Por Guardiana (Bolivia), foto principal de Raúl Arispe Flores
Jueves 28 de noviembre de 2024.- La Asociación Armonía puso en marcha la campaña de reforestación 2024-2025 de la ladera sur del Parque Nacional Tunari y, de acuerdo con los planes establecidos, se prevé alcanzar la meta quinquenal de un millón de plantines sembrados de especies nativas como kewiña, kiswara, aliso, lloque, jacarandá, molle y jarka.
El pasado 16 de noviembre inició la siembra en la comunidad San Miguel con la siembra de 20 mil plantines. Hasta febrero del próximo año se espera plantar cerca de 220 mil en más de 14 comunidades de seis municipios: Vinto, Quillacollo, Tiquipaya, Sacaba, Cochabamba y Sipe Sipe. Con esta cuota, se habrá llegado a la meta del millón.
“La reforestación –dijo Omar Oporto, coordinador del proyecto Tunari de Armonía– está directamente ligada a la llegada de las lluvias, que no sólo garantizan la humedad necesaria para la supervivencia de los plantines, sino que ablandan el suelo, facilitando la excavación de los hoyos para su correcta plantación. Además, contribuyen a mitigar mazamorras y deslizamientos, recurrentes en esta época del año”.
Según Oporto, el propósito del proyecto es recuperar áreas en las cuencas degradadas con bosques de Polylepis, que son el hábitat para las especies de aves más amenazas del país y de rango de distribución muy fragmentada.

Beneficios para las comunidades
Información proporcionada por esta ONG da cuenta de que estas campañas tienen un impacto directo en más de 1.000 familias que han recibido beneficios como sistemas de riego mejorados y la construcción de 10 reservorios de agua con capacidad para almacenar hasta seis millones de litros, cantidad que puede ayudar a garantizar la producción agrícola y combatir incendios forestales.
Víctor Inocencio Torrico, comunario de Cruzani y presidente del Organismo de Gestión de Cuencas (OGC) 13 de Agosto del Parque Tunari, asegura que para los comunarios era un sueño tener un vivero donde puedan producir plantas nativas.
“Las raíces de los eucaliptos y pinos –aclara Torrico– han invadido nuestros terrenos. En cambio las plantas nativas no hacen daño, más al contrario nos ayudan a aumentar y mantener el agua en los koturis (ojos de agua, en quechua), en nuestras cuencas”.
Esfuerzo colaborativo
Durante el año, personal de Armonía que trabaja en viveros produce los plantines para que tengan un desarrollo óptimo y crezcan en buenas condiciones.
Para la campaña 2024-2025, un equipo de 11 especialistas, entre técnicos de Armonía, viveristas y promotores forestales de las comunidades, realiza talleres y reuniones de coordinación para garantizar la reforestación.
“Esta tarea –explicó Oporto– exige una planificación detallada. Para prevenir incendios forestales, Armonía ha formado brigadistas comunitarios y ha identificado áreas clave como laderas y cuencas con vertientes y lagunas, que son esenciales para apagar posibles incendios. Además, para garantizar la supervivencia de los plantines, se realizan talleres sobre técnicas de plantación y cuidado. Como parte del trabajo posterior a la reforestación, se establecen acuerdos con las comunidades para evitar que su ganado acceda a las zonas reforestadas, protegiendo así el crecimiento de los plantines”.

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