aunque de manera temporal debido a la emergencia sanitaria y prevalencia de Covid-19) con una ordenanza u otro instrumento jurídico a nivel municipal, para normar las condiciones de bioseguridad que deben cumplir las vendedoras, con el objeto de evitar aglomeraciones".
  • Transporte: para el traslado de las y los estudiantes, la guía recomienda que lo hagan a pie. Si no queda otra que usar transporte público, deberán usar barbijos y contemplar todas las medidas de bioseguridad conocidas hasta el momento.

Ruta de actuación 2 sobre la higiene: Aborda la higiene y cuidado dentro y fuera del aula, tanto para las y los estudiantes como para maestras y maestros; incluye recomendaciones sobre la alimentación, y brinda orientaciones para limpieza y desinfección de la unidad educativa.

  • Limpieza y desinfección de los ambientes: programar la limpieza regular y diaria del ambiente escolar, incluyendo los inodoros, lavamanos, utilizando agua, detergente y desinfectante. De igual forma limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia, tales como pupitres, bancas o mesas, puertas, juguetes, material didáctico, libros, que usan permanentemente niñas, niños y adolescentes, así como interruptores de luz, ventanas, etc. Se puede crear una lista de verificación para los encargados de limpieza de la unidad educativa, para garantizar que se lleven a cabo todas las tareas de higiene diaria y garantizar el suministro suficiente de los insumos de higiene y limpieza, así como los equipos de protección para el personal encargado.
  • Manejo de residuos sólidos: usar contenedores o basureros con tapa y bolsas para la separación de residuos donde sean requeridos como baños o zonas de descanso, salas de profesores, áreas administrativas, entre otros. Los barbijos deben ser desechados por separado en otros contenedores o separados en otras bolsas y fuera del aula y espacios comunes. Realizar la recolección permanente de residuos en áreas comunes y coordinar la entrega a la empresa de servicio de aseo.

Ruta de actuación 3 para la contención psicoafectiva: Da orientaciones para trabajar los impactos negativos de la pandemia que sufrieron los niños, niñas y adolescentes en sus hogares, como la violencia, la pérdida de algún ser querido o el miedo, con orientaciones generales vinculadas a la contención psicoafectiva.

Las recomendaciones para trabajar en la salud mental indican:

  • Compartir experiencias y emociones que se experimentaron durante el cierre del centro educativo, favoreciendo la escucha atenta y empática en el grupo.
  • Fortalecer la motivación y la confianza en el vínculo con compañeros y compañeras, y educadores y educadoras.
  • Prestar atención a la dimensión emocional de manera permanente y no solo el primer día.
  • Entregar información clara y precisa sobre Covid-19, y mensajes tranquilizantes sobre la normalidad de tener sentimientos de miedo y ansiedad.
  • Explicar que en caso de contagio se deberá cerrar el espacio educativo por el periodo que sea necesario como medida de cuidado y se retomarán las actividades a distancia.
  • Es importante que se transmita tranquilidad con respecto a estas decisiones y que serán parte del proceso de retorno.
  • Incluir rutinas de bienestar emocional como, por ejemplo: hacer un ejercicio de relajación corporal o mental antes y después de cambiar actividades o clases; o despedirse con una actividad lúdica al final de la jornada.
  • Establecer nuevos acuerdos de convivencia en contexto de pandemia, favoreciendo conductas de empatía, cuidado y solidaridad hacia los compañeros y compañeras.
  • Crear formas de relacionarse y trabajar que permitan cuidar la salud, los lazos sociales y emocionales, y el aprendizaje.
  • Incorporar ejercicios de autorregulación emocional entregando alternativas como el “Rincón de la calma”.
  • Promover actividades de recreación y distención familiar en modalidad remota como, por ejemplo: festivales de manifestaciones artísticas, juegos o yoga.

Ruta de actuación 4 vinculada a la salud: enfatiza en la importancia de sistematizar información sobre enfermedades que pasaron o tienen maestros y estudiantes y así apoyar la elección de la modalidad educativa. Da recomendaciones sobre qué hacer con casos positivos de Covid-19 en la unidad educativa.

Toda unidad educativa deberá contar con personal o comisiones de salud o disciplinarias que implementen las rutas de actuación sobre la base de las tres reglas: uso del barbijo, distanciamiento físico y lavado de manos. Esa instancia asumirá todas las acciones necesarias relacionadas con la emergencia sanitaria, socializará la guía y sus medidas de bioseguridad útiles y ejecutará estrategias de reapertura escolar coordinada. El seguimiento y vigilancia constante de la correcta aplicación de las medidas es también tarea que cumplirá la comisión encargada.

Todas las unidades educativas del país están invitadas a utilizar este documento para preparar el retorno gradual, progresivo y escalonado a las aulas y repensar la organización, las prácticas educativas y formas de relacionamiento para contar con unidades educativas más seguras, saludables, inclusivas y equitativas; donde la aplicación de recursos tecnológicos forme parte de la cotidianeidad y que no sean factores de exclusión, sino más bien parte central y activa del proceso educativo.

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