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Por Unicef (Bolivia)

Jueves 28 de enero de 2021.- Las escuelas deben tener espacios para estimular la experimentación y expresión cultural, en armonía con el medio ambiente y contar con baños que garanticen la salud. El ambiente educativo no debe discriminar por capacidades físicas, origen social y cultural y las y los maestros deben estar comprometidos con la enseñanza de las materias que imparten, además de ser expertos en las tecnologías, son algunas de las respuestas de 412 niñas, niños, adolescentes y jóvenes en un sondeo de opinión realizado por la plataforma U-Report de Unicef Bolivia.

El objetivo de U-Report es conocer de manera directa la opinión de niñas, niños, adolescentes y jóvenes hasta los 28 años, sobre temas con los que conviven o los involucran directamente. En vísperas del inicio de clases este próximo 1 de febrero difundimos los resultados del sondeo “El futuro de la escuela”, en el cual se realizó seis preguntas sobre cómo niños, niñas, adolescentes y jóvenes creen o imaginan que debe ser el ámbito escolar en el contexto del Covid-19 y cuando se dé una “nueva normalidad” una vez quede atrás la pandemia.

La consulta a los U-Reporters se realizó entre el 26 de noviembre y el 4 de diciembre de 2020. El 59,4% de las respuestas correspondieron a mujeres; el 25,01% a varones y el 15,6 % no declararon. Del total, 40,8% son de La Paz; de Cochabamba y Santa Cruz participaron 13,5% (por cada región), de Tarija son 11,7%, los restantes cinco departamentos suman 20,5%.

El sondeo también consultó si existen otros contenidos educativos que en criterio de esa población debieran incluirse en la currícula para prepararse para el presente y el futuro. Las y los U-Reporters respondieron que deben sumarse: empatía, comunicación, liderazgo, creatividad y pensamiento crítico; además del aprendizaje de habilidades tecnológicas para desenvolverse en un mundo digitalizado.

Imaginando la escuela del futuro

El 24,3% de los niños, niñas y adolescentes quieren que las escuelas cuenten con laboratorios de experimentación e innovación para que haya creatividad en el aprendizaje. Otro 23,5% considera que el arte y la cultura, que habitualmente son subvaloradas como aporte a la educación, también debieran tener espacios más relevantes.

En cuanto a la pandemia de la Covid-19; las y los adolescentes y jóvenes sí están preocupados por su salud, lo que se expresa en que 21,3% de ellas y ellos esperan retornar a escuelas con baños limpios y equipados. Esto es, sin duda, un llamado de atención a autoridades responsables del tema en las gobernaciones y municipios.

La protección del medio ambiente y la vida en armonía deben estar presentes en las unidades educativas con espacios eco amigables con huertos y cosecha de agua (11,9% expresaron lo citado), otros piden muchas áreas verdes (8,4%), mientras que el 10,5% considera que deben existir también espacios de recreación y esparcimiento.

¿Cuáles deben ser las características de la escuela del futuro? El 24,7% cree que será presencial y virtual, que se utilizará internet, cartillas, radio y televisión. El 24,4 % cree que el aprendizaje será personalizado y flexible, y la o el estudiante podrá elegir qué aprender de acuerdo con sus intereses. El 22% asegura que habrá más clases fuera de la unidad educativa que en ella; 16,5% considera que será un espacio hiperconectado y tecnologizado. Un 12,4% cree que el juego será un instrumento del aprendizaje en los primeros años de escolaridad.

En cuanto a la educación inclusiva, 33,8% dijo que maestros y maestras deberían aplicar metodologías inclusivas de enseñanza. Complementando esa actitud contra todo tipo de discriminación, 28,8% espera que todo niño, niña o adolescente con discapacidad disfrute de todos los espacios que tenga una escuela. Un 24,8% confía en que en las escuelas se reconozca y utilicen los valores y lenguas de las diferentes culturas, y finalmente, 12,6% quiere que la escuela apoye a las familias para fortalecer la educación en casa.

¿Qué contenidos conocer para prepararse para el presente y el futuro? El 26,4% se inclina por habilidades relacionadas con la inteligencia emocional, como ser: empatía, comunicación, liderazgo, creatividad, pero también formar en pensamiento crítico; el 21% pide estudiar las materias que a ellas y ellos les interesan. El 20,1% quiere aprender habilidades tecnológicas que les permitan desenvolverse en un mundo digitalizado. El 16,3% tiene la expectativa de participar en programas que les ayuden a decidir qué camino académico o de otra índole seguir una vez sean bachilleres. Un 16,2% cierra este tema pidiendo que las y los estudiantes realicen actividades de trabajo voluntario o comunitario.

El 24,2% de los consultados esperan que los maestros no sean solo transmisores de conocimientos, sino guías y mentores que les ayuden a desarrollar su potencial, mientras que 22,9% quieren profesores que comprendan que cada educando aprende de diferente manera y de acuerdo a diferentes procesos, y que apoyen a alumnos que enfrentan algunas dificultades de aprendizaje. El 20,6% no desea profesores apáticos y conformes con la rutina laboral de enseñar, sino apasionados con la enseñanza de las materias que imparten. Un 20,4% considera que las y los profesores deben ser “expertos” en el uso de las nuevas tecnologías.

También se les preguntó quiénes deben participar en el diseño, implementación y revisión de políticas educativas, Plan Operativo Anual (POA) de la Unidad Educativa, entre otros. La respuesta mostró una actitud democrática y horizontal en el tema, ya que el 36,4% considera que deben involucrarse en la gestión educativa todos los miembros de la comunidad educativa (director/a, padres, madres, estudiantes y maestros). El 33,7% considera que deben participar las y los estudiantes, y un 29,8 %, señaló que las organizaciones representativas (gobiernos estudiantiles, juntas de padres de familia y Consejos Educativos Social Comunitarios, comisiones de docentes), con equidad de género y generacional.

La educación debe continuar

La directora Ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, en su última declaración hizo un llamado para asegurar que todos los niños puedan aprender, haciendo todos los esfuerzos para reducir la brecha digital, dando prioridad a la reapertura de las escuelas, tomando todas las medidas posibles para hacerlo en condiciones de seguridad y para mantenerlas en funcionamiento.

“Seguiremos reimaginando la educación, con iniciativas como la creación de nuevas plataformas digitales que nos permitan ofrecer a cada niño, a cada niña y a cada persona joven la educación y las habilidades que necesitan. Esta labor está tomando impulso en todo el mundo”.

Henrietta Fore, directora Ejecutiva de Unicef


El Secretario General de las Naciones Unidas en su Informe de Política sobre Educación y Covid-19, ha destacado la importancia de la educación para toda sociedad, como bien público común y base de cohesión social, bienestar y oportunidades.

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